Con la cuenta atrás para despedir el 2025, Gipuzkoa se prepara para una de las noches más intensas del año en el ámbito festivo y de actividad pirotécnica. Por ello, desde el punto de vista de la seguridad ciudadana, es una de las más delicadas. El tradicional uso de petardos, cohetes y bengalas para despedir el año convive cada temporada con las advertencias de las autoridades locales y forales para minimizar riesgos y daños materiales.

La Diputación ha avisado sobre los riesgos de usar pirotecnia en Nochevieja, recordando que cohetes, bengalas y similares aumentan las posibilidades de incendios y accidentes tanto para quien los maneja como para otras personas. La institución foral recomienda utilizar estos materiales solo en espacios abiertos y lejos de viviendas o elementos combustibles, contar con medios de extinción y avisar al 112 si hay fuego.

Ayuntamientos como el de Irun, a través de la Policía Local y la colaboración de la Ertzaintza, ha activado un dispositivo especial de vigilancia para estas fechas que incluye controles de tráfico y una atención específica al uso de artefactos pirotécnicos. El dispositivo forma parte del plan especial de seguridad navideña y se suma al esfuerzo por prevenir incidentes derivados tanto de la conducción bajo los efectos de alcohol o drogas como del uso irresponsable de petardos y similares.

El concejal de Seguridad, Iñigo Berges, recuerda que en la ciudad “el uso de petardos y cohetes en la vía pública está expresamente prohibido por la ordenanza municipal”, y subraya que el objetivo del nuevo dispositivo no es sancionar por sancionar, sino “concienciar a la gente de las normas cívicas, sobre todo en temas como el de la pirotecnia, porque entraña un peligro cierto”. Aun así, reconoce una limitación evidente: “No se puede poner un policía detrás de cada persona”, por lo que insiste en la colaboración ciudadana.

“Últimamente nos hemos dado cuenta de que los jóvenes tiran petardos como si fuera un juego y creemos que no lo es, en absoluto”

Xabier Ansa - Policía Municipal de Zarautz

Las sanciones por incumplimiento en el municipio pueden alcanzar los 750 euros. Esta prohibición se enmarca en la voluntad municipal de proteger la integridad física de personas y animales, así como de mitigar molestias y riesgos asociados a estos artículos festivos. Berges señala que el Ayuntamiento ha reforzado la plantilla de agentes durante estas fechas, pero advierte de que “aunque podamos levantar actas o incautar pequeños lotes, sin concienciación social no vamos a conseguir nada”.

Berges insiste en que el problema no es menor, y apunta que “aun respetando todas las normas de distancias y seguridad, se pueden producir accidentes”. Por ello, lanza un mensaje claro a la ciudadanía: “Parece que los petardos son juguetes, pero no lo son”. A medio y largo plazo, el edil confía en que el uso de pirotecnia no autorizada vaya disminuyendo, aunque deja claro que “el Ayuntamiento seguirá vigilante y firme en la aplicación de la normativa vigente”.

Prevención entre menores

En Zarautz, el Ayuntamiento también ha ido más allá de las advertencias genéricas y ha emitido recomendaciones explícitas para evitar el uso de productos pirotécnicos durante las fiestas navideñas. El objetivo principal, además, pone el foco en los menores. Tal y como explica el responsable de la Policía Municipal, Xabier Ansa, “la intención es que el uso de petardos disminuya, sobre todo en menores”. “Últimamente nos hemos dado cuenta de que los jóvenes tiran petardos como si fuera un juego y creemos que no lo es, en absoluto”, subraya.

Ansa recuerda que el año pasado ya tuvieron un ejemplo claro de los riesgos asociados a los artefactos: “A raíz de unos petardos que quemaron en una papelera, cogió fuego un contenedor y ese contenedor quemó un coche”. Por ello, incide en que lo que puede parecer un simple entretenimiento “se puede convertir en algo más serio”.

“Lo que más miedo nos da es que un objeto pequeño como una papelera coja fuego y que ese fuego se expanda y cause un mal mayor, que puede ser un contenedor, un coche o incluso una vivienda”. A ello se suma el impacto sobre los animales domésticos, y cada vez son más las quejas de los propietarios de perros que sufren con las detonaciones. “Es una realidad, y hay perros que han desaparecido o han sufrido daños físicos por los petardos”, señala Ansa, quien entiende la preocupación del propietario.

Aunque en Zarautz no existe por ahora una ordenanza municipal específica que prohíba estos artículos, los servicios de seguridad actúan: “El día de Nochevieja en la calle solemos incautar artefactos y solemos sancionar algunas veces por alterar el orden público”. El cuerpo municipal también refuerza su operativa en estas fechas. “La del 31 es probablemente la noche más intensa y que más nos preocupa cada año”, reconoce, porque “al no tener una normativa específica, cuando se acerca la fecha todos los municipales debemos repasar las acciones que deben llevar a cabo”.

Historial

Las recomendaciones y campañas de concienciación tienen detrás un historial de incidentes que recuerdan por qué las autoridades insisten en la precaución cada final de año. El efecto de la pirotecnia mal utilizada dejó huella hace apenas unos años en Errenteria, donde durante la noche de Año Nuevo un cohete pirotécnico entró por una ventana de un edificio de viviendas y desencadenó un incendio que obligó a desalojar el inmueble de 14 plantas en el barrio de Kaputxinos. A pesar de que no se registraron heridos, los bomberos tuvieron que movilizar recursos de varios parques forales y al menos una familia perdió todas sus pertenencias.

“Aunque podamos poner sanciones o incautar pequeños lotes, sin concienciación social no vamos a conseguir nada”

Iñigo Berges - Concejal de Seguridad de Irun

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También hubo episodios más graves, como el ocurrido en Trintxerpe en 2013, cuando una bengala lanzada en Nochevieja causó un incendio que afectó a dos bloques de viviendas con estructura de madera, obligando a la evacuación de decenas de familias. Por todo ello, Ansa considera fundamental recordar los incidentes sufridos. “Los hechos hay que hacerlos públicos para que la gente se dé cuenta de que las cosas pueden pasar. No es algo que te cuenta alguien que puede suceder, sino que sucede”. Del mismo modo, apunta que en Zarautz también están informando a los comercios vendedores sobre la normativa vigente para evitar ventas indebidas a menores.

En conjunto, estas advertencias y hechos concretos reflejan cómo una tradición festiva puede derivar en situaciones de riesgo serio si no se acompaña de responsabilidad y cumplimiento normativo. Por ello, las autoridades forales y municipales insisten en que la combinación de mensajes preventivos, dispositivos de vigilancia y sanciones claras busca equilibrar el deseo de celebración con la necesidad de garantizar la seguridad de toda la población en una noche en la que millones de petardos iluminan el cielo, pero cuyos efectos pueden trascender el ámbito lúdico si no se gestionan con cuidado.