La Real Sociedad empató este jueves contra el Mónaco en la segunda jornada de su grupo en la Europa League. Otra vez, y en esta ocasión de forma más inesperada que nunca, el rival varió su plan para adaptarse a los txuri-urdin.

Minuto dos. Saque de puerta para el Mónaco, un equipo con gusto por iniciar desde atrás, exponiéndose a la presión del rival. Nübel, sin embargo, apuesta por enviar en largo y superar así líneas realistas.

Minuto cuatro. La Real inicia desde atrás y el Mónaco, un equipo de habitual presión alta y agresiva, deja solo en punta a Boadu, dibujando por detrás una línea de cinco centrocampistas que tapan los carriles interiores.

No tardó en percibirse que iba a haber que picar piedra, así que tocó enseguida detectar las puertas que el Mónaco dejaba entreabiertas, dos principalmente. La primera: el salto del interior derecho (Fofana) a Zubeldia, que genera un espacio a su espalda aprovechable desde la salida lateral con Aihen.

Y la segunda puerta: el salto del extremo izquierdo Diop a las conducciones de Aritz, quedando libre Zaldua para salir por banda derecha.

Imanol prefirió explorar esta segunda vía antes que la primera. ¿Por qué? La opción de la banda izquierda era más fácilmente controlable por el Mónaco:

AZUL: dejando a Fofana más retrasado.

NEGRO: emparejando a lateral y extremo.

ROJO: y ayudando con Tchouameni en la caída de Guevara.

En la derecha, mientras, el míster detectó que las salidas con Zaldua implicaban una basculación casi extrema por parte de la defensa del Mónaco, en la que la ayuda del central izquierdo Badiashile (flecha) con Merino metía muy dentro al otro central y al lateral derecho.

Este contexto permitió, por ejemplo, cambios de orientación como este (imagen inferior) que va a lanzar Zubimendi a Aihen y que va a terminar en centro al área del navarro. Pero Imanol tuvo que esperar hasta el descanso para activar el plan que terminaría de embotellar al rival.

¿Cuál fue ese plan? Minuto seis del segundop tiempo. Algo ha cambiado respecto a la imagen anterior: las posiciones de Portu y Oyarzabal. Cuando la Real inicia por la derecha, ambos se mueven en zonas más lejanas al balón para ensanchar la zaga rival.

Los objetivos del plan txuri-urdin son los siguientes.

BLANCO: atraer al lateral rival con Zaldua-Januzaj, por mucho que a Joseba le siga ya su extremo.

AZUL: atraer al central con Merino.

ROJO: buscar profundidad desde Januzaj con Oyar y Portu (Barrenetxea), rompiendo los dos o alternándose roles: fijar, dar amplitud... Pero siempre uno profundo.

Tras un primer tiempo más equilibrado, el segundo fue solo de la Real, ante un Mónaco que bastante tuvo con contener a los txuri-urdin y apenas se estiró. No lo hizo ni tras el 1-1, que llegó producto de lo buscado por Imanol, una profundidad en la que Portu jugó un papel clave. En la imagen inferior le vemos iniciando una carrera al espacio en el minuto 51: 39...

... Y en el minuto 51:58 (solo 19 segundos después), el murciando traza su segundo desmarque en profundidad consecutivo. Pase de Zubimendi, intento de chilena y córner para el gol de Mikel Merino.

En el tramo final del partido, Kovac diseñó una defensa de cinco con la que cubrió más campo a lo ancho y controló mejor las ofensivas que la Real venía iniciando por la derecha.

Pero insistieron los txuri-urdin desde el sector diestro, ya con Gorosabel, que tiene más juego por dentro que Zaldua y te facilita desdoblamientos interiores como el que intentó varias veces entre el central y el lateral (siempre con Januzaj como lanzador).

Con el lateral izquierdo Caio Henrique ya fuera de combate víctima de unos calambres, después de tanto trabajo en su zona, terminó el partido con un 1-1 más positivo de lo que parece para la Real. La sensaciones fueron buenas, y además el equipo txuri-urdin no ha perdido ante PSV ni ante Mónaco. Si le gana los dos partidos al Sturm Graz (21 de octubre y 4 de noviembre) afrontará en buena posición las dos jornadas finales.