- Solo quien siguiera con detenimiento la pretemporada de la Real durante los meses de julio y agosto puede hacerse una idea del contratiempo que han supuesto para Ander Barrenetxea las dos lesiones que apuntan a marcar su campaña. El donostiarra fue, igualado a prestaciones con un gran Adnan Januzaj, el txuri-urdin más destacado de los amistosos veraniegos, circunstancia que confirmaría luego en el arranque de la competición oficial. Sin embargo, un edema óseo en una vértebra lumbar y el gravísimo desgarro muscular padecido en Mendizorrotza hace nueve días determinarán a final de curso cualquier evaluación que pueda realizarse sobre su rendimiento.

Barrenetxea debutó con el primer equipo realista en diciembre de 2018, cuando estaba a punto de cumplir 17 años. El instantáneo relevo en el banquillo (Imanol por Asier Garitano) no le restó protagonismo, y el donostiarra terminó la temporada asentado en el once. Después, la campaña 2019-20, la interrumpida por la pandemia, significó para Ander un paso adelante, siendo decisivo en citas importantes como la de la victoria copera en el Bernabéu (asistencia a Isak). Finalmente, quizás no destacara tanto durante el pasado curso 2020-21, un ejercicio que, sin embargo, sí le permitió adquirir horas de vuelo en la élite, Europa League incluida. Barrene celebró el billete continental de mayo en El Sadar con solo 19 años y unos cimientos sólidos sobre los que construir una ilusionante carrera.

Todos los ingredientes de la receta parecían haber llegado a su punto justo de cocción durante el pasado período estival. Al extremo se le veía igual de descarado que siempre, chisposo en el regate, pero mucho más maduro y acertado a la hora de tomar la decisión posterior. Gracias a esto último, su calidad estuvo al servicio del equipo, cada vez en mayor medida, circunstancia que alcanzó su punto culminante en Anoeta, con motivo de los partidos de la segunda y tercera jornada (ante Rayo y Levante). Tras la suplencia inicial en el Camp Nou (sustituyó a Januzaj en el descanso), Barrenetxea fue titular en ambos duelos y resultó clave en la victoria contra los valencianos, anotando el gol del triunfo (1-0). Todo marchaba a la perfección, incluso a nivel internacional, porque Ander se divertiría luego sobre el campo en un contundente 4-1 que la selección sub-21 le endosó a Rusia en Almendralejo, a principios de septiembre.

Aquella convocatoria, por el contrario, terminaría convirtiéndose en el principio del fin. Barrene ha sufrido de la espalda estos últimos años, y le remataron con España dos circunstancias consecutivas: un partido en Lituania sobre césped artificial y el posterior viaje de regreso a casa. Ya en Zubieta se le detectó el citado edema óseo en la espalda, dolencia de la que no pudo recuperarse como le hubiese gustado. Con el equipo acusando una tremenda plaga de bajas, forzó para echar una mano contra Mónaco (30 de septiembre) y Getafe (3 de octubre), y lo pagó perdiéndose luego cuatro partidos más.

Sumando unas circunstancias y otras, el parón fue finalmente de dos meses, reapareciendo el extremo en el encuentro de Anoeta contra el Sturm Graz. Sucedió el 4 de noviembre, en el arranque de un mes durante el que, como en diciembre, Barrenetxea acusó la inactividad previa y no pudo acercarse a su versión estival. Imanol Alguacil venía insistiendo con él, dándole esos minutos que a la larga debían traducirse en mejoría. Pero la oportunidad de Mendizorrotza terminó demasiado pronto al mediar una grave lesión. El jugador, con rotura fibrilar de afección tendinosa, se somete hoy a una operación en Finlandia para poder volver a la carga cuanto antes.

Nombre. Ander Barrenetxea Muguruza.

Edad. 20 años. Nació en Donostia el 27 de diciembre de 2001.

Demarcación. Extremo.

Pie. Diestro.

Estatura. 1,75 metros.

Debut con el primer equipo. El 21 de diciembre de 2018 en Anoeta contra el Alavés (0-1), a las órdenes de Asier Garitano.

Trayectoria

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Este curso, Barrenetxea solo ha quedado inédito en un partido, estando disponible para Imanol. Sucedió en el derbi de Anoeta (1-1), con el donostiarra recién salido de su lesión de espalda.

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Recuperándose aún de esa dolencia, y en plena plaga de bajas en el equipo, forzó para echar una mano sobre el césped contra Mónaco (30 de septiembre) y Getafe (3 de octubre).

Un edema óseo con el que llegó a forzar en octubre para ayudar en plena plaga de bajas ya le dejó dos meses en el dique seco