Nada nuevo bajo el sol. Manuel Pellegrini restó importancia a la derrota contra la Real Sociedad en lo que consideró de forma surrealista como que "un partido igualado" y denunció con insistencia que la jugada del gol de Aihen tuvo que ser anulada. Se puede discutir la posición de Brais, muy justa, para que habría que tirar la línea del fuera de juego para determinar una posible posición avanzada por centímetros, pero Le Normand ni roza el balón ni impide la visión de Rui Silva: "Es el último partido amistoso, y siempre he dicho que en los partidos amistosos los resultados reflejan algo pero no es lo más importante, porque los cambios y la formación no están hechos para ganar el partido, sino para tener minutos. En todo caso creo que la derrota fue un partido bastante disputado, parejo, donde ellos tuvieron al comienzo una oportunidad de gol que pegó en el poste, nosotros tuvimos otra en el segundo tiempo. El gol es producto de un doble fuera de juego. Cuando le devuelve el balón en el córner está en fuera de juego y luego el que desvía el balón también está en fuera de juego. Pero sin tocar el resultado, porque no es lo más importante en un partido amistoso, estuvimos bien defensivamente, al equipo le faltó un poco más de creatividad. Faltó un poco más de intensidad en el primer tiempo para evitar que un equipo técnicamente bueno como es la Real Sociedad tuviera tanta posesión de balón". 

El técnico también tuvo para el estadio y el estado del terreno de juego: "Me pareció un césped no apto para jugar un futbol técnicamente bien. Los dos equipos se equivocaron bastante justamente por el problema del campo. Pero más que analizar el campo me interesa analizar el equipo. Son circunstancias que van dentro de lo que es un partido de fútbol".

No era un encuentro oficial, no había puntos en juego, y no costaba nada ser más elegante y reconocer la manifiesta superioridad de su rival. Como dice aquel, a protestar y a llorar también se entrena en pretemporada.