La meteorología no invitaba a acercarse a Anoeta. Frío, agua, tiempo desapacible. Lo hacía a quedarse en casa y ver el partido por televisión, pero una parte de la afición txuri-urdin entendió que el mejor plan dominical era acercarse al campo de Amara y animar a sus jugadoras en un nuevo derbi ante el Athletic. Anoeta, en anteriores ocasiones, no había resultado talismán. Todo lo contrario. Ninguna victoria en las tres visitas del eterno rival. Dos derrotas dolorosas y un empate, eso sí, que supo a gloria tras ir perdiendo 0-2. A la cuarta fue la vencida para la Real, que salió al terreno de juego pasando, literalmente, por encima de su oponente. Y eso enganchó a una grada que disfrutó como casi siempre lo hace con el juego de las de Natalia Arroyo.

Pese a que no jugaba el primer equipo, desde una hora antes del comienzo del duelo ya se notaba ambiente de fútbol, en definitiva, ambiente de derbi. Muchos niños con sus padres y no tan niños, todos ellos con camisetas, con bufandas, se encaminaban hacia el santuario blanquiazul. Poco a poco, el campo fue cogiendo color txuri-urdin. Quizá no tanto como el esperado. La primera ovación de la mañana llegó con la salida de las jugadoras a realizar el calentamiento. Más atronadora fue la ovación cuando tomaron el camino de vuelta. Y los decibelios volvieron a subir con una nueva salida al terreno de juego. Tanto las jugadoras como el público muy rápido entraron en calor, con una puesta de largo digna de mención. El golazo de Nerea Eizagirre terminó por calentar el ambiente, si es que no estaba caliente de por sí.

Se trataba del quinto partido del equipo en Anoeta. La primera vez que jugó en el santuario blanquiazul, la novedad, la presión, le jugó una mala pasada a las txuri-urdin que cayeron con claridad por 1-4 frente al Athletic. Fue en 2018 y acudieron a Anoeta 21.500 espectadores. El 10 de febrero de 2019, de nuevo con el Athletic como rival, la Real remontó un 0-2 adverso ante 21.234 asistentes. Siete días más tarde, 18.731 seguidores llevaron en volandas a la txuri-urdin a la final de la Copa de la Reina ante el Sevilla. La última vez que la Real jugó como local en Anoeta fue el pasado 13 de octubre de 2019, con el Athletic como rival, y asistieron al choque 28.367 espectadores, que presenciaron una nueva derrota de la Real por 0-2. Ayer, Anoeta registró la entrada más floja con el equipo femenino como protagonista con 5.293 espectadores, pero se fueron a casa felices tras ver ganar a su equipo, por fin, ante el eterno rival jugando en Anoeta.