Mikel Oyarzabal sigue escribiendo episodios con letras de otro en su ya extensa, a pesar de contar con tan solo 24 años, carrera deportiva. A las puertas de jugar una semifinal de la Eurocopa, el futbolista de la Real atiende en la Ciudad Deportiva de Las Rozas a NOTICIAS DE GIPUZKOA en una entrevista en la que se muestra tal y como es, un ganador nato.

Con 24 años ya es todo un veterano. ¿Tiene la sensación de que todo está pasando muy rápido? ¿Le está dando tiempo a disfrutarlo?

-En este mundo del fútbol tú no eliges las cosas cuando vienen. A medida que van llegando, te tienes que ir adaptando y tienes que ir asimilándolas. Es un proceso de aprendizaje que no para. Estoy encantado de poder vivir todas estas experiencias que estoy viviendo tanto en el club como en la selección, como lo que pude vivir en años anteriores en la sub-21. Soy una afortunado de estar donde estoy. Quiero seguir aprendiendo, viviendo estas experiencias y estos momentos. La verdad es que estoy muy contento. Poder estar en unas semifinales de una Eurocopa no es algo que se pueda vivir todos los días, ni que todo el mundo pueda presumir de ello. Estoy feliz, intentando aportar en lo que puedo, en lo que me toca cuando el míster decida darme minutos. Y si no, desde la grada intentaré ayudar al equipo en lo que se pueda, animando. Creo que tenemos una gran unión dentro del equipo, somos un gran equipo a nivel futbolístico también y la verdad es que estoy disfrutando.

Luis Enrique no se cansa de repetirlo, que la unión dentro del vestuario les va a llevar a conseguir cosas importantes, como el mensaje de Imanol en la Real...

-No hemos tenido dudas, tenemos confianza en nosotros mismos, en lo que estamos haciendo. Al final, tenemos un equipo para hacer grandes cosas tal y como lo estamos demostrando. El equipo tiene confianza plena en la idea que tenemos, en lo que estamos haciendo y en el míster. El míster confía en nosotros, así que nosotros no hemos tenido momentos de duda. Vamos a intentar seguir como hasta ahora.

¿Cómo es Luis Enrique de cerca? ¿Es muy distinto a lo que estamos acostumbrados con Imanol?

-A nivel futbolístico se parecen, porque a los dos les gusta tener la pelota y jugar con el balón. Es verdad que cada uno con sus conceptos y con sus matices distintos, pero son entrenadores parecidos. En cuanto a personalidad, son personas distintas. Ya conocemos a Luis de cuando era jugador. Son, a nivel de entrenador, personas que se pueden parecer por lo que les gusta, pero son diferentes. Eso sí, son dos grandes entrenadores.

¿Se le ve afectado a Luis Enrique por todo lo que se está viviendo entorno a la selección?

-No. Al final está a lo suyo, al trabajo, a nosotros, a intentar ayudarnos a darnos los matices necesarios en cada partido para sacarlo adelante y nosotros lo mismo, a lo nuestro, trabajando entre nosotros, disfrutando de los momentos que vivimos dentro y sin pensar en lo de fuera.

Otra vez vuelve a ser importante desde el punto de penalti, como sucedió en la final de Copa...

-Es un momento en el que al final tienes mucha responsabilidad, muchos ojos mirándote detrás, pero a los que nos toca tomar esa decisión en ese momento, tenemos mucha confianza en nosotros mismos y tenemos la cabeza en lo que hay que tenerla. Estoy contento de haber tenido la oportunidad de haber podido ayudar al equipo. Con ganas del siguiente.

¿Qué se le pasó por la cabeza al ver que el balón entraba?

-En el momento de tirar, con un poco de dudas sobre qué hacer, de si hacer una cosa u otra, pero cuando ves entrar la pelota, y más con la idea que tenía, confiando en lo que iba a hacer, sientes felicidad. Lo que se vio, la unión del grupo luego celebrando todos juntos nada más tirar el penalti. De cara a un campeonato como este, es importante que el grupo esté unido, que el grupo tenga confianza el uno en el otro y eso en este caso existe, así que creo que podemos hacer un gran papel.

¿Fue al punto de penalti

-El camino hasta el balón en mi caso fue un poquito más largo de lo habitual. El balón quedó un poco más lejos. En ese camino le das un poquito de vueltas a qué es lo que vas a hacer. En tu cabeza está qué vas a hacer en ese momento cuando te toque tirar el penalti. Una vez que pongo el balón y tomo la carrera, la idea es clara y tenía decidido lo que iba a hacer. Tenía confianza en que las cosas iban a salir. Cuando el míster pidió personas que querían tirarlo, yo estaba dispuesto. Por suerte me fue bien.

Se dice que es el mejor lanzador de penaltis de España. ¿Cómo se lo toma?

-Como todo en esta vida, cuando las cosas van bien, todo parece bonito, y cuando van mal, todo feo. Pero yo tengo confianza en mí mismo, en la idea que tengo para lanzarlo. Quiero seguir, como es lógico, mejorando esa técnica, cogiendo cosas nuevas, nuevas ideas para en algún momento poder utilizarlas y seguir mejorando como futbolista.

Una de las imágenes de la Eurocopa es su abrazo con Unai Simón después de su penalti...

-A Unai le conozco desde hace mucho tiempo. Hemos jugado muchas veces en contra en las categorías inferiores, yo en la Real y él en el Athletic. Luego también hemos coincidido en la selección de Euskadi cuando había campeonato de España de selecciones autonómicas. Tengo muy buena relación con él. Aparte de ser un compañero, le considero un buen amigo y creo que está más que capacitado, como lo está demostrando, para defender la portería de la selección. Ha trabajado mucho durante mucho tiempo para estar aquí, como muchos de nosotros. Es un placer compartir con él momentos y experiencias como éstas.

La Real está de moda. Con Oyarzabal siendo decisivo para España, con Isak saliéndose con Suecia, con tres jugadores que irán a los Juegos Olímpicos de Tokio...

-Eso significa que el club ha dado un salto importante, no solo a nivel estatal, sino internacional. También a nivel de cómo se están haciendo las cosas dentro del club. A nivel deportivo creo que es positivo que cuantos más jugadores estén aquí en la selección, o en sus respectivas selecciones jugando torneos como este, es positivo. También lo es que jugadores vayan a los Juegos Olímpicos. En ese aspecto, es cierto que te quita un poco de descanso, y de poder tener un poco de aire. Pero para el club, para el jugador, para todo el mundo es positivo. Intentaremos resolverlo de la mejor manera posible, pero ya está.

Otro verano sin vacaciones...

-No es el primero. Pero para todo jugador que está en la elite, en el primer nivel, poder tener la oportunidad de disputar competiciones como las que voy a tener la oportunidad de disputar yo, todo el mundo se cambiaría por mí. Todo el mundo estaría en la posición en la que estoy yo. Habrá momentos para descansar, para coger un poco de aire y hacerlo bien en todas las competiciones.

Han pasado seis años desde que se montó en el autobús del primer equipo para realizar la pretemporada con el primer equipo en el verano de 2015 y todo ha ido sobre ruedas para usted, ¿no?

-Sí. En este mundo del fútbol y en muchos otros aspectos de la vida, las cosas no puedes elegirlas cuando vienen. La vida te las pone delante y tienes que intentar o asimilaras o adaptarte a ellas de la mejor manera posible para sacarlas adelante y aprovechar la oportunidad. Creo que es una oportunidad única la que se te plantea en el fútbol en cada situación y creo que hay que estar capacitado y preparado para sobreponerte a las adversidades que cada situación traiga y aprovechar las oportunidades que son únicas.

Un año inolvidable, ¿no?

-Sí. Un año bonito para el recuerdo mío, de mis familiares, de mis seres queridos, de mis amigos. Todos lo están viviendo con especial ilusión, como yo. También lo vivieron así en la final de Copa, lo viven así cada fin de semana que juego con la Real. Por esa parte soy un afortunado de tener a la gente que tengo a mi alrededor. Y yo voy a intentar seguir haciéndolo como hasta ahora o mejor para que la gente esté contenta y animada.

¿Es diferente la sensación del penalti frente a Suiza que el que anotó en la final de Copa al Athletic?

-La verdad es que en este penalti, con cierto punto de tranquilidad el hecho de que si lo metes, ganas, pero si en caso de que fuera mal por algo, tienes todavía otra oportunidad detrás. Aquel penalti de la Copa tienes ese punto de responsabilidad de que es verdad que si no lo metes, no pierdes, pero pierdes una oportunidad de oro para hacerte con un título después de mucho tiempo con el club. Son situaciones diferentes, que las he vivido más o menos de la misma manera y creo que las afrontaría de la misma manera si volvieran a ocurrir.

Después de un año con la Real tan brillante, la afición va a exigir lo mismo o más. ¿Cómo afronta la nueva temporada?

-Es positivo el exigirse más. Nosotros nos lo exigimos porque creo que podíamos haber hecho un año mejor, sobre todo en algunos partidos que se nos han escapado puntos, pero creo que también podíamos haber hecho un año peor, si en ciertos partidos, en ciertos momentos, mismamente en el último, no consigues meter el gol. Está claro que la exigencia es necesaria y positiva, pero hay que tener los pies en el suelo, no volvernos locos, siendo conscientes de lo que somos y dónde estamos. Si lo hacemos así, seguro que las cosas irán mejor y tiraremos para arriba.

Se ha hablado mucho de Alexander Isak. ¿Le ha sorprendido el rendimiento que ha ofrecido?

-No, nosotros ya le conocíamos. Es verdad que hasta diciembre pasado no tuvo la continuidad que ha tenido sobre todo los últimos seis meses y creo que le han venido muy bien para coger confianza, para sentirse importante de verdad dentro del equipo. Ahora puede descansar estas tres, cuatro semanas que tiene. Es una pena que se haya quedado fuera, pero que descanse y que venga con las pilas cargadas.

Ha vuelto a jugar con público. ¿Qué sensaciones ha experimentado?

-La sensación es bestial. Es algo que la gente está exigiendo, que se está agradeciendo. Como he dicho siempre, lo primero es la salud, es respetar lo que se tiene que hacer, pero también es verdad que, controlándolo, y tomando las medidas necesarias, creo que es algo posible y también necesario y positivo para todo el mundo. La experiencia, por ejemplo, de jugar el otro día en Copenhague con el estadio lleno fue bestial. E momento de entrar al campo con toda la gente animando, chillando... Todo el mundo está deseando, tanto aficionados como futbolistas, de que esto vuelva.

Y poder ver la grada Aitor Zabaleta llena, ¿no?

-Sí. Se consiguió un ambiente muy bueno después de terminar el estadio. La armonía que habíamos conseguido equipo-afición era muy positiva y la verdad es que es lo que queremos, queremos seguir así, dándoles a la afición ese extra para que esté con nosotros, que la afición nos dé ese plus para en los momentos duros y complicados también sacar esas fuerzas adelantes. Estamos agradecidos y vamos a luchar a muerte.

Se va a estrenar en Wembley...

-Un gran campo más para sumar. Es positivo sumar este tipo de experiencias en estas competiciones, en estos estadios, contra estos rivales. Creo que le hace mejor futbolista a uno, le hacen crecer, y me voy a llevar esas vivencias, esas experiencias, me las voy a llevar para mí. Pero no me quiero quedar aquí. Ya que hemos llegado hasta este punto, ganar este partido, pasar uno más y tener la oportunidad de disputar una final de una Eurocopa, que son cosas que nos sirven.

¿Sueña ya con la final o toda la mente la tiene puesta en el partido de Italia?

-Lo primero es Italia, la semifinal. Tenemos que estar pensando en nosotros mismos. Está claro que es un gran rival y que nos va a poner las cosas difíciles, pero si tenemos la confianza que hemos demostrado hasta ahora el juego, la serenidad, la tranquilidad en momentos difíciles para sacarlo adelante, creo que vamos a estar más cerca de ganar.

¿Se ve titular ante Italia?

-Estoy dispuesto a lo que el entrenador me pida Si hay opción de jugar de inicio, encantado, y si no, estaré en el banquillo intentando ayudar a los compañeros. Si me toca entrar luego, lo mismo. Todo el mundo quiere jugar, pero de los 24 que estamos, al final solo juegan once o 16, el resto, aunque no juguemos, también estamos ayudando.

¿Qué queda de aquel chaval de 18 años que se subió al avión del primer equipo con destino a Obertraun (Austria) ya hace seis años?

-Queda lo mismo. Quieras o no, los años pasan, te caen responsabilidades, momentos, experiencias, pero me considero la misma persona que era el primer día que entrené con el primer equipo de la Real allí en Austria. Tengo la misma ilusión por seguir haciendo las cosas bien, por seguir creciendo. Creo que eso es lo más importante y por mi parte, eso está presente y va a estar presente siempre, así que a intentar seguir como hasta ahora, creciendo.

¿Le da importancia a las cifras?

-No. Son cosas que quedan para la prensa, aunque, quieras o no, son datos que están ahí. Y te hace ilusión una vez que salen, pero no es algo a lo que le estés dando vueltas o algo en lo que estás pensando continuamente. Yo lo que quiero es seguir jugando a fútbol, seguir disfrutando, seguir haciendo las cosas bien, que es cuando más feliz estás. Seguir mejorando como futbolista.