La familia y amigos de Ion Aranburu, el donostiarra salvajemente agredido en Soria en las horas previas al Numancia-Cornellá, denuncia que el pasado 27 de mayo, día en que ocurrió la brutal agresión que dejó a Aranburu en coma, "alguien cometió un grave error, alguien no cumplió con su responsabilidad no habiendo organizado un dispositivo de seguridad como exigía el momento". Asimismo, piden que se llegue "hasta el final en la investigación de los hechos" y muestran su deseo de "ver sentados en el banquillo de los acusados tanto a los responsables de las fuerzas de seguridad que estaban a cargo del dispositivo como a los atacantes".

Además, lamentan la "falta de interés de las instituciones". Denuncian que, desde que ocurrió el ataque, no han recibido "ninguna llamada de solidaridad", lo que les ha llevado a sentir un "enorme dolor" y a considerarse "ciudadanos de segunda".

En un escrito remitido a los medios de comunicación, familiares y allegados del antiguotarra de 44 años recuerdan que "hace, ya, un mes desde que varios grupos de ultraderecha hirieron de gravedad a Ion en Soria; un mes desde que le dejaron en situación de vida o muerte con un traumatismo craneoencefálico y rotura de la base del cráneo; un mes desde que iniciamos los viajes diarios a Burgos llenos de incertidumbre; un mes tremendamente tenso y lleno de miedos; un mes invadidos de dolor y de llantos".

"Mientras Ion estaba disfrutando de un día de fútbol en buen ambiente, de repente, varios grupos de ultraderecha entraron por los dos lados de la calle armados con piedras, botellas y palos. Solamente recibió ayuda de la gente que se encontraba en las inmediaciones y los profesionales de ambulancia que lo trasladaron al hospital. Los otros, sin embargo, salieron de aquella calle en autobús y escoltados por la policía. ¿Por qué no se quedó la policía a socorrer a Ion? ¿Por qué les dejaron huir a los atacantes como si no hubiera pasado nada? ¿ Por qué no había un dispositivo de seguridad debidamente organizado y serio sabiendo que los atacantes se habían juntado para hacer una capea y habiendo un partido de fútbol importante? ¿Cómo es que no se previó el ataque armado y cobarde? ¿Cómo es posible?", se plantean. "Una vez más, la ultraderecha ha actuado con total impunidad; entraron en la calle armados y salieron de rositas escoltados. Hoy por hoy, ninguno de ellos ha pagado por aquello", remarcan.

Censuran que el único "puesto en cuestión" fue Ion: "Nos preguntaban una y otra vez lo que hacía allí, como si fuera él el culpable o responsable de lo sucedido. Lo decimos una vez más, alto y claro: Ion solamente fue a Soria a reencontrarse con su amigo que vive en Catalunya y disfrutar de una jornada de fútbol en buen ambiente". 

Ahora, más de un mes después, el donostiarra continúa ingresado en la UCI y, aunque ha salido del coma y evoluciona favorablemente, "todavía le queda un camino largo y duro" en su recuperación. "Estamos convencidos de que en el futuro, volverá, como lo solía hacer, a disfrutar de jornadas de fútbol con sus hijos y amigos en Anoeta, en Soria o en cualquier otro lugar", concluyen.