Jokin Aperribay, presidente de la Real Sociedad, apunta a nombrar durante las próximas horas, junto al director de fútbol Erik Bretos, al décimo entrenador txuri-urdin bajo su mandato. Este arrancó en diciembre de 2008, hace ya 17 años, con Juan Manuel Lillo dirigiendo a la escuadra blanquiazul. El del tolosarra es el primer nombre de una lista que también integran, por orden cronológico, Martín Lasarte, Philippe Montanier, Jagoba Arrasate, David Moyes, Eusebio Sacristán, Imanol Alguacil (en dos etapas distintas), Asier Garitano y, finalmente, un Sergio Francisco, al que sustituirá de forma interina Jon Ansotegi.
Más allá de cifras y de estadísticas, en cualquier, destaca en el historial del propio Aperribay los momentos estratégicos que siempre ha escogido para ejecutar los relevos en el banquillo. No hablamos de un dirigente impulsivo que se haya desentendido del calendario a la hora de activar los cambios de entrenador. El mandatario txuri-urdin acostumbra a entender que este tipo de movimientos deben producirse otorgando al recién llegado cierto margen temporal para hacerse con el equipo. Así, Aperribay ha utilizado los parones que se dan durante cualquier temporada, o incluso los intervalos entre campaña y campaña, para facilitar que las sustituciones en la dirección técnica de la plantilla se produzcan del modo más natural posible.
De Lillo a Lasarte
Recordemos, para empezar, que el actual presidente realista accedió a su cargo en diciembre de 2008, con Lillo como entrenador. La renovación del tolosarra más allá de junio de 2009 (cuando acababa su contrato) llegó a acordarse verbalmente, pero durante el camino hasta final de curso Aperribay entendió que el equipo necesitaba un cambio para ascender y no ejecutó la prolongación inicialmente pactada. En verano prescindió de Lillo y apostó por Martín Lasarte, quien dos años después dejaría el club de manera relativamente similar.
Decimos "relativamente similar" porque el caso del uruguayo deparó también una notable diferencia respecto al del propio Lillo: él sí tenía contrato en vigor cuando el club prescindió de él, en junio de 2011 tras subir a la Real a Primera y certificar la permanencia en su segunda y última temporada. El verano fue de nuevo el escenario temporal elegido para activar un cambio en el banquillo, el que significó la llegada de Philippe Montanier. El galo, por cierto, abandonaría el club justo dos años después, en junio de 2013, cuando tras clasificar a la Real para la Champions recibió una oferta para renovar por espacio de un solo curso: entendió la propuesta insuficiente y apostó por marcharse.
Ceses en pleno curso
El siguiente en la lista de técnicos, el cuarto, es Jagoba Arrasate, primero de los que han resultado cesados en plena campaña. Al de Berriatua se le destituyó en noviembre de 2014, tras una derrota en casa contra el Málaga (0-1). Aún restaba un partido más para alcanzar un parón liguero, pero Aperribay ejecutó el despido, situó en el banquillo de forma provisional a la dupla formada por Imanol Alguacil y Asier Santana, y esperó a la mencionada interrupción para fichar a David Moyes, quien tuvo algo más de una semana para aterrizar en el cargo antes de su debut en Riazor.
Justo un año después, en otoño de 2015, el escocés sería destituido coindiciendo también con el parón de noviembre, período elegido para contratar a un Eusebio Sacristán que incluso dispuso de un partido amistoso (en Lisboa contra Os Belenenses) para amoldarse al nuevo cargo. La era del vallisoletano duró dos años y medio, y tuvo su punto final, cómo no, durante una interrupción liguera, la de marzo de 2018. Fue entonces cuando Aperribay le cesó, subió a Imanol al primer equipo y esperó al verano para incorporar a Asier Garitano, siguiendo así siempre procedimientos similares a la hora de gestionar el banquillo.
Garitano y Sergio, en diciembre
El despido del bergararra se dio poco después, en diciembre, recordando su etapa, por duración, a la que acaba de concluir Sergio Francisco. Cuatro derrotas consecutivas costaron el cargo a Garitano, destituido el 26 para dejar paso a Imanol Alguacil en su segundo y exitoso período al frente del equipo. El oriotarra agradeció disponer de más de diez días para preparar su nuevo debut, el 6 de enero en el Santiago Bernabéu (victoria 0-2).
Siete años después, aquella convulsa Navidad en clave txuri-urdin se repite ahora después de la derrota encajada este viernes contra el Girona. Jokin Aperribay apunta a desingnar durante los próximos días al nuevo encargado de pilotar la nave blanquiazul, su décimo entrenador (sin computar la interinidad de Santana y Alguacil). Y el elegido lo hará, como suele resultar habitual en el club, con el respiro que conceden los períodos sin competición, esta vez un parón invernal que en el actual caso realista durará quince días: entre el sábado 20 de diciembre (visita al Levante) y el domingo 4 de enero (partido en Anoeta frente al Atlético). Queda por ver, eso sí, en qué forma se materializa esto último, a efectos de interinidades previas y anuncios definitivos.