La Lotería de Navidad se ha consolidado como uno de los acontecimientos más seguidos del año.
Su éxito no se explica solo por la cuantía de los premios, sino por la ilusión colectiva que despierta entre millones de personas.
Faltan dos días para que el sorteo se convierta en protagonista y son muchos los que participan, bien adquiriendo un décimo entero o repartiéndolo con familiares, amigos o compañeros de trabajo.
Pese a la gran expectación que genera, las opciones de conseguir un premio importante son reducidas.
Funcionamiento de la Lotería de Navidad
El sorteo de la Lotería de Navidad se basa en un sistema en el que se emiten 100.000 números (del 00000 al 99999), que son los "décimos" que los participantes pueden comprar.
Además, cada número tiene una serie que se multiplica varias veces, permitiendo así que cada número tenga múltiples “décimos” disponibles. Cada décimo tiene un precio de 20 euros, y por cada número completo (con todos sus décimos), el coste asciende a 200 euros.
El sistema de premios de la Lotería de Navidad incluye varios tipos de premios. El más codiciado es "'El Gordo', que reparte cuatro millones de euros por serie (es decir, 400.000 euros por décimo).
Además, hay otros premios importantes, como el segundo premio (1,25 millones de euros por serie) y el tercer premio (500.000 euros por serie).
Existen también cientos de premios menores, conocidos como pedreas, que ofrecen 1.000 euros por serie. En total, se estima que el 70% de la recaudación se destina a premios.
Probabilidad de ganar la Lotería de Navidad
Para entender las probabilidades de ganar en la Lotería de Navidad, es útil considerar cuántos números participan y cómo se distribuyen los premios.
Hay 100.000 números en juego, lo que significa que las probabilidades de ganar uno de los premios principales (El Gordo, el segundo o el tercer premio) son muy bajas.
Estas son las probabilidades de ganar algunos de los premios más codiciados, en caso de jugar un décimo:
Solo hay un número que resulta ganador de El Gordo, lo que significa que la probabilidad de acertar El Gordo con un solo décimo es de 1 entre 100.000, o el 0,001%.
Esto quiere decir que la probabilidad es extremadamente baja, y aunque muchos sueñan con este premio, la realidad es que es difícil obtenerlo.
Para el segundo y tercer premio, la probabilidad es igualmente baja, ya que solo hay un número premiado con este galardón.
Al igual que con El Gordo, la probabilidad de ganar el segundo o el tercer premio es de 1 entre 100.000, o el 0,001%. Aunque estos premios son también codiciados, las probabilidades de ganar siguen siendo muy reducidas.
En el caso de los premios cuarto y quinto, las probabilidades mejoran ligeramente. Hay dos números ganadores para el cuarto premio y ocho números para el quinto premio.
Sin embargo, la probabilidad sigue siendo baja, aunque mejora a aproximadamente 1 entre 50.000 para el cuarto premio y 1 entre 12.500 para el quinto premio.
La pedrea ofrece muchas más posibilidades de ganar, aunque los premios son de menor cuantía. Con un total de 1.794 premios de pedrea, la probabilidad de obtener una pedrea es de aproximadamente 1,79%, o 1 entre 56.
Esta es una de las razones por las que la Lotería de Navidad sigue siendo tan popular; aunque sea difícil obtener uno de los premios grandes, la pedrea da a muchos participantes la posibilidad de ganar algo de dinero.
¿Es rentable jugar a la Lotería de Navidad?
A pesar de las bajas probabilidades de ganar un premio importante, millones de personas continúan participando en la Lotería de Navidad cada año.
Este sorteo es una tradición y, para muchos, es una forma de compartir un momento de ilusión y alegría con sus seres queridos.
Además, el hecho de que haya tantas oportunidades de obtener premios menores, como la pedrea, hace que muchos participantes sientan que tienen más posibilidades de ganar algo.
Sin embargo, si analizamos el sorteo desde un punto de vista puramente matemático, jugar a la Lotería de Navidad no es rentable.
Las probabilidades de obtener una ganancia tras la inversión son bajas, y la mayoría de los participantes recuperarán solo una pequeña fracción de lo invertido. La probabilidad de recuperar lo invertido o ganar un premio mayor es baja, y en general, los sorteos están diseñados para que la organización obtenga ganancias a partir de las participaciones.
En resumen, la Lotería de Navidad es mucho más que un sorteo; es una tradición que une a las personas en torno a la esperanza cada 22 de diciembre, aunque tras el sorteo suele convertirse en el enfado o desilusión y el clásico "no vuelvo a comprar lotería".