Nuevo partido, misma convocatoria. Imanol Alguacil no incluyó ayer en su convocatoria a ningún futbolista que se hubiera perdido el encuentro previo frente al Espanyol. Andoni Gorosabel y Jon Pacheco habían completado dos entrenamientos antes de recibir esta tarde al Celta en Anoeta, pero el entrenador de la Real Sociedad no les ve aptos aún. Además, el propio Gorosabel sufrió un leve percance en el tobillo durante la última sesión, lo que eliminó de la ecuación cualquier tipo de duda por parte del técnico: misma citación que para Cornellà.

Los paralelismos respecto a la última jornada podrían no quedar ahí. De hecho, existen muchas opciones de que Alguacil repita también la alineación que dispuso de inicio el pasado lunes, dentro de un 4-3-3 en cuyos extremos seguirían Kubo y Oyarzabal, y en cuyo centro del campo apunta a continuar Illarramendi. Las palabras ayer del propio Imanol sobre lo que cuesta “subir al tren” después de una lesión afectan también al estado de forma de Merino, en cuyo puesto, además, está actuando de forma notable el capitán mutrikuarra.

La empresa se presenta complicada, pues enfrente espera un Celta de clara mejoría durante las últimas semanas, a nada que el trabajo de su nuevo técnico (el portugués Carlos Carvalhal desde noviembre) ha comenzado a cuajar. Los vigueses llegan a Anoeta tras encajar ante el Atlético de Madrid una injusta derrota, y avalados por un juego que no termina de traducirse en resultados regulares. El meta Marchesín es la única baja de un equipo que busca terminar de arrancar hacia la tranquilidad.

La Real, por su parte, intenta esta tarde alcanzar los 45 puntos tras 22 jornadas, un guarismo que le confirmaría donde ya está, en el buen camino, y que además alimentaría su moral desde una referencia histórica muy positiva. El citado bagaje permitiría adelantar el ritmo de puntuación del equipo subcampeón en 2003.