Todavía tenemos fresco el buen sabor del empate en el Bernabéu.

La verdad es que hicimos un gran partido. Nos preparamos mucho para lograrlo y sacar un empate en el Santiago Bernabéu es magnífico. Viajamos preparados para una dura batalla y fue una bonita pelea.

La celebración en el vestuario era de éxito importante.

La sensación era que había sido un partido top. El segundo contra el tercero, como debe ser. Estábamos contentos, e Imanol también. Era uno de esos desafíos de máxima exigencia, que por otra parte son los que nos gustan, y regresamos con un punto.

Terminan el partido con Navarro, Olasagasti, Pablo Marín… La mayoría del estadio no sabía ni quienes eran.

Lo hicieron muy bien. Jugaron con corazón. No hay más que ver cómo encaraba Robert. Tenemos muy buenos jugadores jóvenes. Y una lista impresionante de lesionados, pero aún así, los muchachos jóvenes que entran lo hacen bien.

Ese es el gran secreto de la Real, que cada año saca a uno o más jugadores, como por ejemplo Marín.

Lo mejor de Pablo es que trabaja muy duro. Es muy bueno en los duelos. Empuja todo el tiempo y corre mucho.

Llegados al ecuador de la Liga, la nota es sobresaliente. El líder de los terrenales.

Sí. Pero yo prefiero mirar hacia arriba. Creo que es mejor perseguir que ser perseguido. Así que prefiero esto, y también, creo que la mejor estrategia para que las cosas sigan yendo igual de bien es centrarnos en el siguiente encuentro. Mirar demasiado lejos es aburrido. Sé que a los periodistas os gusta preguntar sobre ello, pero el mejor camino es pensar en los tres puntos de la siguiente jornada.

Son ocho puntos al quinto clasificado. Les convierte en favoritos para entrar en Champions, aunque se diga con la boca pequeña...

Muy bien, pues con esta ventaja lo que no podemos hacer es relajarnos. Ya sabes, a veces sientes que la distancia es tan interesante que te hace perder tensión. Tenemos que apretar y es lo mejor que tiene Imanol, que no te permite bajar la guardia. En los entrenamientos y en los partidos, siempre nos pide más, es muy duro.

“Ya le conocía, pero no sabía que Kubo era tan tan bueno y Brais y Merino me parecen de los mejores jugadores de la Liga”

Le pregunto por Kubo, su gran socio. ¿Le ha sorprendido?

Le recuerdo del año pasado y sabía que era un buen jugador. Pero no sabía que era tan tan bueno. Les pasa a muchos jugadores, como a mí en la primera parte de la temporada pasada. En este equipo todo es diferente, porque es muy fuerte y cuando llegas a un conjunto así lo normal es que subas tu nivel. Es lo que ha pasado con Kubo, que era un buen jugador, pero ahora en un equipo así de fuerte, ha mejorado su nivel.

Parecen ‘El dúo sacapuntas’, unos cómicos que eran muy populares.

Sí, me lo han comentado. Nos entendemos muy bien, jugamos a lo mismo, a pesar de tener características muy distintas.

Le escuché decir un día que Brais para usted era uno de los mejores de la Liga.

Es un futbolista fantástico. En este momento somos los terceros de la Liga, por lo que es evidente que contamos con jugadores de gran nivel. Y sí, me parece uno de los mejores de la Liga. Brais es increíble, puedo decir lo mismo de Merino, que es el máximo asistente del campeonato siendo centrocampista. Lo de Silva también es impresionante. Tenemos muy buenos futbolistas.

Uno de los elementos diferenciales de este equipo es la magia del rombo en la medular.

Son los jugadores perfectos para jugar con este sistema. A Kubo y a mí nos gusta correr y por detrás contamos con futbolistas distintos, muy técnicos, que les gusta jugar entre líneas y lo tienen que hacer ante adversarios que presionan como leones, a los que les gusta jugar entre líneas. Y luego nosotros, y Mikel también, somos los que proponemos carreras. Tenemos corredores, y jugones, y lo bueno e importante es la mezcla. Si todo el mundo quiere correr, nadie juega el balón. Y al revés, faltaría profundidad.

Le pregunto por otro corredor, Momo Cho.

Puede ser un jugador top. Ha tenido mala suerte con las lesiones. Nunca es fácil cuando eres joven y tienes esa velocidad. Es muy habitual sufrir lesiones musculares, pero cuando tenga todo en orden en su cuerpo, será un futbolista top.

“La confianza de Imanol ha sido clave para mí: cuando no jugaba siempre me decía que siguiera así, que los goles ya llegarían”

¿Y Sadiq, el que apuntaba a ser su gran competencia o formar una pareja que metía miedo?

En algunos encuentros habría sido fantástico jugar con él, porque somos dos futbolistas grandes a los que nos gusta correr. Hubiese estado muy bien, pero también tenemos otros grandes jugadores que lo hacen de maravilla. Sadiq es un futbolista que me gusta, ya lo demostró en los pocos partidos que pudo jugar. Muy mala suerte la lesión que sufrió.

Con Oyarzabal todo parece mejor.

Es muy importante. Aunque solo sea su presencia. Es el capitán junto a Illarramendi, es muy bueno y en los penaltis parece infalible. Los mete siempre. Cuando va a lanzar uno sé que va a ser gol. Toco madera por si acaso (golpea tres veces la mesa). Mikel marca las diferencias y es fantástico que ya esté de vuelta.

Cuando vuelve a Noruega y le preguntan por Imanol, ¿qué les dice? Siempre le defendió a muerte...

Que es un gran entrenador. Siempre se mostró muy atento conmigo, sobre todo cuando jugaba buenos partidos y no marcaba el año pasado. Siempre me comentaba: No te preocupes, no te estreses; estás jugando bien, eso es lo más importante. Los goles llegarán. Trabaja duro para el equipo, intenta hacerlo bien, y ya verás cómo pronto vuelves a ver puerta. Siempre ha creído en mí, pero al mismo tiempo me ha apretado porque soy un delantero grande y fuerte quiere que lo aproveche. Si no lo hago, me aprieta de nuevo.

Jokin Aperribay manifestó la semana pasada que el objetivo es ganar la Liga.

Es un objetivo muy grande, pero como repito siempre, el partido más importante es el siguiente.

Al menos me reconocerá que Europa es una asignatura pendiente.

Bueno, para ser sinceros, todavía veo los octavos un poco lejos porque no jugamos hasta marzo. Estamos centrados en la Liga, pero está claro que va a ser bonito jugar esos partidos.