Dicen que en el duelo se debe pasar por diferentes fases. Solo la buena suerte quiso que Amaya se quedara a pocos milímetros de la muerte después de recibir un impacto tras una carga de la Ertzaintza minutos antes del comienzo del encuentro ante el PSG. Tras denunciar en este periódico el inmovilismo de la policía autónoma y de la jueza de las que no tenían noticias pasados casi tres meses del día de lo sucedido, Asuntos Internos no tardó en ponerse en contacto con la familia para tomarle declaración a la herida a la que, insistimos, nadie había llamado para que prestase declaración. 

Después del interrogatorio y de la posterior filtración interesada al medio de comunicación de siempre de que las conclusiones de la investigación policial descartaban que hubiese sido un proyectil disparado por un agente y afirmaban que podían haber sido producidas por su caída, el marido de la herida, Joseba Novoa no tiene problemas en reconocer que la fase que atraviesa actualmente en el duelo es la ira porque por su cabeza circulan demasiadas preguntas sin respuesta y demasiados movimientos de la Ertzaintza para los que no encuentra explicación.

No entiende nada: “La entrevista que me hiciste se publicó el miércoles y casualmente el jueves por la noche me llamaron de Asuntos Internos que querían hablar con Amaya. Pretendían que fuésemos a la comisaría de Erandio y, como es normal, les contesté que no, que como mucho a la de Donostia. Al final accedieron a venir hasta a Irun. Nos comentaron que nos iban a dejar ver unas imágenes y empezaron a tomarle declaración. Hay varios momentos que se le preguntó bastantes cosas que no lograba recordar al estar conmocionada por el impacto, ya que tiene lagunas”, señala un afectado Novoa.

Unas imágenes muy malas sin resolución

La familia había puesto muchas esperanzas en las imágenes que les iban a mostrar, pero la decepción fue enorme: “Terminamos de declarar y me dice: Bueno, os voy a enseñar un vídeo, corto, de unos 50 segundos que es en el único en el que se ve a Amaya. Pero bueno, no os hagáis ilusiones porque no se ve bien, pero te lo enseñamos para que veas que no escondemos nada. Me ponen el vídeo y cuando veo la resolución de la imagen me quedo perplejo. Y le comenté: ¿Me estás diciendo en serio que en el 2024 que las únicas imágenes de Amaya que tenéis son con esta resolución? A lo que me replican Pues hemos puesto filtros de noche, mejorado la imagen… Además, les incido en que la cámara, por la posición, es la de la primera farola del paso de cebra enfrente de la terraza de la Venta de Curro y la coloca el Ayuntamiento, no de la propia Ertzaintza. Justo enfoca a los cuatro carriles del paseo de Errondo y, casualidad, les pilla a ellos solo por la espalda”.

Según Joseba, la calidad del vídeo era lamentable: “La imagen era muy mala, muy muy mala. No había ambiente de disturbios, se ve cómo la policía carga cuando no se observa que hay incidentes… Eso sí, la última imagen antes de que Amaya esté en pie y caiga volando al suelo al sufrir un impacto lateral, es que hay tres ertzainas en frente de ella a una distancia no mayor a cuatro metros. Cuando veo las imágenes la verdad es que me impacta porque yo siempre he defendido que el disparo tenía que ser a corta distancia para producir lesiones tan graves, pero no me imaginaba que tanto. El jefe de Asuntos Internos insiste en que él no puede confirmar que sea un proyectil de foam, pero tampoco lo puede desmentir porque no se ve bien”.

Joseba Novoa consulta relacionados con el caso en el despacho de su abogado. Javier Colmenero

La indignación crece por momentos cuando les dicen que no han interrogado a los tres agentes citados: “Me dice que desconoce si han disparado o no. Hemos avanzado porque yo tengo claro que los tres ertzainas que están enfrente de Amaya ya tenían que haber estado delante de la jueza, pero no les ha tomado declaración ni sus propios compañeros de Asuntos Internos, como nos lo reconocieron ellos mismos. ¿Qué investigación es esa que no han interrogado a los policías presentes tres meses después? Deberían explicar por qué de repente vuela una mujer lateralmente hacia el lado derecho a cuatro metros de distancia o qué fuerza han ejercido sobre ella. Bien por el impacto de un proyectil o por la caída de un meteorito. Esos tres ertzainas tienen que saber lo que ha sucedido por narices. En las imágenes no se puede ver si llevan escopeta o no, imagínate lo mala que es. Lo que se ve es la poca distancia que les separa cuando sale volando Amaya”.

El vídeo confirma que los agentes tampoco auxiliaron a una herida: “Se ve cómo pasan de largo sin auxiliarle. Amaya vuela, cae, se levanta, se tambalea, cae de rodillas y se va hacia lo que es el Topo. No se ve a las dos testigos, pero la primera persona que le atiende es un indigente francés y es cuando se corta la imagen. No se ve cómo van hacia el Topo y vuelven y le ignoran. La primera vez tienen la excusa de que pasan por encima porque están tratando de responder a un supuesto ataque, pero cuando vuelven a pasar al lado ya no hay perdón”.

Sin incidentes salvo el lanzamiento de una botellas

Los incidentes graves a los que se refirieron los altos cargos de la policía se resumen en un lanzamiento de una botella: “Lo más impactante es que la carga se inicia porque un crío les lanza una botella. No sé ni si es de la Real, porque no se ve. Tira la botella y sale corriendo. Ahí comienza la carga de la Ertzaintza. Salen corriendo unos 20 agentes arrollando a la gente. Incluso están a punto de llevarse por delante a un hombre en silla de ruedas en el paso de cebra. Yo le comenté que si era por esa botella, me parece desproporcionada. Tú no sabes las cosas que hay por detrás, me contestó. Y yo le dije que seguro que tendréis vuestros motivos y lo haréis con toda la ley, pero las imágenes demuestran que solo les lanzaron una botella. Tuvimos unas enganchadas importantes”.

A Joseba le impresionó los pocos medios con los que contaban: “Yo estaba todo el rato diciéndole que echara para atrás. Pero el ordenador tampoco funcionaba bien. Todo andaba mal. Le pregunté ¿aquí no funciona nada bien? Yo en todo momento le mostré mi incredulidad sobre todo porque hay tres ertzainas a cuatro metros y ¿no sabéis resolver el caso? No lo llego a entender. Y se callaba”.

Por si fuera poco, tampoco le dejaron llevarse las imágenes: “Cuando salimos les pedía las imágenes, ya que estaban actuando de buena fe, y me contesta no, no, estas van al Juzgado. Y es que en las imágenes se ve perfectamente que vienen corriendo y que cuando están a escasa distancia mi mujer sale volando y cómo cae. Entonces te preguntas, ¿qué fuerza ha podido proyectar por el aire a Amaya? Es que lo único que puede ser es un proyectil de foam, porque no se ve que les lancen más objetos a la Policía”.

Novoa desmiente categóricamente la versión filtrada por la Ertzaintza de que la lesión se pudo deber a una caída: “No nos ha visto ningún médico forense. Cualquier médico, personal sanitario, que ve la foto de la oreja hinchada... Si se lo hubiese producido con el suelo hubiese caído hacia el lado izquierdo donde sufrió el impacto y no sobre el derecho que es como cayó. Parto de ese base. Segundo, presentaría una mínima laceración, erosión o herida. No presenta nada, solo tiene una inflamación. Y eso solo se tiene cuando te impacta un objeto que es lo suficientemente contundente y este impacto no le genera ninguna herida abierta. Y eso lo dirá al 100% el médico forense cuando se abran diligencias y por fin vean la fotografía y los informes. De eso no tengo ninguna duda. Lo demostraremos”.

Los médicos descartan que fuese por una caída

Los médicos que le atendieron en Urgencias del Comarcal de Irun antes de enviarle al Hospital de Donostia no aluden en ningún momento a que la lesión pudo originarse en una caída: “Al parecer ellos alegan que es una caída, pero Amaya nota el impacto, cae al suelo e incluso se queda sorda de un oído. Además cuando va hacia la entrada del topo y les socorren las dos chicas no les entendía lo que le decían. No oía nada”.

Lo que más le preocupa es el estado anímico y físico de su mujer: “Veo aterrado que la están hundiendo. No puedo entender tantas mentiras. Primero Erkoreka diciendo que no se le ve por la lluvia de botellas y piedras. Falso, no hay lanzamientos de objetos. Segundo la de prensa de Interior diciendo que no les consta que hubiese una carga. Falso, hay una carga como se ve en las imágenes. Tercero: el de Asuntos Internos nos dice que él no puede confirmar ni desmentir que sea una bala de foam. Y al día siguiente filtran una información en la que dicen todo lo contrario. Y luego El Diario Vasco, que publica la información sin preocuparse por contrastarla mientras sigue informando de que le han operado. Falso. Estuvieron a punto, pero viendo el riesgo que corría optaron por no hacerlo”.

Como ya se esperaban, la sensaciones que tuvieron al salir fueron muy malas: “Pensamos que su intención era que, con las imágenes sobre la mesa, me callara y no diera más declaraciones en los medios que es la única forma que tenemos de defendernos. Viendo cómo estaban actuando, sí que temía encontrarme con una filtración interesada así en la que faltan descaradamente a la verdad. Están ganando tiempo. Dicen que no les ha dado tiempo para editar las imágenes, ¡pero si en tres meses han podido hacer hasta una película! Viendo las imágenes ellos se defienden porque no se ve el proyectil y yo me enfoqué con que no se verá, pero sí se comprueba que hay tres ertzainas a cuatro metros y de repente mi mujer vuela. ¿Quién ejerce una fuerza entonces para que ella vuele y caiga lateralmente? Amaya escucha perfectamente la carga, intenta correr, oye un disparo y cae al suelo. Lo tiene clarísimo desde el primer momento. Y esos tres ertzainas siguen sin declarar ante el juez. Dos serán inocentes, pero probablemente uno habrá disparado. Como aparezca una imagen y se vea que hay un disparo se va a confirmar que se están encubriendo”.

La filtración de Asuntos Internos no les pilló en fuera de juego: “Me la esperaba, pero tan hiriente no. Un día me dicen una cosa y al día siguiente cuentan otra distinta, en un intento por desacreditar a Amaya y su versión. Que me demuestren qué fuerza ha podido ejercer sobre mi mujer para que salga volando. Mi conclusión es que se está perdiendo el tiempo y estos agentes deberían estar ante el juez. Estamos esperando. Se ha tramitado la denuncia en el Provincial y unos cuatro meses de plazo. Yo entiendo que en cuanto vea el vídeo la jueza abrirá diligencias. Le suplico que lo haga, porque es que si no, no lo entiendo. Pedimos que abra diligencias para poder defendernos y que se corten un poco, porque me parece muy poco ético y humano que tengamos que salir a desmentir filtraciones interesadas que además son falsas”.

Imagen de la oreja de Amaya tras sufrir el impacto sin ninguna herida.

Amaya se expone a secuelas "para toda la vida"

“Cada día que pasa nos sentimos peor. Anímicamente le están hundiendo a Amaya. Después de ver las imágenes, nos fuimos a un campeonato de fútbol de mi hijo. Ella siempre proyecta una imagen de fortaleza, de estoy bien. Pero se mete en casa y no lo está. No tiene la vidilla que tenía antes. Somos muy de picarnos, de puyitas y no es Amaya. Me da miedo que las secuelas del impacto sean para toda la vida. Claro que el riesgo está ahí. Ella va a poner todo de su parte, porque sé que lo va a hacer”, señala muy preocupado Joseba Novoa.

El parte médico del galeno que le atendió especificaba que Amaya sufrió una “fractura longitudinal de peñasco izquierdo, correcta neumatización de celdillas mastoidees y oído medio. Correcta morfología y posicionamiento de la cadena osicular. Fractura frontal supraciliar izquierda. Se aprecia un trazo lineal esfenoidal derecha que en el contexto clínico puede corresponder con fractura, sin descartar con certeza canal vascular/nervioso”.

Además de un edema subdural que puso en riesgo su vida. En la imagen sacada a los pocas horas del impacto se puede ver cómo tiene la oreja muy hinchada pero no sufre ninguna herida, lo que confirma que fue un impacto muy fuerte y limpio, y descarta al 100% que sea una caída, una botella o una piedra. “Sufrió lesiones muy graves que pusieron en riesgo su vida o dejar secuelas”, explica a este periódico un médico consultado.