La Real Sociedad ya ha hecho historia durante la presente temporada 2024-25. No se trata de una cuestión de éxitos, de títulos, ni de resultados. Hablamos, más bien, de la cantidad de partidos oficiales que habrá disputado el conjunto txuri-urdin cuando concluya el curso. Ganando el jueves a Osasuna y clasificándose para las semifinales de la Copa del Rey, los de Imanol ya se han garantizado concluir la campaña con al menos 55 encuentros a sus espaldas, cifra que nunca se había dado durante los 115 años de vida del club. El anterior récord, las 54 contiendas de los ejercicios 1982-83 y 1986-87, va a ser superado con total seguridad.
Las cuentan salen solas. El conjunto blanquiazul disputará esta temporada las habituales 38 jornadas de Liga. Además, en la Copa jugará al menos siete encuentros (las cinco eliminatorias ya superadas más los dos duelos de semifinales). Y el mínimo de partidos con el que cerrará su participación en la Europa League es de diez (las ocho jornadas de la primera fase más las dos próximas contiendas frente al Midtjylland). En total, 55 duelos que se verán ampliados en número si la Real apea a los daneses, o si obtiene un billete para la final de La Cartuja.
Por todo lo explicado, existen ya datos objetivos para situar la presente campaña como la más exigente en la historia txuri-urdin, una circunstancia que se ve además multiplicada por otros factores analizables desde perspectivas más subjetivas. El equipo ha encarado la temporada inmerso en un importante relevo generacional, con salidas de futbolistas importantes (Robin Le Normand y Mikel Merino) e incorporaciones de jugadores jóvenes (Sergio Gómez, Luka Sucic, Javi López u Orri Óskarsson). En verano apenas hubo trabajo colectivo de pretemporada, al condicionar la Eurocopa y los Juegos Olímpicos la llegada a Zubieta de importantes integrantes de la plantilla. Y el modo en que transcurrió el mercado estival propició además que dos de los refuerzos aterrizaran en la entidad con tres jornadas ligueras ya celebradas.
Una constante
Lo cierto es que Imanol Alguacil se ha ido acostumbrando poco a poco a gestionar temporadas así, con calendarios sumamente cargados. La de la pandemia, la 2019-20, acabó con 45 partidos jugados y una final de Copa pendiente. A partir del siguiente curso, mientras, la Real, siempre europea, ha alcanzado de forma sistemática la barrera de los 50 encuentros. Fueron exactamente 50 en la 2020-21, uno más (51) en los dos siguientes cursos, y el pasado ejercicio 2023-24 se saldó ya con 53 contiendas oficiales. Entonces también se alcanzaron las semifinales de Copa y se llegó a la fase de eliminatorias en Europa, pero ahora marca la diferencia el nuevo sistema de competición en los torneos continentales: ha agregado dos jornadas a la primera fase, y de momento esto es lo que determina que la Real vaya a disputar al menos 55 encuentros.
Este máximo histórico de partidos puede cantarse a viva voz al estar ya garantizado superar los 54 de dos temporadas que encima deben analizarse con asterisco. La 1982-83 fue la campaña en que la Real llegó a las semifinales de la Copa del Rey y de la Copa de Europa, cierto, pero también un curso que cerró disputando la ya extinta Copa de la Liga, torneo que se extendía hasta junio y que los equipos afrontaban desde una perspectiva más relajada. La campaña 1986-87, mientras, fue la del título copero en La Romareda, pero también la de la famosa Liga del play-off, un formato efímero que llevó al campeonato de la regularidad hasta las 44 jornadas. Como tras la fase regular la Real figuraba en mitad de tabla, los txuri-urdin acabaron el curso en el grupo intermedio, sin pelear por Europa ni por la permanencia, lo que les permitió centrarse en la final de Zaragoza que tenían pendiente.
La Real de Imanol, por su parte, se ha acostumbrado a ver en cada uno de sus partidos una batalla de gran trascendencia. Sólo las últimas jornadas de las tres últimas Ligas, en Anoeta contra Atlético, Sevilla y Atlético de nuevo, han significado algo así como amistosos encubiertos. Ahora, en el ánimo de los txuri-urdin se encuentra la voluntad de mantener la llama europea viva hasta el final del campeonato. Las semifinales de Copa y la eliminatoria de Europa League frente al Midtjylland se van a afrontar a cara de perro. Conservar vivo el objetivo continental, mientras, pasa por sumar victorias con mayor frecuencia los fines de semana. La visita del Espanyol este domingo (18.30 horas) significa una buena oportunidad.
Amplio plantel
Dentro de una temporada así de exigente, el entrenador está recurriendo a un número elevado de futbolistas. Hasta la fecha ha utilizado a un total de 33, aunque el uso de cuatro de ellos (Goti, Balda, Beitia y Rupérez) fue exclusivo de la eliminatoria copera ante el Jove Español, y el de Mariezkurrena sólo tuvo luego continuidad en la visita al Conquense. De los otros 28 jugadores, mientras, tres ya no están en nómina, los cedidos Sadiq, Urko y Magunazelaia, por lo que restarían 25 más el tercer portero Aitor Fraga. Toda vez que la enfermería apenas tiene inquilinos y que la recuperación de Hamari Traoré está resultando muy rápida, la Real encara muy bien surtida de efectivos el tramo final de una campaña histórica en materia estadística... Ahora se trata de trasladar el récord de partidos al logro de objetivos deportivos.