Martín Zubimendi ha comparecido en sala de prensa de Zubieta para analizar el momento del equipo sus posibilidades de cara al final de curso: "El parón nos viene bien. Es verdad que sirve para recargar pilas porque no hay competición, pero sabemos la exigencia de Imanol y nos sirve para mantener el nivel de los últimos partidos". Las cuentas las tiene muy claras: "Quedan nueve finales. Todavía es pronto para saber. Europa está a mano y lo daremos todo para conseguirlo de nuevo".

La vuelta de Illarra ha provocado que se pierda varios partidos de titular: "No me ha cogido por sorpresa. Sabía el nivel que podía dar, llevaba tiempo entrenando. Es verdad que me ha tocado entrar en segundas partes, siempre he notado la confianza de Imanol. Toque lo que toque, bienvenido sea y a dar el máximo".

El donostiarra defiende que está caro jugar en todos los puestos: "Está caro ser mediocentro, delantero y lo que sea. Esta plantilla está hecha para eso, para que haya competencia en todos los puestos. A mí me ha tocado esto ahora pero también he estado jugando. Va por rachas esto y cada uno a ayudar desde donde le toque. Me ha tocado estar suplente pero en ningún momento me he sentido suplente del todo".

En el plano personal, a Zubimendi le gustaría tener más voz en el campo: "Sigue siendo una cuenta pendiente porque no es algo que me salga natural. No soy de hablar en alto pero más o menos mensajes individuales o cortos voy dando, pero sí es una cosa pendiente a mejorar".

Y llegar más al gol, como hizo ante el Alavés: "Me gustaría llegar más al área pero mi puesto no me deja llegar tanto como quisiera, tengo que estar haciendo otras labores que son buenas para el equipo. Los goles te dan otra visión pero no tengo que perderme tampoco de mi labor que son otras cosas. No es algo prioritario para mí".

Un año tan largo con tantos encuentros provoca la llegada de muchos contratiempos: "Es verdad que la temporada ha sido dura en cuanto a carga por jugar entre semana y puede haber más riesgo de lesión. Estamos recuperando gente, formamos un buen grupo y jugar una vez por semana nos va a dar aire para jugar mejor y rendir mejor".

La baja de Oyarzabal ha sido un mazazo: "Lo de Mikel está claro que es un palo gordo para él y para el club. Es un jugador clave en el vestuario, en el campo. He hablado muchas veces de su liderazgo y a quién se lo tiene que transmitir. Creo que todos tenemos que dar un paso adelante, no se puede focalizar en uno".

El que ya asoma es Carlos Fernández: "Va entrando poco a poco, todavía no está al 100% pero yo le ve progresando muy bien y espero que esté pronto para poder ayudarnos".

La experiencia permite a los jugadores protegerse más de los contratiempos físicos: "Dosificas más los esfuerzos. En los primeros partidos es verdad que ese ansia o motivación te pueda para correr un poco más. Leer un poco más el partido y medir esos momentos".

El equipo no olvida lo complicado que es entrar en Europa de forma recurrente: "A veces esta buena dinámica de estos tres años se olvida de lo exigente que lograr clasificarnos. Yo que llevo dos años parece normal entrar pero me doy cuenta de todo lo que nos ha costado en los años anteriores. Esta normalidad es buena, porque quiere decir que estamos dando un buen nivel y optamos a ello todos los años, pero no deja de ser difícil y exigente".

Los rivales son de alto nivel, sobre todo para soñar en lo más grande: "Son muchos y buenos. Nosotros estamos en un buen momento pero los demás también. Hemos jugado contra ellos en la ida y nos hemos dado cuenta del nivel que tienen. Yo confío mucho en este grupo, pero es verdad que está difícil lo de la Champions y Europa, así que a ver a qué podemos optar en los últimos partidos".