Comienza lo bueno. Y lo más duro también. Precisamente por esto último, porque el bloque de siete partidos que aguarda a la Real Sociedad es de armas tomar, no podía existir para los txuri-urdin un prólogo más significativo. De aquí a tres semanas va a tocar jugar contra el Inter, contra el Athletic, contra el Salzburgo, contra el Atlético... Así que, para entrar en calor, nada mejor que una terapia de choque, representada esta noche por la complicadísima visita al Real Madrid. El Santiago Bernabéu significa para el conjunto de Imanol una puerta de entrada al primer maratón del curso... además de una cita muy complicada en sí misma.

La Real la afronta con 22 de sus 24 futbolistas disponibles. Es decir, únicamente con dos bajas, ambas por lesión. André Silva ya se entrena con el grupo, pero es pronto aún para que pueda echar una mano sobre el césped durante un partido. Así, el luso significa una de las ausencias, apuntando la otra a un Aritz Elustondo que no ha terminado de superar unas molestias musculares. El de Beasain no había podido completar los últimos entrenamientos, ayer tampoco se ejercitó y no figura en la convocatoria, lo que para Imanol puede suponer un cambio obligado de planes. Con Odriozola adquiriendo tono aún, Traoré recién llegado de su periplo internacional y el madridista Rodrygo haciendo sangre por su banda izquierda, la de Elustondo habría sido una buena solución para el lateral derecho. Olvidémonos de ella.

Sí, tiene toda la pinta de que al propio Traoré le va a corresponder jugar ahí, dentro de un once en el que tampoco caben esperarse demasiados cambios. De hecho, existe la posibilidad de que la alineación sea exactamente la misma con la que se venció al Granada hace dos semanas, si acaso con la salvedad de Ander Barrenetxea. El donostiarra, como el citado Odriozola, deja atrás unas molestias que no le han impedido viajar a Madrid, pero quizás el entrenador opte por no arriesgarle ante el cúmulo de encuentros que se aproximan. Si le dejara en el banquillo, Oyarzabal escoraría su posición y Carlos Fernández, cuyo trabajo nunca está de más en un escenario como Chamartín, actuaría en punta.

Imanol cumplirá en diciembre cinco años consecutivos en el banquillo de la Real, mucho tiempo hablando como hablamos de un cargo tan volátil como el de entrenador, pero poco tiempo para haber acumulado semejante botín en la casa blanca. Durante este período, el oriotarra ha ganado dos veces al Real Madrid a domicilio (una en Liga y otra en Copa) y ha arrancado también dos empates, uno en Valdebebas durante la pandemia y otro en La Castellana el pasado enero (0-0).

Pese a los positivos precedentes, no será fácil volver a pescar esta noche ante un cuadro blanco cuyas perspectivas de alineación son parecidas a las de la propia Real: continuidad y algún que otro cambio aislado. En este caso, el retirado con Alemania Toni Kroos tiene boletos para ingresar en el once tras descansar durante el parón, en detrimento de Camavinga. Los demás, los mismos que habitualmente.