Mikel Oyarzabal lo tiene claro: los datos demuestran que el equipo está muy entero físicamente y va a afrontar el final de curso con mucha ilusión puesta en lograr la quinta clasificación europea consecutiva.
Lo del otro día fue un palo ante el Almería.
Un palo duro por todo. Que nos empaten de esa manera, en una jugada puntual y porque tuvimos ocasiones, no todo el partido, pero sí el último tramo del primer tiempo y al principio del segundo, para hacer más goles... Te quedas con esa cara… Pero, bueno, es una pena, toca darle la vuelta y ahora conseguir los tres puntos el domingo para, al menos, compensarlo.
Escuchan los comentarios de “el equipo está muerto”, “no les da para llegar hasta el final”…
Bueno, todos los años es igual, la gente siempre comenta, pero ves los datos de lo que hemos corrido y, comparando con el resto de la jornada y el resto de equipos, siempre estamos arriba, compitiendo. Será porque estamos bien preparados. Pero la gente es libre de opinar lo que quiera.
Es pintoresco que, con el ambiente y la comunión con la grada… se escapen tantos puntos en Anoeta.
Es verdad. Para que al final de temporada estés arriba tienes que sacar más puntos en casa que fuera, digo normalmente. Nos está costando, no estamos teniendo nuestro mejor año en casa, aunque estemos compensando con buenos resultados fuera. Pero ganar en casa es lo que siempre queremos, para que la gente esté contenta y se vaya feliz a su casa. Al final de temporada lo que vale es el cómputo de las dos cosas y no vale hacer una sin hacer la otra o al revés. Este año nos ha tocado así, intentaremos que el año que viene sea de otra manera.
¿Se sienten en deuda con la afición?
En deuda no, porque eso sería si no lo intentásemos, si no nos esforzásemos bien… En algún momento con nosotros mismos, porque la gente quizás no le da tanto valor a lo que estamos haciendo. En semifinales, cuando te eliminan, todos queríamos llegar a la final. Si seguimos así, si firmamos un buen final de temporada, vamos a entrar por quinta vez seguida en Europa, cosa que no se ha hecho hasta ahora nunca en el club, habiendo conseguido un título de por medio. Está claro que del pasado no se vive, pero creo que hay que darle valor a lo que el equipo está consiguiendo, a la continuidad que está logrando. Yo lo he dicho siempre, si hace ocho o nueve años, que es cuando empecé, nos llegan a decir que íbamos a conseguir lo que hemos conseguido, que íbamos a tener esta continuidad, creo que muchos lo hubiéramos firmado y muchos de los que están en la grada y siguen a la Real también lo hubieran hecho. Todo el mundo quiere más y cuando las cosas van bien, la gente se acostumbra y quiere lo mejor, pero nosotros también. Creo que el equipo lo está dando todo y no hay mucho que reprocharle en ese aspecto. Que una ocasión no la metas o tengas un error puntual, pues, lógicamente, ocurre, pero todos juntos somos más fuertes y hay que seguir en esa línea.
Aquí no nos sentimos únicos en nada. Pero la afición de la Real, en las derrotas, es de las mejores...
Obviamente, no quiero decir con esto que la gente no nos ayude o no nos apoye. Hay un entorno muy minoritario que critica esos aspectos. A la afición siempre le vamos a estar agradecida porque siempre está ahí. En los momentos duros, ha estado ahí. El día del PSG, que era muy especial para todos, sabíamos a quién teníamos delante, sabíamos que era un partido muy complicado y aún y todo la gente estuvo, tuvimos nuestras ocasiones hasta cierto punto y aún sabiendo que estábamos eliminados, que se quede, te agradezca el esfuerzo y lo que has hecho en esa competición en el resto de partidos es de agradecer…
El ‘Txoria txori’, el bufandeo… Muy emocionante.
Sí, tienes sensación agridulce, estás contento porque la gente te está ayudando a pasar ese momento, pero a la vez no lo estás porque acabas de perder y no vas a pasar la eliminatoria. Pero se agradecen esos gestos.
“La gente lo comenta, pero ves nuestros datos de lo que la gente ha corrido y, comparando con el resto, siempre estamos arriba”
Les espera un duro calendario.
Cuando acaba el año, todo el mundo conoce a todo el mundo y si otros ahora están por detrás pero tienen partidos más sencillos teóricamente... Este equipo ha demostrado que no le importa contra quién va a competir, que va a dar la cara, va a dar el nivel y va a competir el partido. Este año igual hay algún partido que se me escapa, pero creo que competir como tal lo hemos hecho en todos los partidos contra todos los rivales. Con respeto hacia al adversario, sabiendo que son equipos de mucho poder también, pero confiando en nuestras posibilidades. Si estamos ahí también desde hace tiempo, es por algo.
¿Se respira optimismo en el vestuario?
No es optimismo, es ilusión y ganas de seguir haciendo lo que hasta ahora; estamos en una línea buena, aunque haya partidos peores o mejores, partidos en los que lo haces mejor y no ganas y partidos en los que haces poco, entras y los ganas, pero con ilusión y con ganas.
¿El mazazo del Mallorca condiciona la temporada? Va a perturbar el análisis de la temporada a alguno.
Bueno, si le va a perturbar y quitarle el sueño a esa persona, pues peor para él. Todos queríamos pasar a la final y lo veíamos cerca, con la vuelta en nuestra casa, con nuestra gente, pero no se dio.
¿Es lo peor que ha vivido en un campo de fútbol?
El día que no entramos en Europa, el día del Espanyol fue un día duro; el día de la Supercopa contra el Barcelona, después de pelearlo tanto… Hay unos cuantos. El del Mallorca fue un día duro, pero el luto ya pasó. Todos queríamos volver a vivir una final, pero no pudimos y ya está.
No se entiende el rencor del Mallorca en la celebración...
Cada uno es consciente de lo que hace, de cómo actúa. Darle la enhorabuena al Mallorca porque si estaban en la final era por méritos propios. Cada uno elige la forma de celebrarlo, y no hay que darle más vueltas de las que se ha dado.
¿Merino se equivocó?
No merece la pena darle más vueltas. Cuanto menos bombo, mejor.
Algunos dicen que como nuestra Copa no se pudo celebrar, cuenta menos.
Obviamente, me habría gustado jugarla con gente, celebrarla con gente, si fuera el caso, pero vale igual, el título cuenta igual. Los que han ganado este año han hecho méritos, como el Mallorca, para estar ahí, pero no hay que menospreciar a ellos por ésta ni a nosotros por aquélla. Valen por igual.
“Me habría gustado jugarla y celebrarla con gente, pero la Copa cuenta igual; no hay que menospreciar ninguna porque valen lo mismo”
En la Champions, que les quiten lo bailado.
Creo que ha sido una competición en la que hemos dado un nivel muy alto y en la que hemos tenido la mala suerte del sorteo, en el que te toca quizás el rival más temible que te podía tocar. Había otras muchas opciones, que igual tampoco habrías elegido a priori, pero el rival a evitar era éste y ya hemos visto por qué. Ya están en semifinales otra vez. Hay que quedarse con lo bueno, la fase de grupos fue muy buena, rozando la excelencia y creo que la gente lo ha valorado. Lo valoró el día de la vuelta de París, estando allí.
¿Su momento de la Champions League?
Creo que el primer día, el momento en el que ves todo Anoeta, con todo lo que la Champions supone, también con los niños, el himno; el día sorteo...
Se han quedado con la sensación de poder hacer algo más en la Champions…
Teníamos la confianza de que podíamos pasar, que podíamos afrontar el partido, pero a veces el fútbol son detalles. Ahora nos acordamos del tiro de Merino en el primer tiempo allí, que pudo cambiar el partido, la acción del primer gol de ellos, en un balón parado, quizás es la acción que mejor puedes defender y luego el partido de vuelta ya estás condicionado, con un resultado desfavorable y tienes que buscar el primer gol o dejar un poco más de espacios y con esos jugadores… Es una pena, pero estamos contentos con lo que hemos hecho.
La mala suerte en los sorteos es digna de estudio. Dejan bendecidos a sus verdugos.
Hemos tenido mala suerte en los últimos años, pero como eso tampoco lo podemos controlar, nos tenemos que centrar en lo que nosotros podemos hacer...