Tengo en casa dos niños de nueve y cuatro años, perfectos exponentes de lo buena que ha resultado la campaña de marketing de la Liga con su nuevo balón. Para sorpresa de nadie, a mí ya me lo están reclamando. Y sólo ha sido necesaria una única jornada, quedando aún ocho y aguardando todavía muchos partidos de esos en los que el esférico “te puede quemar”. Así han justificado las mentes pensantes de Tebas su apuesta por esta pelota roja, de “color fuego”, y lo cierto es que los resultados del fin de semana han venido a darles la razón, porque estamos metidos de lleno en esa fase del campeonato durante la que los encuentros se rigen por leyes distintas a las previamente establecidas. Para muestra, el botón de las victorias a domicilio de Espanyol, Valencia (¡en el Bernabéu) y Alavés, tres resultados que envenenaron la visita de nuestra Real Sociedad a Las Palmas y que multiplican el mérito del triunfo txuri-urdin.
Un buen partido
Los de Imanol se plantaron en las Canarias fatigados tras la Copa, condicionados por el calor del mediodía isleño y enfrentados a un rival que se jugaba la vida. Sufrieron durante algunas fases del choque. ¡Faltaría más! Pero completaron en líneas generales una muy buena actuación, comentario este en el que incluyo también la primera mitad. El cómputo de oportunidades de gol antes del descanso resultó muy favorable a Las Palmas. Pero los resúmenes televisivos pueden llevar a engaño, porque la Real fue capaz de generar igualmente situaciones muy ventajosas que, por fallos en el centro o en el último pase, quedaron en nada. Fueron 45 minutos equilibrados, con los ataques haciendo padecer a las defensas y con Remiro sosteniendo al equipo blanquiazul, algo que tiene poco de casual y sí mucho de causal. Se trata del portero del equipo, y entrena y trabaja a diario con los técnicos en Zubieta para firmar actuaciones de semejante calado. Bien por él.
Mucho mérito
La necesidad de Las Palmas agregó dificultad al partido en su arranque, pero con el paso de los minutos dio la sensación de ir convirtiéndose poco a poco en un lastre para los locales. Así, superados los malos momentos previos, la Real pudo golear durante una segunda parte que inició como inició, con hasta nueve ex futbolistas del Sanse sobre el verde durante 18 minutos, Formaron en la zaga Aramburu, Jon Martín, Aritz y Aihen. Por delante, la medular estuvo integrada por Zubimendi, Olasagasti y Pablo Marín. Y fueron parte del ataque Barrenetxea y Oyarzabal, dentro de un equipo completado por Remiro bajo palos y por Sergio Gómez en el extremo derecho. El entrenador no apostó por esta composición para jugar una de esas asequibles primeras rondas de Copa; lo hizo en la jornada 30 de Liga, con Europa en juego y frente al rival más apurado del campeonato. No nos cansaremos de repetir aquí que, por mucho que el entorno del club normalice este tipo de triunfos, obtenerlos resulta significativo de lo que está siendo la temporada: en un curso marcado por los cambios en la plantilla, por la juventud de esta y por las perspectivas de futuro, el equipo huye siempre de las excusas para centrarse en el presente y pelear cada punto como lo que es, oro puro.
Cuidado...
Tampoco es cuestión de pintarlo todo de color de rosa. Sin distracciones ajenas a la Liga, la Real ya ocupa una plaza (octava) más que susceptible de meterle en Europa, mientras varios de los rivales directos parecen desinflarse. El equipo txuri-urdin acredita encima un hambre a priori impropio de quienes llevan cinco años consecutivos viajando por el continente. Y muestra además una chispa ofensiva que le sigue permitiendo, a estas alturas de la campaña, crear todo lo que creó en el estadio Gran Canaria. Sin embargo, resultará complicado sellar un pasaporte si de aquí a mayo se suceden regalos como los de este mismo domingo, cuando los de Imanol sirvieron en bandeja tres goles a Las Palmas. El pase atrás de Sergio, la poca contundencia previa al larguerazo de Fabio Silva y el tanto encajado tras un saque de banda favorable suponen un aviso a navegantes: tu portero no va a jugar siempre vestido de súper héroe, a veces el delantero rival acertará, y en otras muchas pasará lo que pasó en el 1-2, que te la enchufan ¡Ojo!