Le Normand: "Que gane yo el premio Txuleta confirma que la defensa ha mejorado”

¿Contento por recibir el galardón txuleta al mejor jugador txuri-urdin 2021-22? No está mal el premio...

Las chuletas tienen muy buena pinta. Es demasiada comida para mí. Me gustan las proteínas, aunque ahora soy más de pescado, pero tienen muy buena pinta.

Algo está cambiando porque estos premios antes se los llevaban antes siempre los delanteros. El año anterior Merino, el pasado un defensa...

Igual confirma que la línea defensiva ha mejorado. Yo creo que ha sido también porque he jugado mucho y eso ayuda a puntuar más. Estoy muy contento de ayudar al equipo y, aunque es algo individual, siempre he dicho es fruto del trabajo de todos los compañeros, el staff, los técnicos y los fisios, porque al final para jugar tantos partidos necesitas que todo el mundo te ayude. Es un premio de todos.

¡Lo más increíble de su temporada fue precisamente que lo jugó casi todo!

Es verdad que he jugado muchos partidos, tenía que hacer algo bien también para que Imanol siguiera poniéndome, pero lo agradezco y lo voy a seguir agradeciendo. Ima confía en mí y tengo que trabajar para que continúe haciéndolo.

Se ganó esa continuidad con un rendimiento incuestionable y muy reconocido por la crítica y la afición..

Tuvimos la suerte de que no había muchas lesiones o pude jugar con lesiones pequeñas. Soy consciente de que ha sido una excepción jugar 48 de 51, creo que muy pocas veces lo voy a volver a repetir, pero trabajo mucho para estar disponible. Me cuido mucho y luego es verdad que hay muchos factores exteriores que no controlas y que el año pasado fueron en la buena dirección.

¿Le dio rabia perderse el único partido en Liga ante el Cádiz por sanción?

Sí, mucho.

¿Le decía a Imanol ‘no me quites’ para alcanzar ese registro?

(Risas). No no, no conocéis bien a Imanol. Si no juegas bien… Es verdad que cuando te quedas a tres partidos de algo bonito como eso, y encima cuando ves cómo ha sido esa quinta tarjeta, piensas que podías haber hecho alguna cosa algo mejor. Pero son cosas de fútbol, pasan, estoy orgulloso de lo que he hecho, pero hay que decir que ya es pasado. Hablamos de esto porque he recibido el premio y estoy contento de lo que he hecho, pero es pasado y hay que pensar en lo que hay que hacer ahora para conseguir cosas bonitas.

¿Cree que el año pasado logró ese rendimiento por haber alcanzado un grado de madurez que le permite medir y leer el juego mucho mejor?

Yo creo que todo se junta. Está claro que en un puesto como central la experiencia ayuda: cuanto más juegas, más experiencias vives, más errores haces… Todo se junta y ganas en experiencia y madurez. Pero la vista de la gente de alrededor cambia también. Diría que la gente que comete un error con 30 años o 18 no tiene la misma interpretación: tengo más años, he vivido más cosas y he alcanzado más madurez.

¿En qué ha mejorado?

A nivel de concentración siempre he estado a buen nivel. Todavía con la acumulación de partidos estar concentrado es difícil y sigo mejorando en ese sentido. A nivel técnico no hay duda. Si miramos el joven que era cuando llegó Ima al Sanse a ahora hay una transformación increíble y tácticamente también. Hemos hablado de madurez porque en todos los aspectos he mejorado, pero yo no me pongo techo; tengo margen de mejora en todos los sentidos.

Le dicen esto en Brest y no se lo cree

Joder, sí, sí. Perdón por la palabra. Está claro que no me imaginaba esto ni en mis mejores sueños. Yo vine de aventura pero sabía que era una segunda oportunidad, la suerte de mi vida. Iba con toda la buena intención del mundo, pero ni en mi mejor sueño tenía la idea de jugar solo un partido con la Real y al final dices, he hecho algo más. Pero una vez que lo has logrado, quieres más. Es verdad. Es un sueño vivido, estoy muy feliz aquí, pero eso no quita para que quiera más más.

Después en el Sanse, igual hasta menos aún...

Igual después de los seis meses… Luego ya cogí ritmo, trabajé duro y ya sabía que mi éxito iba a pasar por trabajármelo. Diría que una vez que llegas al Sanse lo ves más cerca porque estás con todos, estás en el club, ves quién está por encima. Cuando jugaba en Brest lo ves imposible.

¿Cómo fue de terrible ese primer día en Zubieta para que pensara que no lo iba a lograr?

Tengo dos flashes de ese día. El nivel del equipo técnicamente era superior y a nivel físico iban todos como motos. Yo que venía de Brest venía físicamente muy bien, pero cuando llegué aquí, ¡bua! El primer día fue brutal. Y el segundo fue llegar a casa, ver a mis padres y decirles tengo mucho, mucho, mucho trabajo por delante y no sé si lo voy a lograr. Siempre está bien mirar atrás, pero en ese momento…

En el entorno y la prensa del filial pocos apostaban por su éxito...

Está claro, pero con todo el respeto, vosotros hacéis vuestro trabajo y yo… Lo importante son los que me conocen más: el entrenador, mis compañeros… Y yo me sentía feliz. Es parte del juego, del fútbol, que la gente opine. Es por eso que es tan famoso este deporte, porque todo el mundo opina. Nosotros tenemos que aceptar las críticas de las personas que nosotros queremos. Ahí está la clave.

¿Ha sentido la confianza del club?

Era normal también. Al inicio, la adaptación, se hace el mismo trabajo con todos para que todo el mundo se sienta bien y pueda desarrollarse. Y como no rendía es normal que hubiese dudas y que hubiera otros en los que tenían que apostar más. Lo que agradezco mucho es que nunca, por lo menos conmigo y con mi historia, nunca me ha dado la sensación de que no era parte del proyecto. Igual jugaba otro, pero Imanol me ayudaba cada fin de semana a mejorar mis errores, a ver dónde podía mejorar y si tú pones de tu parte luego tienes más probabilidad de llegar.

¡Pero si Raúl Navas dijo a sus compañeros “este me va a retirar” tras verle por primera vez!

No sabía esa historia (risas). No lo saqué yo (risas). Era un buen compañero Raúl. El otro día hablábamos de esto. Recuerdo que en los primeros entrenamientos me quedaba a comer con él en el comedor. Puede ser que buscase complicidad (risas). Tengo que decir que cuando subí al primer equipo, tanto Héctor Moreno como Raúl, Elus también, pero ellos tenían mucha más experiencia, me han ayudado a aprender cosas de central que luego necesitas para competir en Primera.

Imanol ha sido y es clave en su carrera.

Yo creo que no es solamente conmigo. Una de las mejores virtudes de Imanol es que quiere lo mejor para todos sus jugadores y nos exigía y nos echaba broncas en el Sanse porque quería que diéramos lo mejor de nosotros en cada momento del entreno, en cada día y en cada partido. Y está claro que ha cambiado mi manera de jugar, mi manera de ver el fútbol y me va a seguir cambiando porque todavía no estoy perfecto y tengo todavía trabajo. Hoy mismo estábamos hablando de táctica, de cómo podía mejorar algunas cosas y eso es lo más importante para mí y lo que más agradezco de Imanol.

Jon Pacheco afirma que usted prefiere jugar en el lado izquierdo a la hora de impulsarse para dar y ganar saltos. ¿Dónde le gusta más?

Es una buena pregunta y es difícil de responder. Me siento cómodo en las dos partes. A la derecha estoy con mi pie más hábil, para despejar los centros laterales lo haces con tu pie hábil y para varias cosas te sientes cómodo; pero he jugado tanto a la izquierda que ya tácticamente me siento muy bien. Diría que los dos puestos se parecen mucho y los dos lados me gustan. Voy a jugar donde Ima me ponga y haré todo lo posible para ayudar al equipo. Es lo que todo el mundo dice, pero es que es así.