La Real Sociedad se adjudicó este lunes el derbi guipuzcoano disputado en Ipurua contra el Eibar. El solitario gol de Alexander Isak otorgó la victoria a los txuri-urdin en un encuentro muy equilibrado, cuya batalla en las pizarras de Imanol Alguacil y José Luis Mendilibar tuvo distintas fases.

1- El panorama inicial

La Real apuesta por su habitual 4-3-3 con Oyarzabal como interior derecho. Mientras, el 4-2-3-1 del Eibar resulta más matizable, pues Recio (círculo rojo) se descuelga en la presión para dibujar un claro 4-4-2 (imagen). Los armeros eligen conservar la superioridad numérica en la zona naranja (cuatro para tres). Y los txuri-urdin gozan así de superioridad numérica en la zona amarilla (tres para dos), en la medular.

Los blanquiazules demuestran tener configurado en su computadora semejante esquema de partido. Y se centran en encontrar la espalda de Diop y Atienza, los pivotes locales, para lanzar peligrosos contragolpes. Zubimendi se incrusta a menudo entre centrales para facilitar la salida, Guevara cae a pivote y Barrenetxea se mete a interior para conservar la mencionada superioridad numérica.

De inicio, el Eibar aprieta con fuerza y la Real apuesta por no correr riesgos, buscando en largo a Isak e incluso a Portu para que reciban tras Diop y Atienza (marcados siempre en rojo). Se trata de que, o bien jueguen ellos, o bien dejen de cara a los centrocampistas. Las imágenes corresponden a los primeros minutos e ilustran más que nada las intenciones txuri-urdin, dentro de un comienzo de partido en el que los de Imanol no están del todo cómodos.

2- Superioridad de la Real

Pasan los minutos, bajan los bríos del Eibar en el arranque y la Real comienza a encontrar esas superioridades interiores planteadas en la pizarra. Los txuri-urdin empiezan ya a salir en corto con más frecuencia y enganchan a menudo con Oyarzabal y con Isak entre líneas. Se lanzan así contragolpes que bien pueden suponer el 0-2, pero el sueco no está del todo acertado.

Y aquí un matiz interesante sobre el comportamiento defensivo de la Real. Portu salta a presionar a un central, como suele hacer habitualmente. Pero quien corrige su movimiento y se empareja con Cote es Oyarzabal, no Gorosabel, a quien Imanol deja siempre con Bryan Gil. Se trata de no desajustar la defensa ante un Eibar que carga el área con Kike, Recio e incluso con Pedro León desde banda contraria.

3- Mendilibar mueve ficha

Buena reacción del míster del Eibar en el descanso, al diseñar una presión más agresiva como se aprecia en la imagen.

1- El mediapunta (ya Expósito) no salta a central y se queda con Zubimendi, igualando la batalla numérica en zonas interiores (tres para tres).

2- Ahora es el extremo diestro (ya Recio) quien sale a por Le Normand.

3- Y ahora es el lateral diestro (Correa) quien aprieta a Monreal.

Los armeros pasan a dejar un arriesgado tres para tres en defensa, pero generan igualdad en la medular con el mencionado emparejamiento Expósito-Zubimendi

No queda ahí la cosa. Mendilibar se decide también a generar una zona (naranja) a espaldas de los laterales de la Real para cambiar la forma de atacar. Recio y Bryan Gil sacan de sitio a Gorosabel y Monreal para que Expósito, Atienza y Diop tracen diagonales a ese espacio. El Eibar completa así su mejoría y genera acercamientos para empatar.

Imanol reacciona situando en paralelo a Guevara y a Zubimendi en un doble pivote más marcado. Así, como se aprecia en las imágenes, donostiarra (derecha) y vitoriano (izquierda) actuán algo más escorados y ayudan a cubrir el mencionado movimiento del Eibar.

La Real mejora por espacio de algunos minutos. Pero la falta de acierto blanquiazul con el balón a la hora de lanzar contragolpes o de simplemente conservar el esférico permite al Eibar terminar el partido acosando la portería de Remiro. El equipo de Mendilibar genera varias acciones de área que bien pueden significar el empate, pero ahí la Real se muestra solvente y certifica la victoria.