Orio sacude el Nervión

Donostia. Orio Amenabar ya tiene una. Un año más, seguirá siendo el único club que ha ondeado al menos una bandera en cada una de las ocho ediciones de la ACT. Los aguiluchos no han esperado para engordar su estadística... ni para confirmar las buenas sensaciones de su bote durante la pretemporada arraunlari, que había dominado Urdaibai. La Mirotza, que notó para bien el haber tenido más tiempo para asimilar la transición del banco móvil al fijo, sacudió el Nervión para adjudicarse la Bandera Seat-Gran Premio Villa de Bilbao. Además, estableció un nuevo récord del campo de regateo con un sensacional 19:28.60, que mejoraba en 10.04 a Pedreña, la mejor de la segunda tanda, y en 10.86 a una soberbia San Juan Iberdrola, que ganó la primera tanda.

Como en 2007, cuando se impusieron en O Grove y Boiro el primer fin de semana y luego se anotarían otras cuatro banderas ACT y su último éxito en La Concha, Orio sorprendió en el estreno arraunlari no tanto por su victoria sino por su registro, que rebajó en seis segundos el 19:34.52 de Castro en 2008. Entonces, La Marinera fijó la marca quince días antes de vencer en La Concha, muy cerca por tanto de su pico de forma, lo que magnifica el regatón de los hombres de Joxean Olasagasti, Aizperro.

El técnico amarillo subrayó "la gran ventaja" lograda, porque "no esperábamos que hubiera demasiadas diferencias entre los cinco o seis primeros". De hecho, "después nuestro, los cinco siguientes han estado apretados", dado que Pedreña, San Juan, Castro, Urdaibai y Kaiku estuvieron en tan sólo cinco segundos.

Tanda de honor descafeinada Durante la regata, las miradas oriotarras no enfocaron a sus compañeras de tanda de honor, sino al crono de Pedreña, que en el ecuador de la competición sólo cedía un segundo, por cuatro San Juan. Castro, en cambio, perdía ya ocho segundos: aunque luego mejoró, aún debe afinar, al igual que el renovado San Pedro Ecolmare y Hondarribia Orsa, que ocuparon la octava y novena plazas.

El triunfo oriotarra no admitió dudas, pues el Nervión no engaña: sus aguas son tan densas que parecen agarrar la tripa de las traineras. La única forma de soltarse es a base de fuerza y técnica, y Orio dispuso los vatios de su bloque más rápido. Su último largo fue genial.

En su alineación, repitieron nueve de los remeros que en 2009 lograron en Hondarribia el único triunfo amarillo del año: Urko Redondo, Andoni Peña, Aizperro, Manuel Ventas, Iñigo Mujika, Josu Indo -ayer como ankeko-, Unai Etxeberria, Anartz Larrea y Fernando Valenciaga. El resto fueron Gorka Etxeberria, Haritz Etxebeste, Oier Aizpurua, Agustín Mujika y Aitor Carrillo, que fue designado como mejor patrón.

El aguilucho fue el bote con más propios en su seno -los catorce-, por delante de San Juan, San Pedro y Hondarribia, con tres. El contrapunto, tal y como se esperaba a tenor de sus plantillas, fueron Urdaibai y Kaiku, que alinearon el mínimo -siete-, pero sufrieron demasiado en la siempre dura ría y fueron batidos por el recién ascendido San Juan.

gran regreso de SAn Juan Los de Igor Makazaga se salieron y hoy (12.00 horas), en la bahía de La Concha, remarán en la tanda de honor de la XIII Bandera Movistar, junto a Orio, Pedreña y Castro, los mejores ayer. Los sanjuandarras templaron los nervios propios del debut y repitieron la fórmula que les llevó al ascenso: hicieron su regata, concentrados en su larga y profunda remada, que culminaron con buenas maniobras. La Erreka remó con ocho remeros que en 2009 estaban en la ARC, más los refuerzos de Beñat Korta, Alain Osanbela y Aitor Artetxe (Zarautz), Karlos Mendizabal (Hondarribia) y Urko Kortajarena (San Pedro). Con una cadencia no demasiado elevada -al igual que Orio-, impresionaron en la primera tanda, en la que Zumaia Altuna y Uria confirmó que su meta es la permanencia -al igual que la de Zarautz Inmobiliaria Orio-, Tirán acabó superando a San Pedro y Hondarribia, mientras se esperaba más de Astillero.

Tras el Nervión, la bahía donostiarra permitirá hoy calibrar hasta qué punto algunos rendimientos de ayer fueron fruto de un mal día o de una aún justa puesta a punto.