Lucas Eguibar disputará los Juegos Olímpicos de Milán-Cortina d'Ampezzo en 2026. El rider donostiarra ha obtenido matemáticamente la clasificación para la cita olímpica y estará presente por cuarta vez esta competición tras las ediciones de Sochi 2014, Pyeongchang 2018 y Beijing 2022.
Eguibar firmó un séptimo lugar en Rusia, un puesto 33 en Corea del Sur y otro séptimo puesto en China.
El objetivo del donostiarra será alcanzar el podio, más concretamente el oro, algo para lo que cree que tiene "bastantes opciones”. Tras meses de preparación tanto en Basque Team Zentroa como en el centro Equilibrium de Donostia y también en la nieve (estos últimos días en Formigal), Eguibar cree que estará en su "punto óptimo de preparación" al llegar los Juegos. A pesar de que los últimos años han estado marcados por las lesiones, primero la de espalda y después la del tendón de Aquiles, Eguibar afronta la gran competición con ilusión y optimismo, superados todos sus problemas físicos.
A pesar de que en la primera Copa del Mundo de la temporada, la de Cervinia, no pudo pasar de cuartos de final, afirma que al 12 de febrero, día en el que se disputará la clasificatoria y la carrera, llegará en el momento más dulce de la temporada, acorde a la progresión que está experimentando.
"Me gustaría verme con una medalla de oro"
El rider ha reconocido que su preparación va enfocada a estos Juegos Olímpicos. "Me gustaría verme con una medalla de oro en los Juegos siempre, y sé que no es lo mismo que las Copas del Mundo, pero lo afronto como una carrera más. Mi objetivo para este año son los Juegos y la Copa del Mundo. Para mí tiene mucho significado también ganar el Globo de Cristal. Me he preparado para todo eso, sabiendo que ese 12 de febrero va a ser el día".
Además de los dos diplomas olímpicos mencionados, Lucas obtuvo la medalla de oro en el Mundial de Idre Fäjll (Suecia) en 2021, la medalla de plata individual y la medalla de plata por equipos en el Mundial de Sierra Nevada de 2017 y el cuarto puesto en el de Solitude (USA) en 2019. En 2015 fue el flamante vencedor del Globo de Cristal de la Federación Internacional de Esquí (FIS) que premia al ganador de la general de la Copa del Mundo.