En un tema tan prioritario y estructural como el de la vivienda; ante un problema, hoy, en toda Europa, tan complejo y transversal, no parece serio eludir responsabilidades haciéndolas recaer únicamente en los ayuntamientos, en el eslabón más débil de la cadena. Sin embargo, hay quien ha convertido en costumbre esa práctica de escurrir el bulto. Y lo hacen obviando que, en los últimos años, se han aprobado distintas leyes de vivienda que, visto lo visto, no han logrado los resultados esperados por sus impulsores.
Yo no comparto ese tipo de actitudes. No buscaré culpables para eximir mi responsabilidad. Prefiero compartir soluciones. Prefiero explicar en positivo qué pienso sobre esta cuestión y cómo la abordamos desde el PNV.
La vivienda es un derecho fundamental. Su escasez y carestía es la principal preocupación de la ciudadanía vasca. Afecta particularmente a personas en situación vulnerable, a clases medias y a la juventud. El esfuerzo en vivienda supone alrededor del 34% de los ingresos medios de las familias. Entre las causas de esta problemática en nuestro territorio están la demanda creciente y la escasez de oferta, el incremento del saldo migratorio, la reducción de convivientes por hogar, la orografía y la escasez de suelo o las trabas urbanísticas.
Según el Observatorio Español de la Vivienda, Euskadi es la Comunidad que, con diferencia, más vivienda social ha construido desde 1980 en todo el Estado. Desde 1981 se han edificado más de 110.000 viviendas protegidas en la Comunidad Autónoma Vasca, lo que supone el 31 % del total de viviendas terminadas en ese periodo. Los datos comparativos oficiales también confirman que Euskadi triplica la media estatal en términos de vivienda protegida por habitante, con alrededor de 17,7 viviendas protegidas por cada 1.000 habitantes, frente a unas 6 por cada 1.000 en el Estado en promedio.
En los últimos años, miles de jóvenes han recibido ayudas del Gobierno Vasco para acceder a una vivienda mediante los programas Gaztelagun y Emantzipa. La deducción por compra de vivienda llega al 18% (23% para menores de 30 o familias numerosas) del pago anual de la hipoteca. Por alquiler, la deducción es del 20%. Eliminar deducciones por compra de vivienda, como sugiere EH Bildu, supondría un perjuicio objetivo para 330.000 personas que se benefician de esta medida fiscal cada año.
Desde 2012, en Euskadi, hemos movilizado más de 7.000 viviendas vacías para alquiler; y desde 2021, tenemos regulada la vivienda deshabitada para asegurar su función social. Somos la primera comunidad que ha aplicado el derecho subjetivo a la vivienda mediante el alquiler protegido o la prestación de hasta 300 euros mensuales para el pago del alquiler libre.
"No es suficiente y seguimos trabajando. Debemos hacer más y mejor. Tenemos la determinación de encauzar el problema de la vivienda"
Esto es un resumen de lo realizado. Pero no es suficiente y seguimos trabajando. Debemos hacer más y mejor. Tenemos la determinación de encauzar el problema de la vivienda. La demagogia o la apelación a soluciones simples, abstractas o inviables no lo resuelven. Es necesario comprometerse con medidas concretas, realizables y realistas. Medidas que no provoquen efectos indeseados y compliquen más el panorama del mercado de la vivienda. Medidas como las recogidas en este decálogo de compromisos que sintetiza la hoja de ruta del PNV en materia de vivienda:
- Aplicar medidas urgentes, como las que plantea la recién aprobada -a propuesta de PNV y PSE- Ley vasca de medidas urgentes en materia de vivienda.
- Incrementar la disponibilidad de suelo. El objetivo es movilizar 160.000 viviendas (75.000 protegidas), mediante la colaboración público-privada, en los próximos años.
- Incrementar la oferta de vivienda pública y libre; y reducir del 75% al 60% el cupo obligatorio de vivienda protegida, para garantizar la viabilidad de las promociones.
- Potenciar el alquiler asequible, a través de la actuación en zonas tensionadas, la restricción de las viviendas de uso turístico y la cesión de suelo municipal al Gobierno Vasco para 10.000 viviendas de alquiler en 2030.
- Aligerar los trámites para promover vivienda, así como para acondicionar bajos o edificios industriales y segregar grandes viviendas; y ampliar rangos de ingresos para el acceso a coberturas de protección en vivienda.
- Cooperación interinstitucional para establecer mecanismos eficaces frente a las ocupaciones; ajustar la cuota de vivienda libre y la protegida en los ayuntamientos; y promover más vivienda en pueblos de menos de 3.000 habitantes.
- Refuerzo fiscal al uso social de la vivienda, con el objetivo de promover el alquiler y la compra, la salida al mercado de vivienda vacía, el alquiler a menores de 35, mayores de 65 o personas con bajos ingresos, y las obras.
- Apoyar a las personas jóvenes mediante la reserva de vivienda protegida para menores de 36 años, avales para hipotecas o fianzas de alquiler, así como la ampliación del acceso a los programas Gaztelagun y Emantzipa,
- Impulsar modelos innovadores como los alojamientos temporales, intergeneracionales o cooperativos, la readecuación de edificios sin uso y viviendas vacías o no adaptadas, y la colaboración público-privada.
- Incrementar el presupuesto y los recursos para vivienda en todas las instituciones. Vamos a tener el presupuesto de vivienda más alto de la historia: 594 millones de euros.
A la hora de ordenar prioridades, se aconseja diferenciar entre lo urgente y lo importante. Sin embargo, algunas veces, lo uno y lo otro confluyen. La vivienda hoy es una prioridad urgente e importante. La complejidad y extensión de su problemática es tan profunda que exige las dos calificaciones. En este marco, sobran la demagogia, las excusas o las consignas arrojadizas.
Para resolver el problema de la vivienda hay que saber corresponsabilizarse y hay que saber colaborar
Por eso mismo, dos palabras más coronan este decálogo: corresponsabilidad y colaboración. Si en algún ámbito es imprescindible la corresponsabilidad entre todas las instituciones, es en el de la vivienda. Si en algún ámbito es fundamental la colaboración público-privada y social, es precisamente en el de la vivienda. Para resolver el problema de la vivienda hay que saber corresponsabilizarse y hay que saber colaborar. Es un reto de presente y de futuro en el que nos estamos jugando la cohesión social y el futuro de las personas jóvenes. La vivienda es prioridad absoluta para EAJ-PNV.