La Real se encuentra en un tobogán de sensaciones en las últimas semanas. Las duras eliminaciones en casa ante el Betis y el Leipzig hicieron tambalear la ilusión del proyecto, algo que el equipo logró equilibrar tras sus dos victorias ante Osasuna y Mallorca. Por mucho que un amplio sector del entorno realista se haya escandalizado y ruborizado, la goleada encajada en el Bernabéu entra dentro de lo previsible cada temporada a pesar del alarmante déficit competitivo que mostró esta vez el equipo. A nadie se le escapa que, después de las semanas clave de la campaña, en la que, insistimos, los realistas han quedado apeados de dos competiciones en las que tenían puestas muchas esperanzas, la plantilla se encuentra ingresada en la UCI por sus problemas y limitaciones físicas.

Imanol Alguacil no tuvo más remedio que rendirse a la evidencia al término del encuentro contra el Madrid: “Hemos llegado muy justos de fuerzas al partido, y nos han metido dos golazos en seis minutos. Esta vez no podíamos ir a apretarles arriba porque nos iban a masacrar”.

En vista de lo cual, el técnico decidió conceder una tregua a sus pupilos para que despejaran la mente y poder encarar la recta final del campeonato doméstico con aires renovados: “Lo bueno de caer eliminados de Europa es que a partir de ahora vamos a tener semanas limpias, que vamos a llegar con oxígeno, con piernas y es lo que hace falta para afrontar de la mejor manera posible los partidos. Es verdad que queríamos seguir y competir en todas las competiciones, pero, por buscar algo positivo, ahora tenemos semanas enteras y por eso dimos tres días de descanso, para que los jugadores se recuperen de cara al próximo partido como se merecen”.

Algunos analistas han augurado que la Real era probablemente el conjunto que peor llegaba de fuerzas de la zona noble a este tramo final de campeonato y que les parecía hasta engañosa su todavía privilegiada situación en puestos europeos dada la crisis de juego y anotadora que viene arrastrando. Su pronóstico es que tiene muchos visos de caer. No se entiende muy bien en qué se basan estas afirmaciones porque los factores tangibles deberían jugar a favor de los realistas. Cuando el plantel ha estado en buenas condiciones para competir ha sido capaz de plantar cara a cualquier rival que se le haya puesto por delante por mucho que, las estadísticas no engañan, no consiga sumar de tres en tres en los duelos directos contra el resto de candidatos europeos. Una realidad irrefutable. A los blanquiazules les quedan once encuentros para echar el telón al curso, cinco ante rivales que están en su lucha y seis contra equipos que se encuentran por debajo en la tabla. En el hipotético e improbable caso de que perdiera todos los del primer apartado y venciera los 18 puntos del segundo, acabaría en 62, que son precisamente los mismos que le permitieron finalizar en quinta posición el curso anterior.

Eso para tomar como referencia. Pero es que, a pesar de los sustos de ayer de Mikel Oyarzabal y Mikel Merino, que no saltaron al verde en Zubieta en el regreso al trabajo, lo normal es que la mayoría de los realistas recuperen una versión mejorada ejercitándose entre semana en Zubieta y recargando gasolina para encarar el siguiente encuentro. De aquí al final, va a disfrutar incluso de una pequeña pretemporada en el parón entre el Sevilla y el Espanyol por las selecciones, aunque también afrontará dos encuentros entre semana que serán frente al Barcelona y el Cádiz, ambos en Anoeta.

En el capítulo de la enfermería, Monreal y Carlos van a luchar por entrar no ya en listas, si no en el equipo con la pretensión de aportar su granito de arena, aunque no lo tengan fácil. Y el resto, poco a poco, y siendo conscientes de que llegarán nuevos contratiempos físicos en forma de lesiones, porque sino no sería la Real, lo normal es que vayan volviendo a la competición. El siguiente paso será lograr que recuperen un estado de forma óptimo, algo que se alcanza mucho más fácil si se entrena en Zubieta a las órdenes de Imanol, que si se compite al límite y sin tregua cada tres días. De momento esta semana, reaparecen en escena un jugador clave y diferencial, al menos en este curso, como Januzaj y Diego Rico, uno de los tres laterales izquierdos que estaban de baja en los últimos encuentros.

Lo que es indudable que la posición actual de la Real es muy buena y ahora toca refrendarla con un esprint final a la altura de la exigencia y que permita sellar el pasaporte europeo por tercera vez consecutiva.