El adiós de Nacho Monreal tras toda una temporada en blanco ha pillado a pocos por sorpresa, a diferencia del anuncio de Adnan JanuzajAdnan Januzaj. El lateral navarro (Ezkirotz, 1986) no continuará la próxima temporada en la Real Sociedad tras haber cumplido en los dos primeros años el cometido que se le había encargado: dotar de experiencia y calidad a una plantilla que buscaba dar un paso adelante.

Arrancó su andadura en el Club Atlético Osasuna, del que se marchó al Málaga, con el que disputó la Liga de Campeones a las órdenes de Manuel Pellegrini. En el mercado de invierno de la temporada 2012-2013, el Arsenal inglés 'pescó' en la Costa del Sol y se llevó al lateral que había debutado con la selección española en 2009, que hizo en Londres su carrera más larga (2013-2019), donde ganó tres copas FA y tres Community Shields, análoga a las supercopas.

Aquel verano, con el nuevo Anoeta recién abierto, llegó a la Real en las últimas horas del mercado y dos semanas después marcaba en su debut: 2-0 contra el Atlético en una tarde en la que Martin Odegaard dio la bendición al nuevo coliseo realista. Monreal aportó desde el primer día aquello para lo que la dirección deportiva lo había reclutado: calidad y experiencia.

Asiduo del once en sus dos primeras temporadas como realista, jugó en ambas más de 25 partidos de Liga. Cerca de 35 encuentros oficiales en cada temporada si tenemos en cuenta los compromisos coperos y los europeos. El buen rendimiento que ofreció desde una retaguardia desde la que se proyectaba al ataque le valió la renovación por una temporada más.

No solo eso. Pasará para el recuerdo de la historia realista el seguro de vida que fue en la finalísima de Sevilla, en la que sin ser un partido vistoso, contribuyó a la solidez de una Real que rayó a la altura deportiva y psicológica de lo que exigía una cita tan atípica: ante un rival como el Athletic con lo que suponen los derbis a ambos lados de la AP-8 y en un contexto inédito, de gradas vacías en plena pandemia por el coronavirus.

Lo dio todo para estar a las órdenes de Imanol Alguacil en aquella señalada fecha y luego apenas jugó. La rodilla derecha le había empezado a dar problemas semanas antes de aquella final y le han tenido fuera de juego toda esta temporada. Reapareció casi dos meses después en el último acto de la temporada, en Pamplona, donde la Real certificó un nuevo pase europeo en la última jornada, pero no ha podido volver a vestirse de txuri-urdin.

Sus lágrimas tras ganar la Copa, en las que se mezclaban la euforia de la victoria y la liberación tras el sufrimiento de la rodilla lo dijeron todo: se va un campeón.