La Real Sociedad obtuvo este domingo en el campo de Las Palmas una muy importante victoria en su camino hacia Europa. Dentro de un partido en el que también tuvo que atravesar momentos complicados y de sufrimiento, el cuadro txuri-urdin completó en líneas generales una buena actuación, generando numerosas oportunidades ante la meta rival. En este sentido, resultó clave el rol de Pablo Marín proyectándose al ataque por el carril del 10, zona que viene utilizando últimamente para hacer mucho daño a los adversarios.
La coordinación entre Oyarzabal y Marín que muestra esta última imagen se está repitiendo durante los últimos encuentros, comenzando por el de la anterior jornada contra el Valladolid. El centrocampista riojano está acreditando una importante inteligencia táctica para detectar los momentos en que sorprender, observando los movimientos del propio punta (Oyarzabal) o del extremo de su costado.
También en Madrid
Tres días después del triunfo en Anoeta, el gran partido de la Real en el Santiago Bernabéu contra el Real Madrid también tuvo en las proyecciones de Marín un importante ingrediente ofensivo. Los txuri-urdin marcaron precisamente así el 0-1, al subir al ataque el canterano tras dejada de Oyarzabal a Zubimendi. El pivote puso el balón en la cabeza del propio Marín, cuya peinada aprovechó Barrene para batir a Lunin y marcar el primer gol de la noche.
La semana de la Real finalizó este domingo en Las Palmas, con el 28 txuri-urdin repitiendo con éxito su movimiento. Marín hizo mucho daño a los amarillos según las dos fórmulas vistas: en coordinación con el delantero centro (Oyarzabal) o con el extremo de su banda (Ander Barrenetxea). La gran actuación del de Logroño significó los elogios en rueda de prensa de Imanol Alguacil, quien viene depositando en él gran confianza.
La baza de Marín puede resultar muy importante durante el tramo final del campeonato, por lo que su perfil tiene de distinto respecto al de los teóricos titulares en la demarcación, Brais y Sucic. Tanto el riojano como Olasagasti, aunque este con un menor nivel técnico, permiten a la Real mezclar su juego ofensivo, con combinaciones por dentro para encontrar superioridades interiores y también, tal y como hemos visto, con una notable agresividad a la hora de atacar la espalda de las defensas rivales.