- Estaba el partido atascado; a Silva y a Merino les costaba filtrar balones francos hacia Willian José, recién salido para tratar de encontrar el gol salvador, Oyarzabal y Portu; Imanol miraba al banquillo, buscando la complicidad de sus colaboradores, hasta que realizó la señal oportuna... Era el momento de que Jon Bautista saltara al terreno de juego. La Real necesitaba marcar porque el primer partido de la Europa League en Rijeka estaba abocado al empate a cero. El errenteriarra sustituyó a Oyarzabal para atacar por el flanco izquierdo... y ¡eureka! A los ocho minutos (92'), conectó un remate preciso para colar el balón entre las piernas del gigantesco portero croata (Nevistic), tras el pase atrás de Mikel Merino. Así, la Real ganó gracias a su gol; el tanto más importante de su trayectoria deportiva.

Un recorrido que no ha sido nada sencillo para Bautista, una de las perlas de Zubieta -integrante del equipo que jugó la Youth League-, tentada también por la oferta millonaria del Athletic -Jokin Aperribay evitó su huida ofreciéndoles un buen contrato-, que ha tenido que trabajar lo suyo para jugar en el equipo de su vida. Un camino que tuvo su parada en Bélgica, donde, más allá de su rendimiento -tres goles en 26 partidos en el KAS Eupen del donostiarra Beñat San José-, la experiencia le sirvió para curtirse y, sobre todo, para darse cuenta de que su objetivo no era otro que tratar de hacerse un hueco en la Real. Como sucedió en aquel derbi de San Mamés (1-3) en el que Asier Garitano, ante las numerosas bajas, alineó a un once plagado de canteranos en el que Bautista, que fue titular, firmó una de sus mejores actuaciones con la zamarra txuri-urdin pese a que no marcara -provocó uno de los dos penaltis marcados por Oyarzabal y dispuso de ocasiones para anotar-.

Una decisión clave

Tras su periplo en Bélgica, Bautista tenía que tomar una decisión crucial: volver a salir cedido aceptando alguna de las numerosas propuestas que tuvo el verano pasado -varias de clubes de Segunda División- o quedarse para pelear por un puesto, a pesar de que los técnicos le habían dejado entrever que Isak y Willian José -después de que no fructificara la operación con el Sevilla- estaban por delante. El atacante guipuzcoano lo tenía claro: su sueño, por el que trabaja día a día, es triunfar en el club de sus amores, ese que no abandonó cuando le pusieron en bandeja su marcha a Ibaigane. Y por ahora se está ganando ser un hombre que cuente con la confianza de Imanol. Entiende perfectamente su rol en la plantilla y se ha erigido en el primer delantero centro que ha marcado en la presente temporada sin llegar a disputar aún 70 minutos en los cinco partidos (cuatro de Liga) en los que ha participado. Además, un tanto que supuso la primera victoria en una fase de grupos de la Europa League que se antoja muy disputada e igualada.

Tal es así, tanto significó ese tanto, que Imanol no solo le sacudió de la forma que suele hacerlo a sus jugadores cuando el equipo ha obtenido un logro llamativo, sino que le propinó también un par de cariñosos golpes -"me ha dado un abrazo de esos de los suyos", indicó el delantero al acabar el encuentro- que evidenciaban que lo que había protagonizado el errenteriarra suponía un éxito a tener en cuenta en la Real. No es descabellado decir, por tanto, que el del jueves pasado se trató del gol más importante de Bautista.

61

partidos ha disputado Bautista con la Real: 49 en Liga, cuatro en Copa y ocho en la Europa League.

8

goles ha marcado: seis en Liga y dos en la Europa League.

Delantero Partidos/Min. Goles

El pasado verano recibió ofertas para salir de Zubieta, pero el ariete guipuzcoano prefirió luchar por minutos en el equipo txuri-urdin