La Real Sociedad visita este martes en Son Moix (19.00 horas) a un Mallorca muy cambiado respecto a anteriores temporadas. Tres salvaciones consecutivas y una final de Copa significan el bagaje en Palma de un Javier Aguirre que ya es historia para el conjunto bermellón, dirigido desde este verano por Jagoba Arrasate. El técnico de Berriatua no ha tardado en dotar al equipo de un sello propio que tampoco se está traduciendo en grandes resultados (cinco puntos en las cinco primeras jornadas), pero que apunta claramente a seguir cuajando con el paso del tiempo. El juego de este nuevo Mallorca y la ruptura con el pasado que implica pueden resumirse desde cinco puntos principales.

1- El dibujo

Los cinco defensas, con tres centrales y dos carrileros, han dejado de formar parte del sistema de cabecera mallorquinista. Jagoba ha implantado desde su llegada un 4-2-3-1 como punto de partida, aunque tampoco conviene ceñir la propuesta del de Berriatua a un esquema fijo. Lo cierto es que el mencionado 4-2-3-1 significa para los de Arrasate un dibujo dinámico y adaptable a las distintas circunstancias del juego.

Momento del partido ante el Villarreal en el que el Mallorca mostró su teórico 4-2-3-1.

En los inicios desde su portero, por ejemplo, el Mallorca acostumbra a modificar las alturas de su centro del campo, formando entonces con un pivote único y dos interiores. Así, en situaciones como saques de puerta, o en fueras de juego y faltas a favor señalados cerca del área propia, los baleares dibujan un 4-3-3 sucedáneo del ya visto 4-2-3-1. Samu Costa, integrante del teórico doble pivote inicial, suele ser el elegido por Jagoba Arrasate para ganar metros y situarse como interior izquierdo, con Morlanes o Mascarell por delante de la zaga.

Instante del partido ante el Villarreal durante el que el Mallorca formó en 4-3-3, en el inicio desde atrás de una jugada.

Sea como sea, Jagoba es un técnico inteligente que sabe aprovechar los mimbres de los que dispone y las fortalezas mostradas por el Mallorca durante las últimas campañas. Los centrales que vienen siendo titulares, Raíllo y Valjent, así como el suplente Copete son defensas que se sienten cómodos en situaciones de bloque bajo, protegiendo el área. Así, Arrasate ha recurrido a la mencionada zaga de cinco en contextos en los que ha tenido que proteger un marcador. Lo hizo justo antes del parón internacional, durante los minutos finales de la visita al Leganés en Butarque (victoria 0-1).

Minuto 84 del partido en Leganés, con el Mallorca defendiendo ya mediante un claro 5-4-1.

2- Más ricos con balón

Lo dicho respecto al dibujo y a la defensa de cinco sirve también para explicar el comportamiento del Mallorca con balón. Jagoba sabe que formar con Vedat Muriqi en punta significa todo un privilegio en determinadas situaciones: si el inicio de una jugada se complica, o si el equipo simplemente busca explotar la vía directa, pueden lanzarse envíos largos al delantero kosovar, algo a lo que los bermellones no renuncian. Sin embargo, su comportamiento con el esférico sí resulta más moderno y sofisticado que en cursos recientes. El cuadro balear trata de progresar desde la posesión y a través de distintas fórmulas, siendo la principal una salida de tres con la caída a banda de uno de los pivotes, la proyección de ambos laterales y el movimiento a carriles interiores de los teóricos extremos.

Lance del partido ante el Villarreal: Samu Costa cae al perfil zurdo de la salida de tres, Morlanes queda como pivote único, las bandas son para los laterales Lato y Antonio Sánchez, y los extremos Domenech y Asano pisan carriles interiores. Dentro de un contexto muy dinámico, lateral (por dentro) y extremo (por fuera) de una misma banda pueden intercambiar sus ubicaciones.

El sábado contra el Villarreal, además, Arrasate demostró cintura y dirección de campo tratando de burlar el 4-4-2 amarillo en esos inicios desde atrás, con el Mallorca dibujando el ya analizado 4-3-3. Saliendo por banda izquierda mediante Lato, escorando a banda al interior Samu Costa e impidiendo saltos a la presión del rival con las caídas al sector de Muriqi, los baleares acertaron a encontrar al portugués para dar inicio a sus ofensivas. Un par de conexiones con este coincidieron con la mejor fase bermellona en el partido, mostrando el equipo un comportamiento más rico con balón que en anteriores cursos.

Lato recibe el balón y va a encontrar libre de marca a Samu Costa, escorado en banda. Delante del propio Costa (fuera de imagen), Domenech y Muriqi, ambos en el ala izquierda, fijan rivales e impiden el salto de estos en ayuda.

3- Una presión más agresiva

El actual Mallorca viene mostrándose más atrevido que el de Aguirre a la hora de presionar. Con el mexicano en el banquillo, el cuadro balear seleccionaba en mayor medida sus fases de bloque alto y agresivo. En el equipo de Jagoba, mientras, apretar con todos los futbolistas los reinicios del adversario significa prácticamente una constante. El sábado ante el Villarreal, por ejemplo, el salto a primera línea del mediapunta Dani Rodríguez, quien presionaba a los centrales a la misma altura que Muriqi, dibujaba un osado entramado de emparejamientos al hombre por todo el terreno de juego. Cabe reseñar que los defensas bermellones, a quienes antes situábamos cómodos en situaciones de bloque bajo, no lo están tanto marcando a campo abierto...

El Mallorca presiona a pares (emparejamientos al hombre) al Villarreal, este sábado en Son Moix.

¿Cómo repetiría esto último Jagoba ante el 4-3-3 de la Real? Según lo visto en Butarque contra el Leganés, replicaría el bloque alto del sábado frente al Villarreal haciendo a uno de sus centrales saltar a por el interior txuri-urdin de tercera altura. Sin embargo, el juego de los blanquiazules puede implicar matices en la idea defensiva del Mallorca, en lo relativo a la estructura de la presión alta e incluso a la actitud sobre el campo, quizás algo más conservadora. De darse esta segunda circunstancia, no resulta nada descabellado imaginar un panorama de encuentro en el que los baleares esperen a la Real en bloque medio y dibujen un 4-4-1-1 que iguale la batalla medular. El mediapunta quedaría aquí anclado en la vigilancia a Zubimendi. El doble pivote permanecería por detrás, con los interiores de la Real. Y el delantero bermellón debería encargarse de incomododar a los dos centrales guipuzcoanos. Si semejante contexto se confirmara, sería muy probable que el propio Zubimendi apostara por incrustarse en la zaga para ver el juego de cara.

Dani Rodríguez permanece anclado con Tapia, pivote del Leganés, con Morlanes y Costa cubriéndole las espaldas. Delante, Muriqi queda a cargo de los dos centrales pepineros.

4- Los goles, tras centro lateral

El Mallorca ha marcado tres goles en lo que llevamos de Liga, ante Real Madrid (1-1), Leganés (victoria 0-1) y Villarreal (derrota 1-2). Se da la circunstancia de que todos ellos han llegado tras centros laterales desde la banda izquierda. Muriqi anotó de cabeza contra el Madrid a la salida de un córner botado por Darder. En Butarque, hizo la diana Dani Rodríguez tras envío de Toni Lato y dejada del delantero kosovar. Y el sábado frente al Villarreal un centro con la zurda de Asano lo convirtió Albiol (en propia puerta) en el momentáneo empate. La estadística no responde a la casualidad, pues el conjunto balear lanza muchos envíos al área rival (el que más de la Liga) y carga siempre esta con varios futbolistas.

Asano se dispone a centrar al corazón del área contra el Villarreal, en la acción que significó el gol en propia puerta de Albiol (momentáneo 1-1). Hasta cuatro futbolistas del Mallorca se disponen a cargar el área, y un quinto espera el rechace en la frontal.

5- Amenaza en profundidad

Veíamos ahora al japonés Takuma Asano lanzando el centro que significó el gol del Mallorca ante el Villarreal. El buen rendimiento del jugador nipón, en cualquier caso, viene yendo mucho más allá de los envíos al área. Asano, compañero de Take Kubo en la selección, ha dotado este curso de chispa ofensiva a un ataque balear demasiado ceñido al fútbol directo durante los últimos años. Llegado en verano procedente del Bochum alemán, el futbolista japonés está aportando nivel, adaptación inmediata y una característica que enriquece las ofensivas bermellonas: velocidad para amenazar al espacio. Contragolpear tras robo ha dejado de significar una quimera para un Mallorca que se ha modernizado para el actual curso 2024-25. En su camino hacia equipo más versátil y camaleónico, eso sí, se ha dotado ya de unas señas de identidad claras que van a sustentar este proceso de crecimiento.

Asano corre al espacio para recibir tras el lateral del Villarreal (Cardona) un envío profundo de Antonio Sánchez.