Pone empeño, fe y coraje, se refuerza con los potrillos que se encuentran en la disciplina del primer equipo, pero el Sanse sigue sin ganar. Al filial txuri-urdin, que lleva cinco jornadas sin conocer la victoria, le cuesta mucho hacerse con los partidos y obtener un triunfo que le suponga un empujón anímico y en la clasificación. Ahora mismo, tras perder ayer en Anoeta, otra vez desangelado pese al centenar de integrantes de Bultzada Taldea que animó sin cesar, ante el Valladolid por 0-2, la Real Sociedad B es el penúltimo clasificado, a seis puntos de los puestos de la salvación.

El Valladolid fue el séptimo equipo que se ha llevado la victoria del estadio donostiarra esta temporada, y urge tomar alguna medida para ayudar al filial txuri-urdin.

Xabi Alonso pudo contar por primera vez durante este curso con sus mejores jugadores, incluidos Pacheco, Turrientes y Robert Navarro, todos ellos convocados contra el Villarreal, y el conjunto txuri-urdin se presentó con un once de mucha calidad que pasaba a ser un rival más peligroso del que el Valladolid esperaba a priori.

Pero quien comenzó asustando fue el conjunto pucelano aprovechando la inercia positiva con la que llegaba al duelo en Anoeta. El Valladolid dominó el primer período, pudo disfrutar de un penalti que el VAR no le concedió que se produjo y únicamente Turrientes llevó alguna inquietud a la portería de un Masip que vivió una plácida primera mitad.

En la segunda mitad ocurrió lo mismo y el Valladolid consiguió marcar por medio de Weismann, al culminar una jugada de Toni Villa en la que Ayesa, que hizo unas cuantas buenas paradas, no estuvo fino.

Xabi Alonso lo intentó con todo en el tramo final del partido, metió a su delantero Magunazelaia por el defensa Pacheco asumiendo riesgos, dio entrada también Olasagasti, Alkain y Valera, pero el Valladolid estuvo muy sólido. Eso sí, sufrió en dos remates sin destino de Lobete y Valera.

Y con los guipuzcoanos volcados, con Ayesa en el área contraria porque había ido a rematar un córner en busca del empate a la desesperada, el equipo vallisoletano marcó el tanto definitivo, obra de Luis Pérez.

La Real B necesita reaccionar, pero tendrá desde el derbi contra el Eibar que tendrá lugar en Nochevieja.