No es que Mikel Oyarzabal ya esté de vuelta, sino que incluso supera los registros que protagonizó en toda la pasada temporada. Con el que logró abrir la cuenta en Salzburgo son ya cuatro las dianas que ha anotado en los últimos cuatro partidos entre Liga y Champions. Además le dio una asistencia espectacular a Barrenetxea en el duelo ante el Granada, le anularon un tercer tanto ante el Getafe que hubiese supuesto su hat-trick y, lo que todavía es mucho más destacable, cuajó una actuación excepcional en el Red Bull, donde estuvo cerca de anotar hasta tres goles más. Aparte de un trabajo impresionante y de dar un magnífico pase a Carlos tras robar una pelota a un rival. Como no podía ser de otra manera, el capitán de la Real y de la selección vuelve a llamar a las puertas de la convocatoria de Luis de la Fuente, para el que es uno de los hombres fuertes de su proyecto. 

En las mismas entrañas del estadio austriaco, Oyarzabal se mostró satisfecho con su actuación personal: “Estoy contento de poder ayudar al equipo con números. A veces no van a salir las cosas y va a tener que ser de otra forma o de otra manera, pero estamos para todo: para las buenas, para las malas y para lo que el entrenador pida para el equipo. Estoy trabajando, intentando ayudar, intentando darlo todo y voy a seguir así. Nunca lo he dejado de hacer. Podrán salir mejor o peor las cosas, pero el esfuerzo y el sacrificio siempre los voy a poner, así que con ganas de más”.

El eibartarra siempre ha acreditado un significativo espíritu autocrítico: “Yo soy el primero que me gustaría hacer todos los números posibles porque es por lo que uno trabaja pero hay veces en las que no se está por a o por be y hay que estar también en esas malas: hay que saber trabajar, ponerse el mono de trabajo en esos momentos en los que quizás no estás tan lúcido e intentar que no se note tanto y ayudar al equipo de otra manera. Hay muchas cosas de otros jugadores que hoy por no haber metido gol no se ven, pero importantes somos todos”.

La Real está deslumbrando en esta Champions, como corroboró en Salzburgo: “Muy contentos, con muy buenas sensaciones. Fue un buen primer tiempo, sobre todo con balón, apretándoles muy bien arriba quitándoles tiempo, haciéndolo muy bien con balón y muy contentos también por el segundo tiempo, haciéndolo de otra manera, sabiendo cuándo hay que parar el juego, cuando hay que tener un poquito más el balón, intentando minimizar lo de ellos. Si teníamos el balón, demostrábamos personalidad y manteníamos mucho el control íbamos a ser capaces de generar ocasiones y creo que ha sido así”.

Los realistas ya no les tienen miedo a los calendarios cargados ni a jugar dos partidos por semana: “El equipo ha demostrado no solo este año que da igual a quién tengamos enfrente, que va a dar el nivel siempre, que puede estar más o menos acertado pero va a competir, va a estar en el partido y luego obviamente cuando las cosas están bien, cuando técnicamente y dentro del campo nos encontramos bien. Obviamente tenemos nivel, lo sabemos y tenemos que aprovechar esos momentos ahora que estamos en una muy buena dinámica, sin sacar pecho, siendo humildes como hasta ahora, trabajando, con esfuerzo y a pensar en el domingo ya. Dar valor a lo que estamos haciendo no podemos naturalizar muchas cosas como el triunfo de la pasada semana en Mestalla”.