Charla. Aperribay y Alguacil mantuvieron una charla muy cordial sobre el verde del José Luis Orbegozo al término del entrenamiento matutino. Fue una conversación de unos 20 minutos en la que el presidente y el entrenador intercambiaron opiniones sobre la actualidad del primer equipo, marcada, en lo deportivo, por el coliderato que comparten junto al Madrid y al Atlético. Terminada la charla, se fueron hacia el interior, no sin antes dirigirse a los medios. Aperribay se mostró interesado en la obligatoriedad de las mascarillas en Zubieta y Anoeta. Imanol, por si acaso, llevaba puesta la suya.

- Zubieta retomó la actividad con la penúltima sesión de la semana de la Real Sociedad. Con numerosas ausencias, el primer equipo se puso manos a la obra después de la jornada de descanso de la que disfrutó el martes. Doce futbolistas de campo y dos porteros fueron los integrantes que trabajaron a las órdenes del siempre inconformista Imanol Alguacil. Ningún futbolista del Sanse entre ellos, a excepción de Marrero. El hecho de que la Primera División tenga jornada de descanso propició que Imanol no llamase, en esta ocasión, a ningún potrillo. Xabi Alonso y el filial respiran tranquilos.

Entre los participantes en la sesión de ayer por la mañana, estaba Asier Illarramendi, que continúa buscando la normalidad. Su presencia fue la nota positiva en un entrenamiento del que se ausentaron, además de los internacionales (Ryan, Isak, Merino, Oyarzabal, Turrientes, Urko y Ayesa) y los lesionados (Guridi, Carlos Fernández, Sorloth, David Silva, Monreal, Pacheco y Diego Rico), y Ander Barrenetxea, aunque este solo por precaución. La espalda no termina de darle la tregua necesaria.

Imanol Alguacil, pese a que esta semana no hay Liga, volvió a sacar su mala leche a pasear. No le importó parar la sesión, sobre todo al principio, exigiendo máxima intensidad a los suyos. Primero, avisando: “Hay algunos que lo único que hacen es mirar”. “Apretamos de verdad”, pidió a sus jugadores. Le Normand, lamentándose en el suelo por un pisotón, se llevó la reprimenda del míster: “Arriba, que solo es un pisotón”. Aihen tampoco se libró: “Hay que estar atentos”. Así se las gasta un Imanol Alguacil, que antes de que comenzara la sesión, se acercó, como en él es habitual, a saludar a los periodistas presentes. Le dio tiempo para pedir tranquilidad con Illarramendi y reconocer que Alexander Sorloth “está mejor”.

Los primeros en saltar al terreno de juego fueron los porteros Alex Remiro y Unai Marrero, que trabajaron a las órdenes de Jon Alemán. Más tarde, lo hizo el cuerpo técnico acompañado de los doce jugadores de campo que participaron en el entrenamiento: Zaldua, Zubeldia, Aritz, Le Normand, Gorosabel, Aihen, Guevara, Zubimendi, Illarramendi, Navarro, Januzaj y Portu. Zubeldia e Illarramendi abandonaron antes que el resto el campo del José Luis Orbegozo para seguir trabajando por su cuenta en el interior de las instalaciones de Zubieta.

Antes que todos sus compañeros, se dejó ver por Zubieta Alexander Sorloth, que trabajó en solitario en el campo z2, dando a entender que progresa adecuadamente de la lesión que sufrió en el encuentro contra el Sevilla. El internacional noruego, que en esa ocasión no ha viajado con su selección, podría reintegrarse a la disciplina grupal la semana que viene. También entrenaron al margen de sus compañeros, y en el mismo campo que el noruego, otros dos integrantes de la extensa lista de lesionados como son Diego Rico y Jon Guridi. El lateral terminó la sesión siendo un espectador más del intenso partido que estaba teniendo lugar sobre el verde del José Luis Orbegozo, con Imanol Alguacil pidiendo cada vez más intensidad. Januzaj, tras una pérdida, sintió la presión que siempre ejerce el de Orio.

De blanco, Marrero, Zaldua, Le Normand, Guevara, Navarro y Gorosabel. De azul, Remiro, Aritz, Zubimendi, Aihen, Portu y Janu. Victoria para los primeros, con Navarro y Gorosabel como protagonistas, con goles por partida doble de ambos. Portu llevó la bandera de los azules con un gol de raza, de los suyos. El pitido final puso el punto final a una sesión muy intensa. Ya saben eso de que se juega como se entrena. Pues en la Real parece que es cierto.