La Real Sociedad encara ya su segundo match-ball para disputar la próxima edición de la Champions League. Tras ganar el martes al Almería en Anoeta (1-0), los txuri-urdin vieron el miércoles cómo su primer jaque a la máxima competición continental se saldaba con la victoria del Villarreal contra el Cádiz (2-0), resultado que mantiene vivo al cuadro castellonense. Las opciones en este fin de semana, mientras, llegan por partida doble, ya que implican la entrada en liza de dos de las cinco balas de las que aún dispone el equipo de Imanol. ¿Cuáles son?

Dos de ellas apuntan directamente a la propia Real: cualquier victoria ante Atlético de Madrid o Sevilla, en los partidos que cierran la Liga, resultará suficiente para certificar la cuarta plaza. Otras dos balas, mientras, señalan al rival directo, el Villarreal: cualquier tropiezo de los amarillos en forma de derrota o igualada, contra Rayo y Atlético, asegurarán el objetivo a los txuri-urdin independientemente de los resultados de estos. Y finalmente existe una vía adicional, la quinta, cuyo valor tampoco conviene subestimar: como las dos primeras, alude a la Real e indica que dos empates de los blanquiazules son también suficientes.

Intereses cruzados

El camino realista hacia la Champions parece sencillo y hasta fácil así explicado, pero hay que subrayar que en las dos jornadas finales van a confluir muchísimos intereses cruzados que pueden influir decisivamente en la lucha, algunos de forma positiva y otros de forma negativa. Por ejemplo, para el equipo txuri-urdin resultaba preferible que la lucha por la Conference League (séptima plaza) permaneciera abierta en esta próxima jornada, ya que el Rayo recibirá al Villarreal con opciones matemáticas de alcanzar ese objetivo. Sin embargo, esta misma circunstancia puede volverse en contra en la última fecha: es muy probable que el Sevilla aterrice en Anoeta con miras a ese séptimo puesto, un peligro que eliminaría de la ecuación un hipotético título previo de los hispalenses en la Europa League (juegan la final el miércoles 31 y ganarla les clasificaría para la Champions).

Sea como sea, la Real trabaja con el foco situado al 100% en su visita al Metropolitano este domingo (19.00 horas). Se medirá en Madrid a un Atlético que solo empató en Cornellà ante el Espanyol (3-3) en la última jornada, por lo que aventaja en únicamente cinco puntos a los txuri-urdin con seis por disputarse. Así, el conjunto guipuzcoano podría terminar optando a la tercera plaza si vence a los colchoneros, un factor que seguro que mantiene alerta a los dirigidos por Simeone. Hay que recordar que esa tercera posición significa un billete para la Supercopa, competición que siempre significa opciones de sumar un título adicional y que además implica el ingreso de una apetecible cantidad económica extra.

Buen balance

Al margen de las complicaciones que puedan surgir en el camino hacia la cuarta plaza, la situación de la Real resulta envidiable, por la ventaja de la que dispone y también porque, independientemente de lo que suceda en las dos jornadas finales, su temporada ha sido sobresaliente. Lo acreditan los 68 puntos que el equipo ha sumado en 36 partidos, un bagaje que, a falta aún de dos encuentros, supera ya a los 66 obtenidos en toda la Liga 2012-13 (último acceso a Champions). También permite calibrar la magnitud de la campaña txuri-urdin lo cerca que está el actual equipo de los 76 puntos que consiguieron en la 2002-03 los Nihat, Kovacevic, Alonso y compañía para rozar la consecución del título. 

LAS DOS BALAS PROPIAS: CUALQUIER VICTORIA TXURI-URDIN. La Real está a una victoria de certificar su pasaporte para la Champions, y tiene dos oportunidades para conseguirla. Curiosamente, los dos partidos que le restan enfrentan a los txuri-urdin con equipos que han disputado este curso la máxima competición continental, lo que daría un lustre añadido a una hipotética clasificación. Los de Imanol Alguacil tienen 68 puntos en la clasificación, por los 63 de su más inmediato perseguidor, el Villarreal.Así, llegar a los 71 merced a un nuevo triunfo les convertiría en inalcanzables para los amarillos. La primera oportunidad para ganar un partido se presenta este domingo en el Metropolitano contra el Atlético de Madrid (19.00 horas), una plaza muy complicada. Los de Simeone han ganado consecutivamente sus últimos ocho encuentros en el estadio. El último tropiezo allí data del 4 de febrero (1-1 contra el Getafe). En favor de la Real juega, mientras, la buena racha propia (17 puntos de los últimos 21) y la estadística del curso en los escenarios más importantes: ha ganado en Camp Nou y Old Trafford, ha empatado en el Bernabéu y, extendiendo la muestra a todos los estadios Champions de este curso, ha vencido también en el Sánchez-Pizjuán. Mientras, si en la última jornada la Real no ha certificado aún su billete, dispondrá de una nueva oportunidad para ganar un partido, esta vez en casa y contra el Sevilla. El modo en que los andaluces aterrizarán en Donostia es una incógnita. Todo apunta a que lo harán, en clave liguera, con opciones de acceder a la séptima plaza que clasifica para la Conference League, pero las interrogantes no quedan ahí, pues el miércoles 31 disputarán la final de la Europa League contra la Roma. Obtener ese título significaría para ellos entrar en la Champions y olvidarse de su partido ante la Real. Ruben Plaza

LAS DOS BALAS AJENAS: CUALQUIER TROPIEZO AMARILLO. ¿Y si ni siquiera fuera necesario sumar más puntos para entrar en la Champions? Bien haría la Real en olvidar esta posibilidad y en centrarse en lo que depende exclusivamente de ella misma. Sin embargo, conviene subrayar que dos de las balas txuri-urdin para acceder al máximo torneo europeo se centran en el Villarreal y en los dos partidos que le restan al cuadro amarillo, en Vallecas contra el Rayo y en casa ante el Atlético de Madrid. Cualquier tropiezo de los de Quique Setién, por mínimo que sea (basta con un empate), asegurará la cuarta plaza a la Real, de forma absolutamente independiente a los resultados que coseche el equipo de Imanol. El domingo, el Submarino visita a un Rayo cuya situación, en clave txuri-urdin, supone un arma de doble filo. Los vallecanos cuentan aún con remotas opciones de séptima plaza, posibilidades que pasan obligatoriamente por ganar sus dos encuentros. Así, puede augurarse en Vallecas un partido sumamente abierto que puede hacer las delicias del Villarreal y cuya clave residirá, en gran medida, en quién se adelante en el marcador. Un momentáneo 0-1 podría desembocar en goleada visitante. Un 1-0, mientras, depararía un duelo de muy distinta naturaleza. Si en la última jornada continúa abierta la pelea por la cuarta plaza, a la Real le tocará confiar en dos nuevas balas: un triunfo propio ante el Sevilla o un tropiezo amarillo en casa con el Atlético de Madrid. El hecho de que la lucha por la Champions siga entonces vigente implicará que los colchoneros no han perdido con la Real y que, por lo tanto, tienen garantizada la tercera plaza. Así, o no se jugarían nada en La Cerámica o pugnarían por una segunda plaza que desean pero que tampoco parece motivarles en exceso, visto lo visto en los últimos duelos. AFP7 vía Europa Press

EL COMODÍN: TAMBIÉN SIRVEN DOS EMPATES. Para la Real, el tiro más rápido y certero consiste en ganar uno de los dos partidos que le restan. Haciéndolo, será uno de los equipos participantes en la Champions League 2023-24.Sin embargo, del cuadro txuri-urdin depende también una quinta vía hacia el éxito, esta más compleja pues afecta a una combinación de resultados propios en las dos jornadas que faltan. Los de Imanol suman 68 puntos por los 63 del Villarreal, cuando de aquí al final de Liga se van a poner en juego únicamente seis. Así, si la Real cosecha sendos empates ante Atlético de Madrid y Sevilla alcanzará los 70 y no podrá ser rebasada por su más inmediato perseguidor. Esta opción obliga a remontarse, por la similitud existente, a las dos jornadas finales de la Liga 2019-20. En ellas, la Real tuvo que recibir al Sevilla en Anoeta y visitar al Atlético en el Metropolitano, disputando los mismos partidos que le aguardan ahora pero en orden inverso. Curiosamente, el bagaje blanquiazul fue de dos empates, sin goles contra los hispalenses y 1-1 en Madrid. Y curiosamente también, aquella recolecta resultó suficiente para certificar la clasificación para la Europa League. Un empate mañana entre blanquiazules y colchoneros garantizaría a los segundos la tercera plaza actual y supondría un pequeño paso adelante para los primeros. Sin embargo, puede augurarse un duelo de poder a poder en el Metropolitano, con ambas escuadras buscando la victoria. A partir de ahí, si el marcador refleja un empate en los minutos finales, las precauciones podrían terminar imponiéndose sobre el verde a los riesgos en pos del triunfo. Ruben Plaza