iempre he defendido que, en un deporte de tanteos cortos como es el fútbol, la fuerza de las estadísticas resulta bastante menor de la que los números tienen en el baloncesto o en el balonmano, por poner solo dos ejemplos. Con el balompié de por medio, entran en liza demasiados matices como para fiarse de las frías matemáticas. Pero también he de reconocer que la situación que atraviesa la Real me llevó el fin de semana a abandonar tal perspectiva y consultar páginas y datos que lindan peligrosamente con lo friki. Ocasiones por un tubo. Fallos a mansalva. Marcadores escasos para todo lo que genera el equipo. ¿Qué está pasando? Durante estos últimos días he conocido el apasionante mundo de los expected goals

el concepto

Los expected goals vienen a decirnos, como si fuera así de fácil, cuántos goles debería haber hecho la Real en 33 jornadas en Liga, con base en las ocasiones que ha generado. Se trata de un sistema que analiza cada disparo que ejecuta un equipo: lo coteja con la posición del lanzador, de sus compañeros y de sus rivales; tiene en cuenta el modo en que su escuadra ha propiciado el tiro (un contragolpe, una acción a balón parado, una posesión larga...); calibra también el tipo de pase previo (un centro cruzado, un servicio en profundidad...); y estudia incluso la superficie de contacto con el balón (cabeza o pie). A partir de ahí, la maquinita tira de base de datos, rescata miles de jugadas idénticas o similares y concluye cuántas opciones hay de que el intento termine en diana. Un balón muerto en la frontal del área pequeña y a puerta vacía supone un 0,99 de expected goal, por aquello de que siempre habrá alguien que desperdicie semejante oportunidad. Mientras, el índice baja a 0,001 si un guardameta intenta sorprender al del rival con una vaselina desde 90 metros. ¿Me explico? Sigamos.

Los datos de la real

Nuestro equipo txuri-urdin solo ha marcado 32 tantos en 33 partidos de Liga. Pero si sumamos los goles esperados que ha acumulado en cada encuentro nos vamos ya a los 45,30. Así, según la estadística en cuestión, la Real ha generado situaciones que, de promediar índices de acierto ordinarios (ni muy altos ni muy bajos), le habrían permitido hacer 13,30 dianas más, el mayor déficit de la categoría. Guste más o menos el mundo de las estadísticas, el dato llama tanto la atención que, visto así a botepronto, invita al realzale a hacerse el harakiri. "¿Dónde estaríamos en la tabla con algo más de finura ante la meta rival?". Yo lo pensé de inmediato. Y me hicieron los ojos chiribitas elucubrando sobre un posible reportaje para el periódico, con su titular y todo: "La Real tendría encarrilada la Champions con la puntería del Elche". Fue entonces cuando descubrí que los expected goals y que existe igualmente otro parámetro llamado expected points

saldos de goles

El caso es que los errores en la definición de Isak, Sorloth y compañía han dejado a la Real sin un buen puñado de celebraciones. Pero hay que tener en cuenta también todo lo que los rivales le han generado al equipo txuri-urdin. Este ha encajado 31 tantos. Las situaciones de peligro provocadas por sus adversarios, sin embargo, tendrían que haber deparado 35,82 dianas en contra, casi cinco más. Primera conclusión: la labor de Álex Remiro y de los defensas ha ayudado bastante más de lo que ha podido perjudicar. Segunda conclusión: además dicho trabajo ha aportado, al parecer, en momentos clave. Porque, y aquí quería yo llegar, el análisis estadístico dice que los de Imanol han sumado 1,27 puntos más de los que realmente merecen ¿Cómo se explica esto si hemos dejado de marcar 13,30 dianas y solo hemos dejado de recibir 4,82? Muchas de las ocasiones desperdiciadas se produjeron en partidos que la Real ganó. Mientras, los goles evitados se centrarían en duelos que terminaron igualmente en victoria y en los que el volumen de oportunidades propias no resultó tan elevado: me vienen a la cabeza los triunfos en Anoeta ante Elche y Mallorca. ¿La derrota del jueves contra el Barça? Hablamos en este caso del partido más reciente. Pero los números indican que su guion no resultó el más frecuente.

La escuadra blanquiazul es sexta en la clasificación de los expected points. Esta le sitúa tras Villarreal (4º) y Athletic (5º), así como por delante de Betis (7º) y Sevilla (8º). Pero poco importa cualquier tabla virtual cuando existe una verdadera, la de los puntos como Dios manda, que reparte y quita premios a final de temporada. En ella, la Real también es sexta, bien posicionada para obtener su tercer billete europeo consecutivo. Supondría hacer historia. Igual que este artículo puede pasar a la misma por divagar su autor sobre algo en lo que no cree en absoluto. Los números no entienden de sensaciones. Y esas mismas sensaciones apuntan a una versión txuri-urdin mejorada respecto a los pasaportes sellados en el Wanda (2020) y en El Sadar (2021). El de Iruñea, por cierto, llegó gracias a un fallo de Isak a medio metro de la portería, con larguerazo y posterior rebote en la espalda del portero de Osasuna. ¿Qué dirán los expected goals sobre aquella bendita carambola?