La Real nunca se ha olvidado de Odegaard ni, al parecer, Odegaard de la Real. Los medios ingleses llevan un par de días especulando con la posibilidad de su posible regreso a Donostia aludiendo a unas palabras de Matt Ryan. El portero txuri-urdin siempre ha declarado que el noruego le aconsejó venir y que le habló maravillas del club. Así lo reconoció en una entrevista concedida a MD: "Antes de saber que estaba interesada en mí, me dijo que la Real, por su experiencia aquí, era un gran equipo, un 10 sobre 10 en todo: el equipo, la vida aquí, el público€todo. Y ahora estoy de acuerdo con él. Está a gusto en el Arsenal, pero está abierto a volver algún día, seguro".

El australiano coincidió con el escandinavo en la segunda mitad de la temporada pasada cedido, ambos cedidos en el Emirates Stadium, en su caso procedente de Brighton, antes de regresar a la Liga donde ya había jugado en el Valencia. Por su parte, como nadie ha olvidado en Anoeta, Odegaard completó un año de cesión maravilloso de blanquiazul, con siete goles y nueve asistencias. Lo malo es que el Madrid no cumplió con su palabra y rompió el acuerdo que tenía con la Real para el préstamo de su segundo año.

Desde que regresó a la casa blanca, las cosas no le fueron nada bien. Zidane apenas contó con él y en enero se marchó también cedido al Arsenal. Su rendimiento con la camiseta gunner si convenció a Arteta que pidió encarecidamente su contratación y finalmente regresó a Londres previo pago al Madrid de 40 millones de euros.

A lo largo del verano se especuló con la posibilidad de pudiese regresar a Donostia, aunque en esas condiciones era imposible. Aperribay y Olabe siempre han lanzado guiños al noruego y han declarado que la puerta de la Real siempre estará abierta para él, en el hipotético caso de que algún día manifieste su clara intención de volver. Desgraciadamente por ahora no se cumplen ninguna de las condiciones, ya que el jugador está contento en Londres donde busca una estabilidad que ya ansiaba encontrar cuando recaló en Anoeta, el Arsenal ha apostado firmemente y a largo plazo por él y la Real no está preparada para asumir un dispendio de ese tipo.

Eso sí, este verano la dirección deportiva seguro que estudiará y afrontará la contratación de un mediapunta, porque se trata de un puesto clave en su engranaje ofensivo y porque Silva finaliza contrato y todavía no se sabe si seguirá. A sus 36 años (cumple en enero), su continuidad dependerá de su rendimiento deportivo y su estado físico. Y por ahora, le está costando aguantar el nivel de exigencia de Imanol. A nadie se le escapa que a sus 23 años (los celebra en diciembre), Odegaard sería el relevo perfecto y el más deseado por la parroquia txuri-urdin.