- Pocos proyectos de éxito se pueden identificar actualmente de forma tan clara y rotunda con la figura de su entrenador. Por segunda temporada consecutiva, son muchos los técnicos y entendidos que destacan por encima del resto el trabajo de técnicos que no militan en los tres gigantes: tres vascos -Lopetegui, Arrasate e Imanol-, además de, cómo no, Diego Martínez, del Granada.

El verdadero mérito de Imanol es que su progresión individual y la que ha experimentado el equipo bajo su dirección son imparables y continúan en constante crecimiento. Como reconoció en su día Olabe, "su evolución es brutal". En su estreno en el primer equipo, en la temporada 2017-18 y después de que le tuvieran que convencer para aceptar el ascenso, logró alejarlo rápido de los puestos controvertidos tras el bache en el que se entró con Eusebio, y sin que se acabase el año natural volvió a ser llamado a filas por la dirección deportiva. Todo eso a pesar de que le habían tildado de "gran especialista en el proceso de transición en ese paso del filial al primer equipo" para degradarle al Sanse y apostar por Asier Garitano, que fue destituido por sorpresa en navidades. El oriotarra firmó un contrato ya sin vuelta atrás y fue presentado casi con nocturnidad y alevosía por los cariacontecidos Aperribay y Olabe. No sabían que habían tomado probablemente la mejor decisión desde que ambos están en sus respectivos cargos. El técnico no tardó en alejar de la quema al equipo, al que incluso se le escapó el billete para Europa en la final que jugó contra el Espanyol en Cornellà en la última etapa.

En el primer curso que pudo comenzar de inicio, su éxito fue aún mayor. Después de estar coqueteando con los puestos Champions antes del confinamiento y de haber logrado una excelsa clasificación para la final de Copa 33 años después, finalmente un gol de Januzaj certificó su regreso a Europa.

La historia dice que a la Real siempre le ha costado afrontar tres torneos en un año. Imagínense el reto de encarar cinco, a pesar de sus particulares circunstancias. Los de Imanol han ganado la Copa después de 34 años sin títulos, dieron la cara en la Supercopa y en esta Copa, sufrieron y aprobaron en la Europa League y ahora persiguen su segundo gran objetivo, que es regresar al Viejo Continente a través del quinto puesto, que sería un broche de oro a una campaña de notable-sobresaliente. En un campeonato regular en el que solo ha pasado tres jornadas fuera de los puestos europeos, las dos primeras y la cuarta.

Imanol es el séptimo técnico realista en cumplir 100 partidos en Primera con un saldo de 42 victorias, 27 empates y 31 derrotas. Solo superado por Ormaetxea (55 triunfos, 25 igualadas y 20 derrotas) y por Toshack (50, 17 y 33). Como le salió de dentro y de forma aparentemente improvisada a Olabe, "una evolución brutal". Se puede añadir meteórica e imparable...

1974-75 y 75-76 (UEFA. Real-Banik Ostrava (0-1 en la ida/4-0 y en la vuelta). Y Grashoppers-Real (3-3/1-1); Real-Liverpool (1-3/6-0).

1979-80 y 80-81 (UEFA). Inter-Real (3-0/0-2). Y Ujpest Dozsa-Real (1-1/0-1); Zbrojovka Brno-Real (1-1/1-2); Lokeren-Real (1-0/2-2).

1981-82 y 82-83 (C. Europa). CSKA Sofía (1-0/0-0). Y Vikingur-Real (0-1/2-3); Real-Celtic (2-0/1-2); Sporting Lisboa-Real (1-0/0-2); y Real-Hamburgo (1-1/1-2).

1987-88 y 88-89 (Recopa y UEFA). Real-Slask Wroclaw (0-0/ 2-0); Real-D. Minsk (1-1/0-0). Y Real-Dukla Praga (2-1/2-3); Sporting P. (1-2/0-0); Real-Colonia (1-0/2-2); Sttutgart-Real (1-0/0-1, p.).

2013-14 y 14-15 (Champions y Europa L., previa). Última en el el grupo con el M. United, Bayer Leverkusen y Shakhtar Donetsk. Y Real-Aberdeen (2-0 y 2-3); Real-Krasnodar (1-0/0-3).