La Real Sociedad suma y sigue. Este jueves se impuso al Celta en Balaídos y lidera la clasificación de Primera después de dos meses y medio casi perfectos. El equipo suma 24 puntos en once jornadas, guarismo a tener muy en cuenta y que además ha firmado echando por tierra varios clichés negativos que le venían acompañando. Desde las dudas defensivas con las que el entorno arrancó la temporada hasta los resultados obtenidos recientemente en ausencia de Mikel Oyarzabal, pasando por la capacidad competitiva contra grandes equipos o por los caros peajes que se pagaban antaño al compaginar Liga y Europa.

1- Esta Real sí defiende bien

Después de la primera jornada liguera, en la que la Real perdió (4-2) en el campo del Barcelona, surgieron muchos comentarios acerca de la situación del equipo en defensa, un presunto déficit que se atribuyó también a la actuación txuri-urdin en el último ensayo veraniego, un 3-1 adverso en Gal contra Osasuna. El tiempo, sin embargo, se ha encargado de desmentir aquella supuesta fragilidad.

Desde entonces, los de Imanol han disputado trece partidos, encajando en ellos únicamente ocho goles. Han dejado su portería a cero contra Rayo, Levante, Cádiz, Sevilla, Elche, Mallorca, Sturm Graz y Celta (en ocho ocasiones). Gorosabel o Zaldua, Aritz, le Normand y Aihen forman la teórica zaga titular hasta la fecha. En cualquier caso, las tareas de contención, tal y como suele recordar Imanol, afectan al equipo en su conjunto. Y el paso adelante del colectivo es manifiesto.

2- Compite ante los grandes equipos, en casa y fuera

La primera parte del Camp Nou no supone solo un borrón aislado en materia defensiva. También lo es en cuanto a competitividad en grandes escenarios y contra grandes equipos, por mucho que los culés no atraviesen su mejor etapa. La Real ya se ha encargado de demostrar, después de la derrota en Can Barça, que está capacitada para mirar a la cara a la élite futbolística, al menos en lo que se refiere a duelos de 90 minuto.

Arrancó un buen empate en Eindhoven ante el PSV. Solo tres días después, se mostró superior a todo un Sevilla en Anoeta (0-0). Plagada de bajas, sumó contra el Mónaco un punto que el tiempo ha hecho bueno. Y aún permanece fresca en la memoria txuri-urdin la actuación del pasado sábado en el Wanda Metropolitano. Se ha resistido esa victoria que termine de confirmar el buen nivel realista en las citas de postín, pero las sensaciones de estos partidos apuntan claramente a que el equipo ya ha dado ese paso.

3- Europa ya no pasa factura

La Real encabeza la clasificación tras una fase de la temporada que, en clave txuri-urdin, ha estado marcada por la alternancia de los partidos de Liga con los de la competición europea. Se trata de una circunstancia digna de reseñar, ya que hasta hace no mucho tiempo al equipo le costaba compaginar competiciones. Durante el curso 2017-18, la Europa League se cobró caros peajes los domingos. Y algo similar sucedió con la Champions en la 2013-14, hasta que la escuadra dirigida por Jagoba Arrasate adquirió velocidad de crucero.

Con Imanol, ya en la campaña pasada se apreció una mayor capacidad para evitar que los jueves continentales pesaran el fin de semana. Y la tendencia se ha confirmado ahora. Tras la visita al PSV, la Real empató ante el Sevilla. Después de igualar ante el Mónaco, se sumó un punto en Getafe mereciendo los tres. Y el partido frente al Atlético se disputó solo 72 horas después del duelo en Austria.

4- Sin Oyarzabal también se ganan partidos

Oyarzabal se lesionó en vísperas del partido en casa contra el Mallorca. Y, en cuanto se publicó el parte médico, pudo vislumbrarse una convalecencia de varios partidos que amenazaba la buena trayectoria txuri-urdin. Al fin y al cabo, el precedente más inmediato al respecto hablaba de una racha de resultados nefasta. Durante la pasada temporada, el eibartarra sufrió una rotura muscular en casa contra el Rijeka. Después, se perdió los encuentros frente a Alavés (0-0), Nápoles (1-1), Eibar (1-1), Barcelona (2-1), Levante (2-1) y Atlético de Madrid (0-2): en total, ningún triunfo, tres empates y tres derrotas.

Su reaparición, en Nochevieja en San Mamés, coincidió con el regreso a la senda de la victoria (0-1). Durante la presente temporada, mientras, el equipo sí ha sido capaz de sobreponerse a la ausencia de su santo y seña. De momento, la baja del 10 se ha prolongado por espacio de cuatro encuentros, en los que el saldo resulta positivo: tres triunfos y un empate.