Cuando la Real Sociedad debutó en la antigua Copa de Europa, competición que jugó consecutivamente en las temporadas 1981-82 y 1982-83, solo disputaban el torneo los campeones de cada país. Dentro de un panorama continental mucho más equilibrado que el actual, cualquier equipo podía plantear problemas, pero la nómina general de aspirantes al título resultaba bastante reducida. Mientras, las Champions para las que el cuadro txuri-urdin se clasificó en 2003 y 2013 ya habían experimentado dos vueltas de tuerca, al otorgar varios billetes adiciones a los clubes de las ligas más potentes. Y ahora en 2023, finalmente, el certamen máximo de la UEFA luce como un glamouroso escaparate de transatlánticos, sin apenas espacio para que alguna Cenicienta se cuele en la fase de grupos. No responde a este último perfil la escuadra de Imanol Alguacil, que aún así afrontará el próximo curso la competición más exigente que ha jugado en sus 114 años de historia. Un vistazo a la lista de clubes clasificados para la fase de grupos así lo acredita.

25 de 32

Una prueba del nivel que ha adquirido la Champions League reside en el escaso número de equipos que acceden ya a su fase de grupos desde las rondas previas que se disputan en verano. Son solo seis, por los 26 que se conocerán de antemano cuando terminen todas las competiciones de la presente temporada. De hecho, ahora mismo ya está determinada la identidad de 25 de esos clubes, a expensas de que la final de la Europa League que enfrenta este miércoles a Sevilla y Roma dilucide cuál es el restante (el ganador). La nómina actual de participantes solo invita a echar de menos al Liverpool y a la Juventus como grandes de Europa que no competirán en la próxima Liga de Campeones. A partir de ahí, puede afirmarse que entrarán en liza todos los demás gallos, con especial atención a un bombo de cabezas de serie del que saldrá sí o sí un rival txuri-urdin. Manchester City, PSG, Bayern de Múnich, Nápoles, Benfica y Barcelona (no puede ser emparejado con la Real) tienen plaza fija en él. También entrará ahí el citado ganador de la final entre Sevilla y Roma. Y la bola vacante será la de Inter de Milán o Feyenoord: los italianos solo se colarán en ese bombo 1 si son campeones de la Champions el próximo 10 de junio. Si no, tendrán una consideración más baja en el sorteo del jueves 31 de agosto.

El bombo de la Real

Con sus 33.000 puntos de coeficiente UEFA, la Real estrena esta temporada un guarismo mejorado gracias a sus últimas participaciones europeas. Sobre el papel, la cifra debería situarle sí o sí en el bombo 4 del sorteo, el más débil, pero hete aquí que la incursión txuri-urdin en la Champions ha coincidido con la de otros equipos de las grandes ligas que tienen peores cifras continentales. Es el caso de Union Berlín (Alemania), Newcastle (Inglaterra) y Lens (Francia), a cuyos casos se suma la presencia en el torneo de un Celtic de Glasgow (Escocia) que no está teniendo buenos años a nivel internacional. La Real sitúa por debajo suyo en el ranking a las cuatro escuadras citadas, y debe esperar durante el verano a que otras cuatro de los seis que se clasificarán desde las eliminatorias previas tengan también peor coeficiente. No parece sencillo pero, si esto sucede, los de Imanol serán sorteados desde el bombo 3, en una situación a priori más favorable.

Mirar a las previas

Explicado todo ello, tiene pinta de que las rondas estivales van a deparar cierto entretenimiento a las aficionados txuri-urdin, aunque esto sucederá cuando lleguen las eliminatorias más avanzadas, y ni mucho menos las iniciales. A título meramente anecdótico, toca subrayar que la ronda preliminar que dará el pistoletazo de salida a la Champions 2023-24 se sortea el próximo 13 de junio, configurándose una final four que disputarán en Islandia (días 27 y 30 del mismo mes) los campeones del país nórdico, San Marino, Andorra y Montenegro. El nivel de las confrontaciones irá subiendo con el paso de las semanas, para cuando ya se habrán establecido las dos rutas existentes hacia la fase de grupos: la de los campeones de su país y la de los clubes clasificados como segundos o terceros de sus ligas. Hablamos de dos vías paralelas que concluirán a finales de agosto con distinto caudal: la primera de ellas clasificará a cuatro equipos y la segunda solo a dos. En total, seis conjuntos que se sumarán a los 26 antes citados, entre estos la propia Real.

¿Es importante?

Figurar en el bombo 3 o en el 4 no resultará decisivo para la Real en el sorteo de finales de verano, pero sí puede ayudar a encontrar en el grupo a un rival a priori (solo a priori) más débil y facilitar así las cosas en un grupo que, no lo olvidemos, repartirá también un billete para las eliminatorias finales de la Europa League. Si los txuri-urdin finalizan la liguilla entre los dos primeros clasificados, entrarán en los octavos de final de la propia Champions. Si en cambio son terceros, caerán al segundo torneo europeo para disputar los dieciseisavos. Y si por el contrario terminan cuartos dirán adiós a las competiciones europeas, en lo que respecta al próximo curso 2023-24.