La Real Sociedad perdió este jueves ante el Mónaco su partido de la Europa League. Los txuri-urdin ecnajaron una derrota que les obliga a ganar al PSV en la última jornada para continuar vivos en la competición.

El rival apostó por un cuerpo a cuerpo que los de Imanol aceptaron, pero en el que se vieron superados durante una larga fase. El Mónaco varió su planteamiento respecto a encuentros anteriores, ante la propia Real o ante el PSV. En ellos se había mostrado bastante respetuoso, por la altura de su bloque y por la disposición elegida: 4-5-1 en Anoeta y 5-4-1 de inicio ante los de Eindhoven.

Ante la Real, mientras, Niko Kovac apostó por un 4-4-2 con Volland de segundo delantero, cayendo a menudo a la mediapunta para dibujar un 4-2-3-1.

Lo relevante, en cualquier caso, no estuvo en el esquema, sino en la actitud presionante. El Mónaco fue a apretar a la Real a pares, con un uno para uno en todo el campo:

- ROJO: Golovin (extremo derecho) salta a Le Normand.

- BLANCO: Sidibé (lateral derecho) corrige con Aihen.

- NEGRO: tres para tres dentro.

La Real trató de iniciar en corto, pero la presión rival le obligó a recurrir a menudo al juego en largo con los tres de arriba, bien controlados. En la imagen, Sidibé (BLANCO) deja la presión en lado débil para ayudar atrás y el central Badiashile (ROJO) puede perseguir a Januzaj.

El plan de los locales implicó presiones que dificultaron mucho el juego de los txuri-urdin (ROJO: el extremo izquierdo Diop salta a Aritz y provoca un robo muy peligroso).

¿Por qué los de Kovac soltaron a los extremos a la presión y no a Volland? Porque priorizaron dejar siempre un tres para tres dentro. En la imagen anterior destacábamos de nuevo los emparejamientos (NEGRO) de la medular, un calco de los que trajo a Anoeta Bordalás el domingo.

Fue un matiz comparable a lo visto contra el Valencia, pero el plan del Mónaco fue mucho más osado que el del rival del domingo. Por ejemplo, los de Kovac trataron de iniciar el juego desde atrás, buscando principalmente a un Caio Henrique libre y a quien saltaba Zaldua.

¿Por qué la Real eleigió igualmente saltar a la presión desde fuera? Posiblemente por la misma razón que motivó al Mónaco a actuar así: controlar el juego interior rival con un tre para tres dentro. Sin embargo, para completar su superioridad durante el primer tiempo, el Mónaco supo moverse muy bien para hacer daño a la Real en zonas interiores:

-NEGRO: tres para tres dentro.

-BLANCO: Volland (mediapta) escorado a dcha, llevándose a Zubimendi.

-ROJO: zona que aprovechó con frecuencia Diop a la espalda de Silva.

Hablamos mucho del rival porque lo hizo bien y condicionó a la Real, apostando por un partido de presiones altas, ritmo y mucho duelo. ¿Qué hicieron los nuestros?. De inicio, se vieron condenados a explotar la baza de Januzaj en banda, buscándole en corto (si se podía) y en largo.

La Real mejoró algo en el tramo previo al descanso. De forma comprensible, el Mónaco tuvo que bajar algo el pistón, generando un panorama que permitió a los txuri-urdin apostar por la salida de tres, retrasando a Zubimendi.

No fue casualidad que los de Imanol encontraran precisamente así el gol del empate. Volland (ROJO) persigue a su par (Zubimendi) y permite a Le Normand buscar entre líneas el movimiento interior de Januzaj...

El belga recibe dentro, en una zona similar a la que analizábamos antes del Mónaco, y sirve el 1-1 a Isak. La Real, en cualquier caso, pudo enganchar en esta parcela en muchas menos ocasiones que los locales .

Se llegó con 2-1 al descanso, resultado producto de la superioridad local en líneas generales. ¿Cambió algo en el segundo tiempo? Pese a que con los cambios recuperó luego una presión más agresiva, el Mónaco dio un ligero paso atrás, seleccionando los saltos de sus extremos a central.

La Real, por su parte, apostó con los cambios por estirar el campo desde la izquierda (Barrenetxea) y hacer ganar altura a sus interiores (Merino-Oyarzabal).

Los txuri-urdin, asimétricos en el primer tiempo pinchando a Januzaj en banda y dejando principalmente para la izquierda (Oyarzabal) las caídas interiores, cambiaron a lo opuesto tras el descanso, llegando includo a dibujar un rombo con el belga (AZUL) de mediapunta.

Pero la Real no logró aprovechar las escasas ventajas tácticas que encontró y, condicionada por los problemas físicos de Merino-Silva-Isak, avanzó hacia el final del partido empujando al Mónaco por una cuestión de necesidad más que por fútbol. Toca ganar al PSV...