- Otro cierre de mercado sin sobresaltos en la Real. Algunos lo tildarán de aburrido, otros como una señal de estabilidad. El equipo realista echó la persiana con el cambio cromo por cromo de Carlos Fernández por Willian José. Como ya se conoce, por el sevillano pagará una cantidad de 10 millones más otros dos en distintos variables, mientras que por el brasileño aspira a ingresar, como mucho, una cantidad algo superior a los 15 millones de euros. La opción de compra es de una cifra cercana a los 25 millones, pero cabe recordar que la Real solo es dueña del 70% de los derechos del jugador, ya que el 30% restante es del Club Maldonado, que lleva tiempo presionando para que el jugador se moviese.

En las últimas horas se especuló con la posible salida de Sagnan y Bautista, pero, como publicó este periódico, el delantero, que ha tenido varias novias, ha decidido quedarse todo el año aunque no esté teniendo demasiadas oportunidades, y la marcha del galo era simplemente implanteable en un plantel en el que solo hay tres centrales. El realista que más opciones ha tenido para marcharse, y que tampoco veía con malos ojos salir otra vez a préstamo, ha sido Martin Merquelanz. Son muchos los clubes que han preguntado por la situación del irundarra, pero Roberto Olabe no ha tenido ninguna intención de abrirle la puerta al considerar que todavía tiene tiempo para aportar al equipo esta misma temporada. Su compañero el año pasado en la aventura en Miranda, Jon Guridi, sí que ha dado ese esperado paso al frente y los muchos pretendientes que le seguían se han resignado a aceptar que su futuro se encuentra en Anoeta.

El otro txuri-urdin que ha podido salir ha sido Roberto López, a quien, aparte de su rendimiento en la Real le refuerza su internacionalidad con la sub'21, pero a la dirección deportiva tampoco le convencía debilitar la demarcación con menos efectivos específicos del plantel hasta que se recupere Sangalli.

Como ya manifestó Aperribay en la presentación de Carlos Fernández, el club había decidido no afrontar la incorporación de un central. Aunque han peinado el mercado, el club decidió que ninguna de las posibilidades que tuvieron encima de la mesa les convencía. La delicada situación de las arcas por los 15 millones de euros que se han dejado de ingresar por la pandemia y el costoso pago de los plazos de la remodelación del estadio condicionaban también otra inversión, por lo que se ha tomado la arriesgada determinación de afrontar las tres competiciones que quedan con tres centrales (Aritz, Le Normand y Sagnan) y el reconvertido Zubeldia. Cuando parecía que el azkoitiarra iba a ser defensa para el resto del curso, volvió a la medular por unos minutos en el campo del Betis, donde también actuó en el eje de la zaga y en el lateral derecho, en la mejor demostración del baile de movimientos que está mermando su rendimiento. Un conservador planteamiento que roza lo temerario, sobre todo si se tenemos en cuenta que el 3 de abril espera la madre de todas las batallas y que, por poner un ejemplo, este fin de semana Le Normand es baja por sanción y Zubeldia duda por unas molestias. Y que, desgraciadamente, Aritz Elustondo, el llamado a ser el líder de la zaga, es propenso a las lesiones. Además, Aperribay trató de justificar su resolución de no reforzar la zaga por su apuesta por la cantera, cuando la realidad es que al menos este año no se espera la confirmación de los prometedores centrales que militan en el Sanse. Urko y Pacheco, que llegaron a debutar el año pasado, son los señalados para subir más pronto que tarde al primer equipo, aunque la realidad es que cuentan con muy pocas posibilidades de tener minutos este curso, por lo que la defensa seguirá cogida con alfileres.

La única novedad que se espera en las próximas semanas será la vuelta de Alex Sola. La dirección deportiva ha considerado que vuelva tras la grave lesión de rodilla que sufrió el 4 de julio, es decir hace ocho meses, y lo mejor para su recuperación total es que empiece en el Sanse. La intención es que vaya cogiendo ritmo a las órdenes de Xabi Alonso y que, si todo transcurre con normalidad y recupera pronto su potencial, pueda ir entrando en la dinámica del primer equipo e incluso jugar partidos. No tendrá dorsal de la primera plantilla, aunque su status tampoco será igual al de Roberto López y Zubimendi, que, aunque lucen números por encima del 25, son jugadores del primer equipo a todos los efectos. Sola, que nunca ha logrado ese último ascenso, todavía deberá intentar ganárselo en los próximos meses. Así de paso, ayudará al filial, que tiene problemas en ese puesto, mientras que Imanol cree que lo tiene bien cubierto con Gorosabel y Zaldua. Será en verano cuando haya que tomar decisiones en el lateral derecho.