Queda abierto el casting para formar la plantilla de la temporada que viene. “Nos va a tocar gestionar las 25 licencias”, declaró Roberto Olabe en su comparecencia de la semana pasada. De momento, como ya se lo hicieron saber en ese momento, las cuentas no salen y el overbooking continúa creciendo. Tarde o temprano van a llegar las rebajas y Olabe no podrá eludir el sacar la tijera para recortar el plantel. Por ahora no tiene más remedio que hacer encaje de bolillos, sobre todo con los dorsales del primer equipo. No se puede descartar incluso que Imanol se vea obligado a tomar decisiones sobre determinados puestos en función del rendimiento de la pretemporada. No hay que olvidar que la campaña pasada reconoció que no estaba nada contento con la preparación estival que habían completado varios de sus jugadores. Algo que ya tuvo que hacer en la pretemporada 2019-20, cuando coincidieron Zaldua, Gorosabel y Sola y a mediados de agosto se tomó la decisión de que fuera este último quien saliera cedido al Numancia.
Actualmente sólo hay dorsales libres tras las marchas de Illarramendi y de Sorloth, que se marchó de vacaciones con muchas opciones de tener un billete de vuelta. En el club confían en poder cerrar su traspaso al ser una petición expresa de Imanol, pero si el Leipzig pide mucho dinero por su traspaso, tampoco piensan cometer locuras y cuentan con otras alternativas que podrían activar. Aunque Olabe dejó una frase curiosa que se puede interpretar con el más vale lo bueno conocido que lo malo por conocer al explicar que “alguna vez hemos tenido para fichar algún delantero que ha metido 25 goles en la temporada anterior en otro lugar y lo hemos descartado porque creíamos que no los iba a marcar en nuestro equipo y en este campeonato”.
Aunque todavía no se ha confirmado, porque también puede haber baile de números y cambios en los jugadores que ya militaban en la plantilla del pasado curso (si hay tres porteros, Sadiq no podrá llevar el 25), Hamari Traoré es el primer fichaje y tiene garantizado uno de los dos libres. El otro también cuenta con un nuevo dueño, ya que Olabe ya ha anunciado a Jon Ander Olasagasti que sube al primer equipo. Al ser mayor de 23 años no podía tener dorsal superior al 25, como sí van a llevar el curso que viene Urko González de Zárate, que tiene que dar el paso adelante definitivo, y Pablo Marín, al que ya le garantizaron cuando renovó su contrato que daría el gran salto. Aunque podrían regresar al Sanse, en principio la idea es que su estatus en el primer equipo sea el mismo que el del resto de sus integrantes.
El club peina el mercado para reforzar el plantel con un lateral izquierdo y un centrocampista ofensivo, que sea polivalente y pueda desenvolverse cómodo en los dos sistemas que plantea Imanol. En principio, el resto de refuerzos dependerá de lo que vaya sucediendo ya con el equipo en marcha ya que, como también reconoció Olabe, esperan “un verano largo y peligroso por los clubes de mucho potencial económico”.
Si viene un defensa zurdo, como parece seguro, Diego Rico o Aihen Muñoz se verían obligados a hacer las maletas y todo parece indicar que el señalado será el primero a pesar de acabar de firmar un nuevo contrato por dos años más. Gorosabel, que también podría verse obligado a salir si Imanol se decanta por Sola, y Aihen, que siempre ha tenido una conexión especial con el técnico, entran en agosto en su última temporada de sus contratos. Algo que tampoco le ha perturbado demasiado a Olabe, al considerarlo como un buen acicate para mejorar su rendimiento. Lo malo para Sola es que las lesiones le han mermado mucho y le impiden encontrar una mínima regularidad.
En lo que respecta a los centrocampistas que pueden abandonar este verano la Real, una vez más aparece el nombre de Ander Guevara, quien ya tuvo que salir la pasada campaña para dejar muy claro que no tenía ninguna intención de abandonar la Real. Lo cierto es que este curso ha jugado muy poco, pero es un futbolista de plena confianza para Imanol. En el caso de que decida él que es hora de buscar más minutos fuera, pretendientes no le van a faltar. El Alavés siempre ha bebido los vientos por hacerse con sus servicios y sobre todo si sube a Primera podría volver a intentarlo.
Olabe pareció cerrar la puerta de salida a Beñat Turrientes y a Robert Navarro. El primero lo ha pasado mal este curso, a pesar de tomárselo como “de aprendizaje”, pero no responde al perfil del que pide con vehemencia una cesión. En el caso del ex del Mónaco, siempre ha tenido muy claro que si no va a jugar aquí, lo mejor es salir para tener minutos. El año pasado ya se planteó ir al Girona, pero le convencieron para que se quedara. Con una buena hoja de servicios cuando le han dado la oportunidad de jugar, esta vez parece complicado evitar que salga a préstamo. Queda por definir los papeles de Ayesa, que si se va Zubiaurre podría quedarse como tercer meta, y Roberto López, ya que Karrikaburu se marchará cedido.
El club mantiene abiertas las conversaciones con Odriozola, que está como loco por venir, pero todavía sigue sin decidir dar el paso. De las bajas del Sanse, la que más sorprendió fue la de Kortajarena, que tenía opción de renovar, y al que ya le buscan acomodo en un Segunda.