Por increíble que parezca, la Real Sociedad de Imanol Alguacil ya se ha convertido en el equipo que más rentabiliza sus goles en toda la historia de la competición. Este curso cada gol le reporta 1,7 puntos. Lo cierto es que nunca antes un equipo había alcanzado los meritorios 56 puntos con solo 33 goles a favor. A pesar de que el dato no puede ser más significativo, después de unos meses en los que ha habido incertidumbre respecto a la planificación para la siguiente temporada, todo parece indicar que el club insistirá en la continuidad. Las renovaciones de Silva y de Januzaj son un paso importante para la estabilidad, que se reforzará en breve con la firma de Le Normand y, salvo sorpresa mayúscula, de Remiro. Esto supone que uno de los veranos que se presumían más movidos de los últimos tiempos se podría quedar en arenas muy poco movedizas, favorecido por el retraso del Mundial invernal, que, en todo caso, agitaría el comercio de enero.

Imanol Alguacil siempre ha celebrado más la continuidad de uno de sus pupilos por encima de la incorporación de los fichajes: “Cuando tengo una plantilla, apuesto a fuego, pongo la mano en el fuego por todos ellos. Me encantaría que estuvieran aquí todos los que estamos porque tengo la mejor plantilla posible”.

El caso es que el club se va a centrar en la incorporación de Rafinha, como uno de los grandes refuerzos para el curso que viene. El rendimiento del brasileño ha convencido al cuerpo técnico, que incluso se ha visto sorprendido por su despliegue físico a pesar de que, ahí están los datos, y al menos sin una pretemporada a las órdenes de Imanol, solo aguanta hasta los 70 minutos de los duelos. En el seno de la entidad txuri-urdin son optimistas, aunque saben que lo bien que ha funcionado hasta la fecha va a despertar el interés de más equipos y que habrá que ver cuáles son las pretensiones de un PSG que, hasta la fecha, no ha puesto precio a su salida. Al menos, el hijo de Mazinho parece encantado en Donostia.

Ahora bien, el club deberá atinar bien en las pocas contrataciones que piensa hacer este verano para dar un salto de calidad. Si Ryan decide hacer las maletas, porque no acepta un rol secundario que nunca ha llevado bien, en la portería Zubiaurre parece haberse ganado el gran salto. Aunque Roberto Olabe tiene sus particulares gustos. En la zaga no se esperan muchos cambios. En el lateral, un curso más, Sola tendrá que discutirle una de las plazas a Zaldua y a Gorosabel. En la izquierda, hay más dudas. A la espera de Monreal, con el que existen muchas dudas de si va a poder recuperar su nivel competitivo, en caso de no renovar tampoco es seguro que la dirección deportiva se conforme solo con Diego Rico y Aihen.

En el centro del campo, si Merino no se toca, y a la espera de la decisión de Guridi y el posible ascenso definitivo de Turrientes y Navarro, tampoco parece que vaya a haber más caras nuevas salvo la citada de Rafinha.

Los focos en cuanto a posibles fichajes se centrarán en la delantera. Para el comienzo de la pretemporada Imanol dispondrá de dos refuerzos muy interesantes como Ander Barrenetxea, cuya rehabilitación siempre ha estado enfocada para estar en plenas condiciones el primer día, y Carlos Fernández, que se ha quedado sin tiempo después de una recuperación más larga de lo previsto. Todo apunta a que, visto el óptimo rendimiento en las últimas jornadas, el club seguirá atento la situación de un Sorloth que está como loco por quedarse, aunque no piense afrontar los 16 millones de euros que es el precio que le puso el Leipzig. Vista su crisis, no parece que vaya a haber mucho movimiento en torno a Isak, por lo que el gran atractivo del verano será si la Real aborda el fichaje de un extremo o de otro delantero centro. Más improbable parece que, con Januzaj, vengan dos a pesar de la ausencia del añorado Oyarzabal hasta mínimo enero...