Lleva tres temporadas impartiendo clases de fútbol en Donostia, pero por una cosa o por otra todavía no se había llevado una de esas ovaciones espectaculares de Anoeta. Corría el minuto 78 y la grada se puso en pie para despedir como merecía al futbolista de clase mundial que cumplía su partido 900. Después del atronador y sobrecogedor aplauso y tras un breve instante de silencio, con el jugador ya sentado en el banquillo, la afición comenzó a gritar al unísono “Silva, quédate; Silva, quédate...”. 

Según ha podido saber este periódico, la hinchada txuri-urdin puede dormir tranquila en este sentido, ya que Silva está encantado en Donostia y cuando la Real lo estime oportuno pasará por vicaría para estampar su firma y continuar defendiendo la txuri-urdin, en principio, por una temporada más. Su representante, Amadeo Rengel, estuvo de visita la semana pasada en Donostia para ver los encuentros ante la Roma y frente al Elche. La sintonía con el agente, que mantiene una excelente relación con Jokin Aperribay desde los tiempos en los que asesoraba a Rubén Pardo, es magnífica y, en principio, no va a haber ningún problema para rubricar su continuidad en Donostia.

La opinión de la afición realista es casi unánime como se volvió a confirmar el domingo: el canario es un futbolista de clase mundial y cuanto más tiempo lo podamos disfrutar entre nosotros, mejor para todos. La dirección deportiva no le mete prisa, al ser plenamente consciente de que se trata de un futbolista del tipo de los Xabi Prieto, Aranburu en el ocaso de sus carreras... Es decir, de los que deciden si continúan o no en función de si se les ha hecho largo el curso o si se encuentran físicamente preparados para seguir un año más a este nivel de exigencia. 

En Anoeta consideraban hace unas semanas que era pronto aún para afrontar la reunión definitiva y recordaban que la campaña pasada no renovó hasta finales de abril. Pero la conversación con el futbolista es fluida y directa y no se llegaron a poner nerviosos ni cuando se desveló el millonario interés de la liga saudí, que trascendió en una información de Relevo a principios de febrero

En lo que respecta a Silva, su realidad y su única verdad se encuentra en el terreno de juego, como siempre le ha sucedido a lo largo de toda su prolífica carrera, que ayer alcanzó la privilegiada categoría de los 900 encuentros oficiales. Sus propios compañeros siempre defienden que le ven feliz en Zubieta, donde, aparte de competir, se ha involucrado en ser un referente para los más jóvenes. Uno de los mejores ejemplos es que al comienzo de la temporada la plantilla hizo el típico juego de mánager con futbolistas de la Liga y sus dos primeros fichajes fueron Turrientes y Barrenetxea. Los dos canteranos estaban entusiasmados, como no podía ser de otra manera.

Por si fuera poco, la familia de Silva está encantada en la capital guipuzcoana. En su partido 900 y en el día del padre, el mago de Arguineguín quiso posar con sus dos hijos, ambos vestidos con la txuri-urdin. En su tierra natal siempre defienden que confían en que acabe su carrera por aquellos lares, algo que el propio Silva ha manifestado en repetidas ocasiones que le gustaría. Hasta que se cruzó en su camino la Real y la vida que le ofrece Donostia. Al término del encuentro ante el Elche, dejó claro que le da mucha importancia al continuar motivado y teniendo la hambre competitiva que le ha acompañado en una trayectoria de ensueño: “Yo lo que quiero es disfrutar día a día, con el equipo, los compañeros, y la verdad es que estoy encantado aquí, siempre lo he dicho, así que eso ahora mismo no es mi preocupación. Mientras la cabeza me siga pidiendo jugar voy a intentar hacerlo, a no ser que pueda tener una lesión grave que me lo impida, pero de momento solo he tenido pequeñas y luego recupero bien y me encuentro fuerte”. 

Y como no podía ser de otra manera, tras el apasionado cariño que recibió el domingo de todo Anoeta, Silva no ocultó su eterno agradecimiento: “Desde el primer día que llegué aquí noté mucho cariño por todos los sitios que voy, hoy también. Estoy agradecido a la gente y en el campo intento darlo siempre todo por el club para que ellos se sientan también orgullosos”.