Tras la derrota encajada el sábado en San Mamés, la Real Sociedad encara ahora una semana completa de entrenamientos y limpia de compromisos, para preparar una fase de la temporada muy atípica. La disputa de la final de la Copa del Rey entre Real Madrid y Osasuna (sábado 6 de mayo) significará próximamente un pequeño parón liguero de diez días. Sin embargo, lo que aguarda hasta entonces, a partir del encuentro contra el Rayo Vallecano en Anoeta (sábado a las 18.30 horas), es un mini maratón de encuentros, cuatro en solo semana y media.

Harán bien los txuri-urdin en cargar las baterías durante los entrenamientos más cercanos en el tiempo, pues más allá del siguiente partido apenas habrá tiempo para respirar. Al duelo ante los vallecanos el sábado 22 le seguirá la complicadísima visita al Betis en el Benito Villamarín (martes 25 a las 22.00 horas). Después, en el segundo encuentro consecutivo a domicilio, la Real viajará a El Sadar para medirse allí a Osasuna (viernes 28 a las 21.00). Y completará esta agitada fase de la campaña el regreso al estadio de Anoeta para recibir al Real Madrid (martes 2 de mayo a las diez de la noche). 

Al duelo contra los merengues le seguirá luego un fin de semana sin partido, debido a la mencionada final de Copa. Y el reencuentro del cuadro txuri-urdin con la competición llegará el sábado 13 de mayo o el domingo 14, de nuevo en casa y contra el Girona. El partido ante el cuadro catalán, que no tiene aún fecha ni hora, abrirá la recta final del campeonato, incluyendo esta las cinco últimas jornadas. El historia reciente de la Real invita a pensar en que habrá emoción hasta el último instante, pues solo uno de los billetes de Europa League de Imanol se logró con antelación. Los sellados en el Metropolitano (2020) y El Sadar (2021) llegaron en el partido que cerraba la Liga. El de La Cerámica (2022) con el Villarreal, mientras, fue logrado en la 37ª jornada del campeonato.