Son sólo 20 puntos en otras tantas jornadas para ocupar la 16ª plaza de la clasificación, con una exigua renta sobre la zona de descenso. Gracias a los 17 goles únicamente encajados (es la tercera mejor defensa de la Liga tras las de Atlético y Real), ha rentabilizado al máximo sus 14 dianas anotadas. Y el equipo mira ahora a la segunda vuelta con la baja cifra de 21 fichas tramitadas en la primera plantilla, sin que los directivos parezcan tener mucha prisa por incorporar nuevos futbolistas. Ahí quedan los números del Getafe de José Bordalás, que se aferra a la idea de su entrenador, convertida prácticamente en religión, para intentar conseguir la difícil permanencia. Este domingo visita a la Real Sociedad.

Un verano para olvidar

Los azulones vienen de lo que vienen, de un verano para olvidar. Se agotaron entonces las cesiones de habituales en los planes del técnico como Greenwood (Manchester United), Carmona (Sevilla), Óscar Rodríguez (Sevilla) o Latasa (Real Madrid). Salieron del club otros puntales como el defensa Gastón (Al-Qadisiyah), Maksimovic (Panathinaikos) y Jaime Mata (Las Palmas). Y además se enquistó la recuperación de rodilla del lesionado en marzo Borja Mayoral. Por si todo ello fuera poco, uno de los refuerzos más importantes para el ataque, el cedido Álvaro Rodríguez (Real Madrid), aterrizó en el Coliseum con una dolencia que el propio Bordalás “desconocía” al formalizarse la operación. El 31 de agosto, precisamente en la rueda de prensa previa al Getafe-Real de la primera vuelta, el entrenador alicantino censuró el mercado estival de la entidad. “Vamos a necesitar que Dios reparta suerte”, aseguró. 

Greenwood dejó el Getafe y regresó al manchester United, desde donde recaló en el Olympique de Marsella.

Las llegadas

Se refirió así Bordalás a lo corto de su plantel y a las dificultades que vendrían en caso de lesiones. Lo que no dijo, porque habría significado lanzar piedras contra su propio tejado, es que la calidad de las llegadas veraniegas no palió la de las pérdidas sufridas. Además del citado Álvaro, se incorporaron entonces el meta Letacek (Banik Ostrava), Berrocal (Eibar), Sola (Real Sociedad), Nyom (sin equipo previo), Peter Federico (Real Madrid), Uche (Ceuta), Carles Pérez (Celta) y Bertug (Rennes). Nada que ver con lo que había salido. El principal argumento para la salvación pasó así a residir en el libreto del entrenador, quien es toda una institución en el club.

Álvaro Rodríguez, en su presentación, que coincidió con la de un nuevo patrocinador.

El técnico

El Getafe descendió a Segunda en 2016 y no arrancó nada bien en la categoría de plata. Para aquel septiembre, el técnico Juan Eduardo Esnáider ya había sido relevado por Bordalás, cuyo mandato duró cinco años: ascenso a las primeras de cambio, salvaciones holgadas y un billete europeo con notable trayectoria posterior en el continente fueron las credenciales del alicantino para dejar el club por la puerta grande en 2021, rumbo al Valencia. Menos de dos temporadas después de marcharse, en abril de 2023, ya había regresado, en esta ocasión en calidad de bombero. El Getafe de Quique Sánchez Flores sufría para salvarse y Bordalás contribuyó desde el banquillo a lograr los puntos necesarios en las jornadas finales, inicindo entonces una segunda etapa que se prolonga hasta el día de hoy, ya con el club en época de vacas flacas.

José Bordalás. The Coaches' Voice

Una idea muy firme

Resulta difícil imaginar a otro entrenador sacándole más partido a la actual plantilla azulona. Bordalás dispone de pocos jugadores y de muy escasa dinamita ofensiva, pero al menos puede presumir de que todos sus futbolistas son soldados adheridos a la causa. El Getafe es un equipo sumamente directo en ataque: el balón largo significa siempre su argumento inicial para acercarse a la meta rival. Y en defensa, mientras, da continuidad a esa filosofía de mantener el esférico lo más alejado posible de su propia portería. En la Liga, sólo el Barcelona espera a sus adversarios con la zaga más adelantada, una estadística orientativa sobre dónde se pueden plantar los madrileños en Anoeta: juntitos y ordenados, sí, pero para nada atrincherados. Queda la incógnita sobre el sistema de un equipo habituado al 4-4-2 y que en la última jornada puso en liza un 4-5-1.

GETAFE-BARCELONA (4-5-1): los azulones poblaron su centro del campo con Djené como pivote. Como se observa en la imagen, actuaron con la zaga adelantada pese a que el cuadro culé dispuso casi siempre de la posesión.

LAS PALMAS-GETAFE (4-4-2): plan más habitual del equipo de Bordalás, actuando mediante un 4-4-2 en el que uno de los dos puntas vigila al pivote del adversario. La zaga, siempre adelantada.

JUEGO DIRECTO: en ataque el Getafe suele apostar por los envíos largos, una idea que ilustra esta imagen en la que los azulones vacían casi por completo su centro del campo. Los centrales y Arambarri mueven el balón atrás y hasta seis futbolistas se ubican arriba para atacar la última línea del adversario.

Sola, cada vez con menos minutos

Álex Sola dejó la Real en verano para poner rumbo a Getafe. El club azulón pagó un millón de euros por el traspaso y se comprometió hasta 2027 con un futbolista que ha desaparecido de las alineaciones iniciales de Bordalás. Jugando principalmente como extremo izquierdo, Sola fue titular en once de las doce primeras jornadas de Liga. De los ocho siguientes partidos del campeonato, mientras, sólo ha comenzado uno. En otros cuatro salió desde el banquillo. Y en tres permaneció inédito, incluido el de la semana pasada contra el Barça.