Bixio Górriz también reconoció estar afectado por la muerte de Iñaki Alkiza: “Guardo muy buen recuerdo de Iñaki. Yo llegué a la Real y ya estaba él en la directiva con Orbegozo. Era muy buena persona, muy de la Real, tenía esa categoría humana. Estaba muy vinculado a él, yo de jugador y él como directivo-presidente, y luego en los veteranos también hemos estado mucho juntos”.

Durante su mandato tuvo que negociar varias renovaciones: “Iñaki venía de la escuela de Orbegozo, había sido jugador, luego directivo y presidente, y te da más amplitud de miras. En el trato personal, al negociar, se notaba. En esa época no teníamos representante, hablábamos cara a cara, a pecho descubierto”.

Incluso contó una divertida anécdota: “Fueron momentos decisivos en la historia del club como el abrir la puerta a extranjeros. Los siguientes años van derivados de eso. Ahí Iñaki estuvo muy bien. Tomó decisiones valientes. Yo mismo tardé bastante en firmar el contrato cuando llegó y tenía dudas. Me dijo: Venga Bixio, ven aquí y nos pondremos de acuerdo. Me fiaba de su palabra. Estuve en el acto de presentación sin haber firmado”.

El momento que llegó no era nada sencillo: “Cogió la presidencia a raíz del segundo título de Liga. Orbegozo ya veía que la Real tenía que ser más grande y que para eso había que hacer cambios. Y en la época de Iñaki se llevó a cabo todo eso. En Atotxa estabas muy limitado. A veces me he preguntado también que fue un milagro que no pasara nada en Atotxa, como solía decir Iñaki. Todo el mundo apretujado, de pie... Como curiosidad, un día le saqué unas entradas a mi hermana y no existían las localidades; tuvo que ver el partido en las escaleras. Y eso que eran compradas, ¿eh?”.

Alkiza pasará a la historia por dar en la diana con Toshack: “Me acuerdo que después de las dos ligas no nos metimos tres años en Europa, en 1985 el cambio radical fue la marcha de Ormaetxea y la entrada de Toshack”.

Bixio reconoce que debió sufrir con el tema de Bittor: “Bittor tenía un rendimiento bueno en la Real. Para él seguro que fue duro, no solo por ser el aita, sino tomar esas decisiones siendo él el máximo responsable. Pero en el trato Iñaki era muy bueno, correcto, siempre dispuesto a ayudar. Es una persona muy importante en la historia de la Real”.