- La Real ha disputado ya cinco partidos esta temporada, correspondientes todos ellos al campeonato de Liga. Y solo ha encajado dos goles. La buena estadística responde a un mejor comportamiento colectivo del equipo en las tareas de contención, pero coincide también en el tiempo con el asentamiento de una pareja de centrales que apunta a estable. Desde que Diego Llorente pusiera rumbo al Leeds United, Aritz Elustondo en el flanco derecho y Robin Le Normand en el izquierdo se han convertido en indiscutibles. Mientras el beasaindarra puede presumir de pleno de minutos, el francés lo ha jugado todo desde que fuera suplente del propio Llorente en la jornada inaugural, en Valladolid.

El de Leganés aún pertenecía a la plantilla cuando el Real Madrid visitó Anoeta en la segunda jornada. Pero su traspaso ya se estaba gestando e Imanol le dejó en el banquillo. Aquel partido supuso el inicio de una nueva era que no ha concluido aún, puesto que el Aritz-Le Normand en el eje de la zaga ha resultado fijo a partir de entonces. El bagaje de la dupla es de cuatro encuentros y un solo gol encajado, contra el Valencia y tras una contra mediante las que los de Javi Gracia aprovecharon una incorporación al ataque del lateral Andoni Gorosabel.

De momento, Aritz y Le Normand apuntan a repetir en la alineación mañana domingo en el Benito Villamarín (21.00 horas). Y tampoco es que se atisbe en el medio plazo el momento en que Imanol Alguacil dé entrada a alguna de las alternativas. Ahí están las opciones de Sagnan, Pacheco o Arambarri, quienes poco a poco irán entrando en el equipo, sobre todo el francés y el baztandarra. Y conviene subrayar que Igor Zubeldia, una baza que el técnico utilizó en numerosas ocasiones el pasado curso para la línea defensiva, aún permanece lesionado.

Beasain (1994). Sexta temporada con el primer equipo. Debutó en diciembre de 2014.

Pabu, Francia (1996). Segunda temporada en el primer equipo. Debutó en diciembre de 2018.

El francés fue suplente en Valladolid, y accedió al once contra el Real Madrid, cuando el traspaso de Llorente era ya cuestión de horas