Jonathan Estrada se emociona cuando echa la vista atrás y habla de la Real Sociedad. Guarda “muchos” recuerdos de su estancia en Donostia. “Fue una temporada muy linda, una experiencia demasiado bonita en lo personal y en lo deportivo”, confiesa. Trata de quedarse con lo positivo, siendo consciente de que su rendimiento no estuvo a la altura de las circunstancias. “Hago mucho esa labor de mirar fotos, videos, recordar cada partido, cómo nos animaba la gente, recordar esa ilusión por conseguir el ascenso tan anhelado que se tenía desde principio de temporada. Son muchos los recuerdos que tengo”, sostiene el exblanquiazul. La falta de adaptación y la irrupción de Antoine Griezmann jugaron en su contra. “Llegué con la ilusión de cumplir objetivos a nivel personal y grupal. Era la primera vez que salía de mi país, era la primera vez que tenía la oportunidad de jugar y competir en un fútbol tan competitivo, de mucho nivel. Empecé jugando, pero se la dio la oportunidad a Antoine de debutar y la rompió”, reconoce. Pese a todo, da más importancia al éxito colectivo. “Fue muy bueno el grupo que se formó y se dio el resultado que todos esperábamos. Traté de vivir al máximo esa experiencia. Sabía que iba a ser complicado al principio la adaptación, pero disfruté de cada entrenamiento, de cada partido, de cada cena. Te quedas con las experiencias, con las amistades dentro del equipo como de personas que conocí fuera, con las que mantengo relación y contacto y eso me pone muy contento”.

Dice que tiene “pendiente” volver a Donostia. Todavía no lo ha hecho. “Me hace mucha ilusión volver porque desde que me fui siempre había pensado en que iba a volver a algún día a visitar. Es una ciudad muy bonita. Lo tengo muy presente ahora que estoy aquí en Andorra y estoy mucho más cerca de cuando estaba en Colombia. Lo voy a hacer antes de regresar a Colombia”, asegura el futbolista del Ordino, que mantiene “mucho contacto” con De la Bella, Griezmann y Carlos Bueno. “Se hizo muy buena amistad. Con Alberto me vi no hace mucho. Tuve la oportunidad de ir a Barcelona y él estaba por allí. Fuimos a cenar y no sabes la alegría que significó ese encuentro después de tantos años. También he hablado con Antoine para ver si se da la oportunidad de ir a verle a algún partido”, declara.

Refiriéndose a la figura del ahora futbolista del Atlético de Madrid, Estrada reconoce que se le veían muy buenas maneras. “Uno nunca sabe hasta dónde podía llegar, pero obviamente se le veía esa capacidad de querer. Si bien era su primer año, ya se le veía con mucha ilusión, con mucha personalidad, con esa forma de ser tan alegre tanto en el campo como fuera. Sin duda, si iba por buen camino, iba a llegar muy lejos y lo ha demostrado con las temporadas que ha hecho, con los equipos en los que ha estado. Y que no ha cambiado su forma de ser, tan alegre, ese carisma que tiene”, destaca.

Se alegra, como no podía ser de otra manera, por lo bien que le van a las cosas a la Real. “Siempre trato de estar muy pendiente. Siempre he seguido a la Real. Ahora ya no queda nadie de mi época, pero aún y todo, la sigo. Además, Labaka está de segundo. Me alegra ver a la Real tan arriba. Veo cómo se ha posicionado temporada tras temporada en las competiciones europeas y eso habla de las cosas importantes que ha hecho el equipo”, enfatiza.