Fue un verano complicado, con salidas importantes, mucho movimiento en el mercado y ausencia de trabajo de pretemporada para jugadores clave en el plantel. Como consecuencia de lo vivido en julio y agosto, la situación a finales de septiembre no era la mejor, pues la Real Sociedad ocupaba entonces la zona media-baja de la clasificación tras un arranque liguero al que no nos tenía acostumbrados. Sin embargo, las circunstancias han ido poco a poco mejorando, y con ellas los resultados, hasta el punto de que la remontada en la tabla puede alcanzar esta tarde en Butarque un momentáneo culminante. Si los txuri-urdin vencen en Leganés, habrán dejado definitivamente atrás el lastre acumulado durante las primeras jornadas. ¿A qué responde semejante afirmación?

Transcurridas quince jornadas del campeonato, el cuadro de Imanol Alguacil ha sumado 21 puntos de 45 posibles. Conseguir otros tres hoy en tierras madrileñas llevaría la estadística a 24 de 48. Es decir que permitiría a la Real presumir de haber obtenido la mitad de los puntos puestos en juego, una media que a final de curso significa figurar sí o sí en la pelea continental. Verse en la pomada significaría así un indudable impulso para un equipo que no recupera a lesionados para la ocasión, pero que sí cuenta al menos con los tres futbolistas a los que el entrenador dio descanso en la Copa, Aguerd, Aramburu y Kubo, todos ellos fuera de la convocatoria en Cuenca. Tampoco jugaron allí ni Remiro ni Zubeldia ni Aihen ni Zubimendi, con lo que la columna vertebral blanquiazul aterriza en Leganés descansada y sin sobrecargas.

El once

Se antoja bastante sencillo acertar esta tarde la alineación del entrenador, o al menos buena parte de la misma. Los siete jugadores citados apuntan claramente a figurar en la misma. Y sus otros cuatro ocupantes serán, sobre el papel, aquellos futbolistas que menos jugaron en la Copa: Sucic, Brais, Sergio Gómez, Oyarzabal y Barrene significan cinco candidatos para las mencionadas vacantes. Así, el cansancio copero no sirve de excusa, ni en cuanto a desgaste físico propio ni en cuanto a comparativa con el rival, un Leganés que necesitó el miércoles prórroga y penaltis para apear al modesto Estepona.

Los pepineros han hecho de Butarque su principal fortaleza para optar a la salvación. Allí han disputado siete partidos, ganando tres (sus únicas victorias) y empatando otro. La última derrota contra el Real Madrid (0-3) le cortó al Leganés una racha de más de 300 minutos sin recibir goles en casa, estadística que da buena muestra de lo competitivo que, con sus recursos, suele mostrarse el conjunto entrenado por Borja Jiménez. Franquesa, Haller, Brasanac y Dani Raba causan baja por lesión, lo que unido al desgaste acumulado en la Copa por Munir y Juan Cruz (jugaron los 120 minutos) deja al técnico sin muchas opciones para los puestos de extremo. El pivote Cissé podría ver escorada su posición habitual para echar una mano en defensa por el costado diestro.