La Real goleó al Sheriff para sumar la cuarta victoria consecutiva en Europa (3-0). Un pleno que certifica su clasificación para los cruces a falta de dos jornadas y que de no ser por el postrero tanto del United ante el Omonia le hubiera permitido acabar primera de grupo solo con vencer en Nicosia. Una victoria holgada era el resultado que le faltaba en su triunfal trayectoria europea de este curso, en el que parece haber tomado nota de los años anteriores para no repetir errores y aspirar a los ansiados horizontes de grandeza. Es cierto que esta vez una prematura expulsión de otro patoso jugador de los de Tiraspol le allanó el camino, pero la Real se convirtió en un rodillo implacable que acabó pasando por encima de un rival menor. Sorloth abrió la lata con un tanto psicológico en el descuento del primer acto y en la reanudación, con Imanol dosificando esfuerzos, Diego Rico y Robert Navarro se estrenaron como goleadores para certificar un redondo 3-0 que dejó más que satisfecha a una afición entregada a los suyos.

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Real Sociedad - Sheriff Tiraspol: Las imágenes del partido N.G.

Imanol volvió a introducir cambios, pero con control. Es decir, manteniendo una guardia pretoriana o cinturón de seguridad para evitar cualquier contratiempo inesperado. El técnico demostró de nuevo que no le van a sorprender en un renuncio o en una rotación desproporcionada e irresponsable. Una vez conocido el verdadero nivel del Sheriff, era mucho más consciente del grado que podía arriesgar. En total fueron cinco las caras nuevas respecto al equipo que maravilló ante el Villarreal, a lo que había que añadir el cambio de posición de Aritz, que regresó al lateral derecho. Las novedades fueron Le Normand, Diego Rico, Guevara, Turrientes y Carlos Fernández. Esta vez descansaron Mikel Merino, que no había podido ejercitarse la víspera, y Kubo, que estaba acumulando muchos minutos en sus piernas en las últimas semanas. Enfrente un Sheriff que repitió la defensa de cinco, aunque sin tanta vocación defensiva como la que presentó el Omonia.

Control desde el inicio

El dominio txuri-urdin fue abrumador desde el inicio, aunque sin avasallar ni desmontar con facilidad el entramado de contención de los visitantes. Unos transnistrios que, como ya sucedió el pasado jueves, pegaron unas patadas a destiempo que daban miedo. Más propias de gente que no está acostumbrada a jugar a fútbol y que entra al bulto que de profesionales.

A los tres minutos, David Silva fue derribado al límite del área y el lanzamiento de Turrientes se marchó alto. La primera aparición de Sorloth, que continúa a un nivel magnífico, se fue fuera tras una buena combinación con Guevara, Silva y Brais. El gallego remató a la primera un córner ensayado que botó Turrientes, pero detuvo el meta en dos tiempos. Digno de destacar la nueva demostración masterclass del de Mos, que volvió a sacar a relucir todo su arsenal técnico, a lo que sumó esta vez el extraordinario golpeo que dejó temblando uno de los postes con una rosca antológica. Era la segunda madera en pocos segundos de separación, ya que antes había proyectado a Carlos en el área y su chut cruzado con su pierna hábil levantó las astillas de la meta.

A los 33 minutos, Zohouri cometió otra torpeza que pagó con la segunda amarilla, en una acción que pareció más grave en directo, pero que cortaba una contra de Rico. En los minutos finales Carlos lo intentó otra vez con un disparo alto y, en la última acción del descanso, Sorloth puso por delante a los suyos sacando a pasear por fin el fusil que tiene en su pie zocato y que tan pocas veces muestra. El noruego se recorrió medio campo y se colocó el balón con destreza para enchufar un obús ante el que nada pudo hacer el meta de los de Tiraspol.

En el descanso Imanol movió ficha y dio entrada a Robert Navarro y Jon Karrikaburu, los dos que más jugaron en pretemporada, por Silva y Carlos. Brais pasó a la mediapunta y el navarro se colocó en la derecha. Nada más reanudarse el juego, Sorloth se atrevió a engatillar un disparo con la derecha que se le escapó desviado y Navarro dejó claras sus intenciones con una buena conducción hasta la línea de fondo que acabo atrapando el arquero moldavo.

Con el campo inclinado hacia la portería visitante, Brais dibujó otra rosca que obligó a hacer un paradón a Celeadnic y Karrikaburu casi se estrena en un precipitado chut a pase de Rico. En el minuto 65 llegó la sentencia en una preciosa jugada entre Turrientes, que cambió de banda, Navarro, quien temporizó y esperó como los que saben jugar muy bien a esto para habilitar a Rico, que conectó un misil que casi perfora las redes. Uno de esos tantos que le vimos marcar muchas veces a Yuri.

Con el equipo desatado y los jugadores atreviéndose con todo, Navarro casi se estrena con un certero chut que rozó el palo tras un pase de Guevara. El alavés se vino muy arriba en la última media hora. Karrikaburu insistió con su colmillo de ariete, pero su zurdazo se marchó fuera antes de que de nuevo Guevara se internara, centrara con la zurda para que Kubo asistiera con la cabeza a Navarro, que remachó sin compasión al meta visitante. Turrientes buscó su minuto de gloria al final, aunque su remate no encontró portería

Muchos nombres y muchos protagonistas para una gran noche, pero por encima de todos ellos, un señor equipo. Con habituales reservas, lesionados, cambios hasta en el descanso para dosificar esfuerzos y canteranos con pocos minutos este curso, la Real rubricó su clasificación con una goleada que le permitió sumar su sexto triunfo consecutivo, lo que le llevó a igualar la mejor racha con Imanol. Pero, aparte de lo que se ve en el verde, lo más destacado de esta Real llega al final de sus éxitos cuando entra al vestuario y se conjura para regresar de Vigo con los tres puntos. Es su ambición, sus ansias de gloria, su deseo incontrolable de crecer y alcanzar metas soñadas. Este equipo no tiene límites y no encuentra techos. Felicidad, qué bonito nombre tienes...