Bisturí en mano, Álvaro Odriozola entra a analizar los pormenores de una temporada de la Real Sociedad con altibajos, que ha terminado haciendo historia con la quinta clasificación consecutiva para Europa.

Balance y nota de la temporada de la Real Sociedad.

Para el equipo un notable. Ha sido una temporada muy exigente, ha habido mucho jugador incluido yo con adaptación dura, complicada y aun y todo el equipo ha competido en las tres torneos de una manera fantástica, pero, viendo el nivel que tiene el equipo, hay que exigir, hay que pedir más y por eso no doy el sobresaliente, que hubiese sido alcanzar un título. Siempre recordaré esa semifinal contra el Mallorca. 

Ese KO condiciona todo el análisis...

Sí. Imanol nos lo dice mucho. Todos tenemos que ser conscientes de dónde viene la Real. Yo he sido recogepelotas cuando la Real jugaba en Segunda y muchos no querían ni ir, ahora imagino que habrá tortas por ir de recogepelotas. La Real ha tenido años muy malos, por eso hay que reconocer todo el trabajo que se está haciendo en el club en los últimos años. Pero también creo que la exigencia tiene que ser muy muy alta y acorde a los niveles actuales porque tenemos unas instalaciones de Champions, una plantilla de Champions y una afición de Champions. ¿Por qué no soñar? El techo de esta Real Sociedad no se ha visto. Por eso es un notable, porque tenemos que pensar cada uno en dar más, individualmente y como equipo, porque el límite tiene que ser alcanzar títulos con la Real Sociedad. 

En la semifinal les pasó de todo...

En el fútbol no existe el merecimiento, si no la metes y el rival sí... En el penalti hay un punto de azar pero hay que meterlo. Fue muy duro tanto para los jugadores como para la afición y todos los que estamos aquí tenemos ese anhelo de conseguir un título con la Real y con la afición. 

¿Creían que iban a ganar la final?

Sin duda. Confiamos mucho en nosotros mismos. Notaba ese pesimismo porque no estábamos en el mejor momento de la temporada pero en una final no hay momentos, estás a muerte, no hay ni favoritismos ni medias tintas. Nosotros tenemos el sueño de ganar un título con nuestra afición, con toda Gipuzkoa, algo que tendría que ser majestuoso. Fue uno de los momentos más duros que recuerdo con la Real, comparar con los de Segunda División, que me acuerdo del partido contra el Alavés, que nos remontan, que fue un día de llorar, de estar hundido… Esto es quedarte a las puertas de la gloria. Pero en el cómputo global es una temporada notable y ahora hay que hacer que la próxima sea sobresaliente. 

¿Es rencoroso con el Mallorca?

No. No soy nada rencoroso pero quiero ganar todos los partidos y cuando juegues contra el Mallorca lo recordarás. Pero aquí todos los partidos son una final, Imanol nos lo transmite así y así tiene que ser. El derbi es un partido especial, pero cualquier partido tiene que ser como si fuera el último y esa es una de las claves del éxito Imanol, que el equipo compite contra todos. Un derbi es especial, evidentemente que no es un partido más, cómo va a serlo, para nada. Pero hay que competir todos los partidos como si fuera un partido contra el Athletic. 

Demostraron que era de Champions...

Ahora te hablo como aficionado y para mí no ha habido un momento en la Real que se haya jugado como en la fase de Champions este año. Fue excelente. Hubo partidos que fueron excelentes, con lo cual el nivel está y hay que llegar en ese punto de forma óptimo a febrero y marzo, que es donde te juegas el todo por el todo. Hubo un pequeño bajoncito y es un momento muy importante de la temporada. Se llegó a la excelencia en esa fase de grupos e incluso en la primera parte contra el PSG, que siempre recordaré el larguero de Merino, y qué podría haber pasado si ganas ese partido o metes el primer gol. No hay que pensar en el y si, porque es pasado, pero lógicamente en ese momento puntual de fase de grupos fuimos excelentes. Tenemos ese nivel y hay que llevarlo lo máximo posible la próxima temporada. 

¿Y en la Liga?

Sabe muy bien ganar en el Villamarín, que es un campo muy complicado, contra el rival directo con el que te estás jugando todo. En el vestuario fue una explosión de júbilo. En la Liga ha sido muy meritorio lo que se ha hecho, un ejercicio de resiliencia porque ha habido muchas lesiones, muchos problemas físicos, partidos en los que dices ¿cómo hemos perdido hoy? Creo que el equipo tiene mucho mérito, en Liga hay mucho nivel y creo que hemos competido en todo momento y en todo partido. No recuerdo un partido en el que hayamos sido inferiores. 

¿En qué se puede mejorar?

En todo. Físico, mental, técnico, táctica, pero, si hablara de una mejora concreta, es en competiciones europeas con vistas a ganar un título llegar en mejor momento a los cruces, tener más mordiente, machacar al rival… Porque en muchos partidos hemos sido muy superiores y al final nos han empatado o perdido. Tenemos que saber cerrarlos.