La Real Sociedad sigue atenta toda la polémica que puede implicar su ingreso en la Champions League. Y es que la historia reciente de la Liga presenta casos en los que sanciones de la UEFA han terminado modificando el reparto de billetes continentales. Al máximo organismo europeo no le suele temblar el pulso a la hora de imponer castigos deportivos, aunque también cabe puntualizar que los precedentes atienden a situaciones relacionadas con el denominado fair play financiero. Ahora, en cambio, la batalla con Barcelona, Real Madrid y Juventus presente un marcado cariz jurídico, lo que supone una importante diferencia y abriría un nuevo panorama de cara a posibles recursos futuros.

Suceda lo que suceda, ahí quedan las temporadas 2009-10 y 2012-13 para mostrar cómo una decisión de la UEFA puede afectar a las participaciones europeas del siguiente curso. El primer precedente no sitúa en una Liga que el Mallorca concluyó quinto en pleno concurso de acreedores. La deuda del cuadro balear se situaba entonces en torno a los 65 millones de euros, por lo que el máximo organismo del fútbol continental le denegó el pasaporte. Así, en la posterior campaña 2010-11 disputaron la Europa League el Getafe, sexto, y el Villarreal (séptimo), gran beneficiado de la exclusión mallorquinista.

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El baile de posiciones fue aún mayor al concluir la temporada 2012-13, en la que la Real fue cuarta y logró así su última participación en la Champions. Los txuri-urdin aventajaron al Valencia, quinto, y al Málaga, sexto. Pero el cuadro andaluz, con varios frentes abiertos en forma de deudas, no fue aceptado por la UEFA en la Europa League 2013-14. Al haberse procalamado campeón de Copa el Atlético de Madrid, tercero en la Liga, debáin entrar en el segundo torneo continental el quinto, el sexto y el séptimo. Pero finalmente lo hicieron quinto (Valencia), séptimo (Betis) y noveno (Sevilla). Y es que el Málaga no resultó el único sancionado por motivos financieros. También lo fue el octavo clasificado, el Rayo Vallecano de Paco Jémez.